Desde hace algunos años, aprovechando el auge de la conectividad móvil en la región, varios servicios de música por streaming se instalaron en el país con su repertorio de novedades. La diferencia entre los ya establecidos y los que comienzan a girar es el número de canciones disponibles y los artistas exclusivos que suman en el inventario. Hasta que desde hace unas semanas atrás todo estos parámetros se alteraron con la llegada de YouTube Music, ya que a las listas de reproducción y los estrenos semanales, le sumó un amplio catálogo de videoclip y recitales.
YouTube Music apareció y revolucionó el mercado.
Con la expansión en la oferta de contenidos, el consumo personal también se multiplica. En promedio, la gente escucha, a nivel global, unas 18 horas de música semanales. Los medios preferidos de reproducción son el auto y los teléfono móviles, según el Music Consumer Insight Report 2018. Además, según este estudio, el 94% de los consumidores de entre 16 y 24 años lo hace a través de un smartphone, de los cuáles, cinco de cada diez (52%) está suscripto a un abono mensual de streaming.
Los teléfonos celulares vienen con funciones de video mejoradas.
La idea que motivó a YouTube Music a segmentar la información existente en su biblioteca y dividirla en diferentes lista y estilos fue que la mayor demanda del portal de video, como indicaron en un comunicado, eran las canciones. A esto se le suma la concentración de casi el 40% de todo el tráfico de internet que se mira en dispositivos móviles, de acuerdo a un estudio publicado por Sandvine.
Spotify suma también contenido en video.
Una de las características de este servicio -que se utiliza desde el navegador web de la computadora o por app- es la posibilidad de bajar los videos al móvil, como ocurre con la oferta de Netflix, para disfrutarlos sin conexión mientras uno vuelve en el subte o está en una reunión con amigos.
En este sentido, el límite de la descarga lo establece la capacidad del propio teléfono y la calidad que uno pretenda conseguir. Si la memoria interna agota su cupo, también es posible recurrir a una tarjeta MicroSD con una velocidad mínima de 10 MB/s. Además, si uno quiere verlos fuera de la aplicación o compartirlos, no podrá acceder al material que está codificado.
La forma en que se estructura la información es similar a Spotify, que es el líder del sector. En la pantalla principal se escalonan diferentes listas temáticas de reproducción como Rock en español, Himnos del pop argentino, Grandes éxitos de los 80 y al final, se suman los recitales completos, las presentaciones en vivo y los videoclips de estreno.
La diferencia con el servicio sueco es que muchas de las canciones incluyen el video. Y en caso de que uno no quiera verlos, está la posibilidad de reproducirlos en segundo plano. Lo que implica que se puede apagar la pantalla y el tema sigue sonando. Algo que no estaba permitido en YouTube, ya que se cortaba de inmediato.
Para realizar las búsquedas inteligentes, YouTube Music recurre a la cobertura de Google. Lo que implica que si uno intenta localizar un tema, pero no se retiene el nombre exacto o el intérprete, puede ingresar un fragmento de la letra o tipear una aproximación, para lograr resultados al instante. Se puede utilizar gratis, aunque con avisos. La versión paga sale $ 99 pesos por mes y los planes familiares a $149 para un máximo de seis usuarios.
El apogeo de los videos está vinculado a dos factores determinantes: el crecimiento de la banda ancha móvil (el 90% de los smartphone locales accede a la red 4G) y las pantallas con una relación aspecto de 18:9, que al suprimir los bordes, ser más anchas y con un alto más reducido, favorecen el agarre del dispositivo para ver contenidos en forma horizontal.
Esta tendencia no es ajena a Spotify, que cuenta con 207 millones de usuarios y de este total, 96 millones son suscriptores de una cuenta Premium. “Entregamos a nuestros usuarios un catálogo de videos que comprenden tanto videoclips oficiales de algunos artistas, entrevistas uno a uno, e historias que acercan a los fans a sus artistas favoritos. Exclusivamente para la parte gratuita, Spotify cuenta con publicidad en formato de video”, señalan de la empresa.
Una de las primeras aproximaciones a este fenómeno fue en 2017 cuando se anunciaron los famosos videos verticales, lo que implicaba que no hacía falta girar la pantalla para verlos en toda su extensión.
“Los videos musicales verticales han mejorado la manera en que los usuarios consumen la música. Los artistas son capaces de jugar con su creatividad para generar mayor ruido y compartir diferentes perspectivas de su arte, profundizando y personalizando de esta manera la relación con sus fans”, indicaron desde Spotify.
En un intento por ofrecer algo más que la música en imágenes, durante la Copa del Mundo en 2018, Lali protagonizó la serie El juego del mundo” en la playlist ¡Viva Latino!, en donde grabó la canción y video exclusivos del tema Y dale alegría a mi corazón, de Fito Páez, además de un backstage con historias inéditas de la cantante y las cábalas que practicamos fielmente en cada partido. Se puede utilizar gratis con publicidad. La versión individual cuesta $ 99 pesos por mes y el plan familiar a $149 para un máximo de cinco usuarios.
Con una colección de 50 millones de canciones, Apple Music también ofrece la posibilidad de ver los videoclips como si fueran listas de reproducción o acceder a una selección de los mejores. Como para redondear la oferta, ofrece recitales en vivo, backstage donde los músicos cuentan los entretelones de la grabación y algunos especiales sobre artistas consagrados.
Y si bien el servicio se aprovecha más con un dispositivo Apple, ya que los videos se pueden bajar a iCloud, es compatible con sistemas Android. El precio por por una cuenta es US$10 y el familiar a US$15. Se puede probar gratis por 3 meses, aunque hay que poner la tarjeta.
Fuente: Clarín