En plena pandemia, y en uno de los contextos económicos más recesivos para la gastronomía global, dos restaurantes creados por argentinos fueron destacados entre las 19 aperturas más resonantes de 2021 a nivel mundial.
La selección fue realizada por el staff de corresponsales de la prestigiosa revista internacional Condé Nast Traveller, especializada en turismo de lujo, y fue publicada en la edición británica de mayo-junio, tanto en versión digital como impresa. El artículo principal, titulado The best new restaurants in the world: The Hot List 2021 («Los mejores nuevos restaurantes del mundo: La lista caliente 2021»), incluye a sofisticados restaurantes de Copenhague, Bangkok y Hong Kong.
El único ubicado en suelo sudamericano está en Buenos Aires: Naranjo bar (Ángel Justiniano Carranza 1059). Sin estridencias, en ese punto geográfico en que Chacarita fusiona su carisma de barrio con una impronta cada vez más hipster, este espacio se propuso ofrecer a sus comensales “una vivencia casual y relajada con productos de super calidad pero accesibles para todos”, tal como le cuenta a Clarín uno de sus mentores, Nahuel Carbajo.
Augusto Mayer y Nahuel Carbajo, los creadores del bar Naranjo.
Naranjo bar abrió sus puertas en octubre del año pasado, después de que Carbajo y su socio Augusto Mayer (ex dueño del celebrado Proper), encontraran el local ideal: un ámbito rústico, despojado, con el ángel de su propia historia por sobre los artilugios deco.
“Esto es un páramo, alejado de los polos gastronómicos. La gente viene especialmente a visitarnos”, cuenta Carbajo, tan halagado como incrédulo ante la novedad de figurar entre las novedades globales destacadas por Condé Nast Traveller.
La atmósfera, los vinos boutique -especialmente elegidos para todos los bolsillos-, la música y la atención -que por ser décontracté no deja de hacer foco en los detalles- se conjugan con un menú estacional, saludable y sin mayores pretensiones que “presentar las cosas bien hechas”.
Carta simple y vinos boutique, la propuesta de Naranjo Bar, en Chacarita.
La carta es simple y estacional: “un día como hoy te podés pedir unos hongos con puré de alubias blancas y mole mexicano o simplemente unas tapas de berenjenas ahumadas con crema de maní frito”, cuenta Carbajo, quien se fogueó diez años como jefe de salón del restaurante Tegui, toda una credencial de altos estándares, indisimulable aun en el bajo perfil de su propia propuesta.
Para los editores de la revista británica, «esta simple pasión por comer y beber bien -cada vez más apreciada por los comensales locales- asegura el lugar de Naranjo como una adición sustentable a la escena del vino de Buenos Aires».
Un restaurante argentino, el elegido en Madrid
Entre los mejores que abrieron sus puertas en el último año según Condé Nast Traveller también se encuentra la sucursal madrileña del restaurante Fayer, de origen porteño, que en el desafiante 2020 expandió con éxito a tierra ibérica su fusión de cocina argentina e israelí́.
Alejandro Pitashny y Martín Loeb, socios y dueños del proyecto que ya funcionaba con éxito en Palermo (Cerviño 4417), tuvieron la visión de exportar la propuesta -incluyendo al chef Mariano Muñoz- a Europa. «La escena gastronómica de Madrid necesitaba un concepto como el nuestro y no había nada parecido», observó Pitashny en una entrevista con Clarín en 2020.
El chef argentino Mariano Muñoz, al frente del restaurante Fayer Madrid. Foto: Daniel Galvalizi
La inauguración española, en el distrito de Chamberí, tuvo un feedback tan inmediato como positivo por parte de la prensa. Aún en plena pandemia, Fayer fue rápidamente caratulado como “el lugar madrileño de moda”. Hasta la propia Condé Nast ya lo había distinguido antes como uno de los 21 mejores espacios de la capital española. En el sofisticado local de la calle Orfila se pueden degustar los mismos platos que en Buenos Aires: una singular combinación de hummus y falafel con las autóctonas mollejas y entraña con chimichurri. Inusual, cosmopolita y contemporáneo.
El artículo de Condé Nast Traveller exalta: «Celebrando tanto la idiosincrática cultura de la parrilla argentina como la clásica mezze israelí, esta es una deliciosa colisión entre dos mundos».
Fuente: Clarín