Los superalimentos están de moda. Se habla de ellos, se promocionan sus beneficios, mucha gente los compra. Sin embargo, la alimentación de los argentinos sigue desaprobando en hábitos saludables básicos con fuerte evidencia de su impacto positivo en la salud: solo 6 de cada 100 personas comen las 5 porciones de frutas y verduras diarias recomendadas y el consumo de sal a nivel local duplica el aconsejado por la OMS.
Por eso, en vísperas del del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre, una especialista del departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas, no solo advirtió sobre las malas costumbres de los argentinos a la hora de comer, sino sobre la importancia de moderar las expectativas vinculadas a los llamados «superalimentos».
Ningún alimento por sí solo aporta beneficios extraordinarios, lo ideal es enmarcarlos en un plan saludable. Foto Shutterstock.
Una oferta variada
«Constantemente surgen alimentos de moda, este fenómeno se puede dar por creencias culturales, nuevos hallazgos científicos de beneficios para la salud o como resultado del marketing de la industria alimentaria», afirma la licenciada Alexa Gómez, Jefa de residentes del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.
Entre esos alimentos que captan la atención y crecen en ventas, se destacan los que integran los denominados «superalimentos», término acuñado por el médico Steven Pratt, autor de numerosos libros sobre esta temática.
La connotación de la palabra súper sugiere que estos alimentos poseen cualidades que los hacen superiores a otros, en consecuencia se estudiaron algunos de los que entran en esta categoría como arándanos, bayas de goji, frutillas, ajíes, ajo, jengibre, chía, lino, quinoa, cacao, maca, espirulina, pasto de trigo, acai y polen, entre otros.
«Cuando se analizan los estudios científicos que abordan esta temática, se puede identificar rápidamente que muchos alimentos saludables como otras frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, quedan fuera de los llamados superalimentos», subraya Gómez.
Y destacó que otro punto a tener en cuenta es que algunos de esos alimentos no son de consumo habitual en nuestra población, no se producen de forma local, y por eso presentan precios elevados que pueden atentar contra su accesibilidad.
No descuidar lo local
«Si bien algunos de estos alimentos pueden aportar sabor a las preparaciones, como el cacao amargo en polvo y el ajo; vitaminas y minerales, como los arándanos, las bajas de goji, la espirulina y las frutillas; fibra, como la quinoa, la chía y el lino; no significa que no podamos reemplazar estos alimentos por otros productos locales, accesibles y cuyo consumo sea familiar», apuntó la especialista.
Es que todos los «superalimentos» que requieran ser importados van a implicar un gasto extra para el consumidor. Algo que ocurre también cuando se eligen productos fuera de temporada, por lo que se aconseja consumir frutas y verduras de estación.
Uno de los productos considerados como un superalimento, cuyo consumo está creciendo en Argentina es la quinoa, que se puede «reemplazar por otros cereales como el arroz», apuntó Gómez, y advirtió la importancia de «lavarlo bien antes de cocinarlo».
Algunas de las preparaciones a las que se puede incorporar este pseudocereal originario de Perú son: ensaladas, salteados con vegetales y pollo, como relleno de vegetales y en hamburguesas a base de plantas.
El ajo, en tanto, se puede utilizar para darle sabor a preparaciones como: pasta de garbanzos o «hummus», salsa pesto, salsa de tomate casera y vegetales al horno.
Y se trata, además, de un alimento que puede «ayudar a controlar la cantidad de sal que le agregamos a las comidas, ya que en Argentina el consumo promedio por persona es de más del doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud», advierte Gómez.
Más frutas y verduras y menos sal, dos consejos para una alimentación saludable. Foto Shutterstock.
El impacto en el sistema inmunológico
«Si bien algunos superalimentos pueden ser promocionados como beneficiosos para mejorar nuestras defensas, debemos tener cuidado con estas recomendaciones, más aún en los tiempos de pandemia en los cuales nos encontramos más vulnerables a este tipo de publicidades», alerta la nutricionista.
Una dieta óptima no requiere de grandes excentricidades. «Una alimentación variada que incluya todos los grupos de alimentos como lo proponen nuestras Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) es la más recomendada», sugiere.
«Dentro de estos grupos podemos resaltar el de frutas y verduras, que nos aportan diversos nutrientes importantes para mantener un adecuado funcionamiento de nuestro sistema inmune. Tampoco se puede dejar de lado, que mantener un peso adecuado contribuye a nuestro estado de salud general, incluyendo nuestro sistema inmune», afirma.
Y subraya que aunque se publiciten beneficios específicos de algunos superalimentos para la salud, nunca van a reemplazar la utilización de un medicamento (en caso de que sea necesario), ni el efecto positivo global de la adhesión a una alimentación saludable.
Consejos
Desde el Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital del Clínicas recomiendan evitar el consumo de alimentos de moda o rodeados de publicidad sobre beneficios extraordinarios para la salud, sin antes consultar a un licenciado en nutrición.
«De esta manera podremos evitar generar gastos innecesarios, tener una alimentación equilibrada y adecuada a nuestras necesidades nutricionales individuales, que incluya alimentos de todos los grupos, lo que favorece la salud y la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles», concluyó Gómez.
Fuente: Clarín