Las propiedades antioxidantes de los alimentos figuran entre los beneficios más buscados en un plan de alimentación equilibrada y se encuentran tanto en frutas como en verduras y legumbres. Hablar de estas virtudes en un alimento significa que ayuda a prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células del cuerpo. Según la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona que un comestible sea antioxidante implica que ayuda a reducir la inflamación crónica, mejora la salud cardiovascular y metabólica, y contribuye a una mayor longevidad.
Entre los alimentos antioxidantes más populares se encuentran los arándanos, los frutos rojos, la granada y la remolacha. Sin embargo, una investigación realizada por la Universidad de Cornell (Estados Unidos) publicada en la revista Nutrients descubrió que un fruto seco impensado tiene una capacidad antioxidante superior a la de la mayoría de los alimentos comúnmente conocidos por su poder antioxidante.
Se trata del pistacho que proviene de la Pistacia vera, un árbol pequeño del género Pistacia, originario de las regiones montañosas de Siria, Turquía, Irán y Afganistán occidental, que produce este fruto súper poderoso.
¿Por qué es saludable el pistacho?
“El pistacho, en comparación con otros frutos secos, es un tipo de nuez que posee un perfil nutricional más saludable y con menor contenido en grasas totales, un mayor aporte de proteína vegetal, fibra dietética y un notable contenido en minerales -especialmente potasio- y una excelente fuente de vitaminas, como la C y E”, explica la Lic. en Nutrición, Anabella Famiglietti (M.N. 9436).
Además, añade la profesional, que la evidencia científica sugiere que comer 42,5 g al día de la mayoría de los frutos secos, como los pistachos, como parte de una alimentación mediterránea baja en grasas saturadas y colesterol puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
¿Qué descubrieron los investigadores?
Al estudiar este fruto seco se identificaron niveles muy elevados de propiedades antioxidantes. “Cuando comparamos su poder antioxidante con los niveles de otros alimentos comúnmente considerados ‘bombas antioxidantes’, vimos que eran superiores a los del arándano, frambuesas o remolachas”, destacó el Dr. Rui Hai Liu, profesor de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Cornell y uno de los investigadores que encabezó el estudio.
Al ser consultado en profundidad sobre el descubrimiento reveló que, junto con el equipo, llegaron a la conclusión de que el poder antioxidante de los pistachos se debe a su combinación única de compuestos, que incluyen la vitamina E, los carotenoides, los fenoles y los flavonoides.
En el mismo estudio, los profesionales analizaron la composición de los fitoquímicos de los pistachos, pues estos compuestos a base de plantas podrían contribuir a reducir el riesgo de enfermedades crónicas y a mantener el correcto funcionamiento del organismo. Asimismo, según la investigación los extractos de la cáscara del pistacho inhibirían el crecimiento de células tumorales (células de cáncer de mama, hígado y colon). En consecuencia, el consumo de pistachos podría tener un potente efecto antiproliferativo -que impediría la reproducción de células cancerosas-, en especial frente al cáncer de mama en seres humanos. No obstante, en la misma publicación los investigadores destacan que se necesitan más investigaciones al respecto.
¿Qué otros beneficios tienen los pistachos?
Como si no fuese poco con sus propiedades antioxidantes, otros estudios demuestran que el consumo de pistacho se asoció a una disminución del consumo de dulces, de pérdida de peso y de reducción del Índice de Masa Corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura en hombres y mujeres con sobrepeso/obesidad.
Por otro lado, gracias a una investigación publicada en el European Journal of Clinical Nutrition se supo que también ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control, ya que es un alimento rico en fósforo que colabora con la descomposición de proteínas y hace que las mismas se conviertan en aminoácidos -compuestos indispensables que regulan la mayoría de las funciones esenciales del cuerpo-.
Otro beneficio de su consumo es el efecto preventivo de la diabetes mellitus tipo 2. “Debido al efecto que tiene para mejorar los marcadores de homeostasis de la glucosa, disminuir el estrés oxidativo, la hiperglucemia posprandial y la tasa de diabetes gestacional el pistacho puede servir para modificar el metabolismo de la glucosa”, sostiene la licenciada en Nutrición.
Según explica la Lic. Famiglietti este fruto seco tiene efectos en el perfil lipídico ya que colabora con la disminución de la concentración de colesterol total (CT). Su consumo mejora la proporción del colesterol HDL (colestero “bueno”) y del colesterol LDL (colesterol “malo”) en personas con hipercolesterolemia moderada. Esto mismo ya fue comprobado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España y por un artículo científico publicado en The Journal of Nutrition, que indica que las grasas monoinsaturadas que contienen los pistachos ayudan a bajar los niveles de colesterol LDL en sangre.
“El pistacho debería ser un alimento habitual en la dieta ya que sus beneficios para la salud están bien documentados en relación a un marco de alimentación saludable”, concluye Famiglietti.
Fuente: Victoria Vera Ziccardi, La Nación