No hay abrazos ni besos. Solo lágrimas y tristeza por una historia que no pudo ser. Un adiós distante a través de una pantalla. Una despedida fría por videollamada para poner fin a una relación. Así fue la separación de Tini Stoessel y Sebastián Yatra. La distancia entre la Argentina y Colombia fue demasiada, como la incertidumbre de no saber cuándo se iban a volver a ver. A veces el amor no es suficiente.
Esta ruptura es solo un caso más de las muchas separaciones que están ocurriendo en plena cuarentena. La pandemia puso a prueba los vínculos amorosos, con una cuarentena que -con distintos grados de rigidez en el país- ya superó los 100 días. En este contexto algunas parejas se fortalecerán mientras que otras dirán “hasta acá llegamos”. En la Argentina hay pedidos de divorcios de manera virtual y en abril ya se realizó la primera demanda de divorcio durante el aislamiento obligatorio, de la mano de la abogada Mariana Gallego.
A los 23 años Tini eligió otra vez la soltería, pero al ser una figura pública a nivel mundial anunció su separación con un comunicado en su cuenta de Instagram, que es seguida por más de 13 millones de personas. “Vivimos momentos hermosos, pero a veces las cosas no se dan como uno las imagina… Hoy sentimos que esta es la mejor decisión para los dos”, dijo la cantante en un mensaje que el artista colombiano replicó en sus redes.
“Esta coyuntura nos ofrece un contexto de crisis y estamos en una especie de GPS amoroso en el que nos preguntamos si volvemos a elegir a esa persona, o no”, señala Maximiliano Marentes, sociólogo y becario doctoral del Conicet en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín. “La elección del sujeto amado siempre está condicionada por cuestiones estructurales, más allá de la buena voluntad. No es solamente porque uno quiere, sino que estamos en una crisis gigante con un virus que se transmite muy rápido y la forma de detenerlo es por el aislamiento. Y esta situación repercute en las parejas”.
La convivencia 24×7
Laurita Fernández ahora forma parte de la extensa lista de famosas que fueron novias de Nicolás Cabré. Durante el aislamiento obligatorio la bailarina se refugió en la casa de Pilar del actor, cuando en el departamento donde cumplía su propia cuarentena (recién llegada de unas vacaciones en Nueva York), al parecer se rompió un caño. A las dos semanas la bailarina regresó a su vivienda, con la excusa de que ya se habían realizado los arreglos. Al poco tiempo blanqueó la verdad: con Cabré habían puesto un punto final en la relación. Fue por videollamada, porque “no quedaba otra manera”.
“Este distanciamiento tiene que ver con nosotros, con que estábamos desencontrados -relató Laura-. Cada uno sabe lo que quiere. Y cuando hay cosas que no coinciden, y tenemos distintas maneras de encarar las cosas, aprovechamos la distancia obligatoria para ver qué pasa”.
La convivencia 24×7 no es fácil para nadie y más todavía para una pareja que tiene muchos enfrentamientos o peleas. Lo explica Sebastián Girona, psicólogo especialista en vínculos: “El encierro implica para una pareja una sobreexposición a la cual no está acostumbrada, y a partir de esto implica también la dificultad para oxigenar el vínculo, para poder extrañarse y tener cosas diferentes para contarse todos los días. Desde este punto de vista es un gran desafío para el vínculo, y dependerá cuál era el estado de la pareja y la firmeza que tenía antes de empezar la cuarentena”.
Algunos se vieron forzados a compartir el mismo techo durante el aislamiento, como les pasó a Sofía Jujuy Jiménez y Juan Martín del Potro. La conductora se instaló en la casa del tenista, tras volver de unas vacaciones en Miami. Una convivencia complicada y la falta de comunicación provocaron los roces que tuvieron, según contó Sofía. En plena cuarentena, ella dejó la casa del tenista y se fue a su departamento para acompañar a su mamá. Con el paso de los días ambos decidieron separarse, a casi un año de noviazgo. “Nos agarra la cuarentena… y dijimos: ‘¿Qué está pasando?‘”, expresó la modelo sin dar muchos detalles sobre la relación que colocó su punto final en una conversación telefónica.
