El exnúmero uno de la F1, la competición automovilística más importante del mundo, decidió vender toda su colección de autos que fue acumulando a lo largo de su vida. La gran mayoría de estos vehículos no son solo piezas impresionantes de ingeniería mecánica sino que también tienen un gran valor histórico, por los pilotos que los utilizaron y los premios en los que corrieron.
El proceso de venta no será a través de una subasta, ya que el encargado de su reubicación será el comerciante de autos deportivos y clásicos Tom Hartley Jr. La explicación que dio el magnate en un comunicado para desprenderse de los autos es que “después de coleccionarlos y poseerlos durante tanto tiempo, me gustaría saber dónde han ido a parar y no dejarlos para que mi esposa se ocupe de ellos si yo no estoy cerca”. Recordemos que Ecclestone cumplió en octubre 94 años.
Sobre la colección, Hartley le comentó a la BBC que: “Nunca ha habido, y probablemente nunca habrá, una colección como esta puesta a la venta de nuevo, está formada por los mejores autos de su época, muchos de los cuales no se han visto en décadas, y son totalmente únicos”. Los vehículos recopilan 70 años de historia de la Fórmula 1 y algunos momentos icónicos de la competición, por lo que se espera que se venda en una cifra que supere los “cientos de millones de dólares”.
Entre los 69 autos se incluyen los Ferrari campeones del mundo conducidos por pilotos como Michael Schumacher y Niki Lauda. También saldrá a la venta el 375 F1 de Alberto Ascari que ganó el GP de Italia. También se encuentra el Vanwall VW10 que Stirling Moss condujo para ganar varios Grandes Premios y le permitió asegurar el primer campeonato de constructores para la escudería en 1958. La colección también incluye el 312T2 con el que Carlos Reutemann ganó el Gran Premio de Brasil de 1977.
No es la primera vez que el empresario se desprende de parte de su colección. En 2007, puso a la venta 50 de sus autos en una subasta a través de RM Sotheby’s, entre ellos un Mercedes SSK roadster de 1928 y un Lancia Astura Cabriolet de 1939 que, según se dice, fue propiedad de Benito Mussolini.
Entre sus múltiples actividades en el rubro, fue propietario de la escudería Brabham entre 1971 y 1988, además de que con sus empresas manejó la administración, organización y logística de cada Gran Premio de Fórmula 1 hasta principios del 2017. El año pasado, Ecclestone se declaró culpable de fraude fiscal y fue condenado a pagar 800 millones de dólares en multas y 17 meses de prisión en suspenso.