En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.
En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que una persona posee; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.
Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien escrito habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.
Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.
Conoce las recomendaciones que hace la Fundéu RAE para mejorar la escritura. (Infobae/Jovani Pérez)
En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversos tips para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.
Uso correcto
Construcciones como ser el más…, solo superado por… o ser el menos…, solo por detrás de… no son recomendables para expresar que alguien o algo se sitúa entre los puestos más altos o más bajos de una lista, pero sin ser el primero ni el último.
No obstante, pueden encontrarse en los medios frases como estas: «Isabel II: el reinado europeo más longevo de la historia, solo superado por el de Luis XIV de Francia», «El alquiler en Ceuta, el más caro, solo superado por la Comunidad de Madrid» o «Euskadi es la comunidad con menor riesgo de pobreza, solo por detrás de Navarra».
El mandato de la reina Isabel II fue el segundo más longevo de la historia. (AP Foto/Frank Augstein, Pool, Archivo)
Tal como explica la Nueva gramática de la lengua española , en las construcciones superlativas (como el más… , el menos…, el mayor o el menor ) se sobreentiende la totalidad del grupo al que se refiere . Así, en casos como «Es el país más rico», se interpreta que es el que tiene más riqueza de todos los países y que no hay ninguno que sea más rico.
De esta forma, no resulta preciso emplear estas estructuras superlativas cuando aquello de lo que se habla no se sitúa en el primer o en el último puesto de un listado , es decir, cuando tiene algún otro elemento por delante o por detrás. Por tanto, no son recomendables ejemplos como «El K2 es el pico más alto del mundo, solo superado por el Everest», pues el hecho de especificar que lo supera el Everest ya indica que no es el más alto; sería preferible usar el superlativo para referirse únicamente al que tiene la altura más elevada, es decir, el Everest.
Para evitar este tipo de imprecisiones, puede añadirse el puesto que ocupa el elemento en ese listado («El K2 es el segundo pico más alto, solo superado por el Everest») o modificar la redacción («El K2 es uno de los picos más altos, solo superado por el Everest»).
Así pues, en las frases iniciales, habría sido más recomendable escribir «Isabel II: el segundo reinado europeo más longevo de la historia, solo superado por el de Luis XIV de Francia», «El alquiler en Ceuta, uno de los más caros, solo superado por la Comunidad de Madrid» y «Euskadi es la segunda comunidad con menor riesgo de pobreza, solo por detrás de Navarra».
¿Cuál es el papel de la RAE?
La RAE vela por el idioma español. (RAE)
Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.
Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.
Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.
Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.
La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.