¿Cómo repercute en una pareja la convivencia obligada? “Afecta a una pareja o a un grupo familiar, a todos en conjunto -declara el psiquiatra Juan Eduardo Tesone-. “El ser humano se rige por dos coordenadas: el espacio y el tiempo. Cuando una de las variables se modifica, como es el espacio en este caso, y no poder salir inclusive, entonces es muy difícil lograr intimidad en la convivencia. En cuarentena pueden revelarse antiguos conflictos no resueltos y surgen situaciones muy diversas, en las que se refuerza el vínculo o lo hace explotar”, sostuvo.
Según Marentes, una pareja debe atravesar desafíos todo el tiempo, pero la cuarentena es una prueba más extrema porque tiene carácter de crisis global. Este contexto sirve para derribar el mito de Cupido, cuya lógica señala que “el amor pasional arremete con todo”. En los vínculos amorosos “no alcanza solo con el amor y la fogosidad para que una pareja dure”, porque una relación también “se construye con rutinas”. Por esta razón, es importante rearmar esas rutinas en los espacios limitados de la vivienda para sobrellevar este aislamiento de la mejor manera posible.
“En Wuhan (la ciudad china donde comenzó el coronavirus) se registró un aumento en los pedidos de divorcio apenas se salió de la cuarentena -señala el sociólogo-. Fue porque se vieron obligados a vivir en espacios más chicos durante mucho tiempo cuando no estaban acostumbrados, porque la rutina implicaba salidas. Ahora tenemos una rutina en la que estamos adentro y viéndonos la cara todo el tiempo. Pero en Wuhan, algunos se echaban para atrás cuando tenían que firmar la solicitud de divorcio. Las historias de amor no son siempre lineales, como es el caso de Patricia Sosa y Oscar Mediavilla, que se divorciaron y hoy están juntos”.
Para lograr una convivencia armoniosa, el psiquiatra Tesone aconseja que las personas se reserven un espacio del departamento o la casa para tener un momento de tranquilidad con uno mismo: “Es importante que cada uno se cree un espacio de intimidad, de acuerdo a los gustos y en la medida de lo posible. Pero no necesariamente para hacer algo, sino para pasar un rato consigo mismo, puede ser una hora o dos horas, dependerá de cada uno, sin tener la mirada, la voz o la presencia del otro”.
El plan del día después: afrontar el duelo doble
El año pasado, Laurita Fernández había declarado que que elegía a Cabré como el padre de sus futuros hijos. Con el coronavirus, ese anhelo de formar una familia quedó en el olvido. “Me separé y me pegó la angustia. Se me cerró el estómago. Pasé por un proceso y sigo pasando por esta situación, que al principio era el masoquismo a full de ponerme a ver fotos y videos y cosas. Pero también me permití y entendí que necesitaba pasar por eso, hasta dije: ‘Ya está, acá está’”, afirmó la joven.
Para Sebastián Girona, las personas que se separaron en cuarentena tienen un duelo doble. “Uno por la pérdida de la pareja, y otro por la pérdida de la vida cotidiana que estamos atravesando todos. Desde este punto de vista es más difícil la situación. Lo más aconsejable siempre para transitar un duelo es el equilibrio entre conectarse con la tristeza natural que despierta y el apoyo de sus seres queridos, ya sean amigos, familiares, conocidos. Esto último, en este momento será a través de una pantalla, claro está”.
Mariano Martínez y Camila Cavallo también se distanciaron en plena cuarentena, luego de cuatro años de relación y una hija en común, Alma. Todavía no se conocen muchos detalles de esta historia; hasta el momento solo trascendió que la joven modelo tiene previsto mudarse a una nueva vivienda en Palermo y dejar la casa en Nordelta que compartía con el actor y sus dos hijos de su matrimonio con Juliana Giambroni, los pequeños Olivia y Milo.
El universo de las relaciones es muy amplio, señala Marentes, al afirmar que una pareja nunca son dos personas. “A mí me gusta la frase de Mario Benedetti que cantaban Celeste Carballo y Sandra Mihanovich: ‘Somos mucho más que dos’. La pareja es una red en la cual hay dos protagonistas, a veces hay más. Personas, familiares, amigos, hasta animales forman parte de esa red. Y en las separaciones de estas características uno no puede o le cuesta más echar mano en esta red que te permitiría soportar esa ruptura de una manera estoica, o transitarla de la mejor manera posible”.