En respuesta al aumento de los cierres de escuelas y universidades para contener la propagación de COVID-19, la UNESCO convocó hoy, por videoconferencia, una reunión mundial de altos funcionarios de la educación para intensificar la respuesta de emergencia y compartir estrategias para reducir al mínimo la interrupción del aprendizaje en todo el mundo. Estuvieron representados 73 países, entre ellos 24 ministros de educación y 15 viceministros.
Según los datos publicados por la UNESCO, la crisis afecta actualmente a cerca de 363 millones de alumnos en todo el mundo, desde el nivel preescolar hasta el terciario, incluidos 57,8 millones de estudiantes de enseñanza superior. Así, a nivel mundial uno de cada cinco estudiantes de primaria y secundaria no asiste a la escuela como consecuencia de la crisis de COVID-19 y uno de cada cuatro no asiste a la enseñanza superior.
Quince países han ordenado el cierre de escuelas a nivel nacional y catorce han ordenado cierres localizados que abarcan Asia, Europa, Oriente Medio y América del Norte.
«Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje”, dijo la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. “Al tiempo que los países preparan su respuesta, es vital la cooperación internacional para compartir los enfoques más eficaces y apoyar a los estudiantes, los profesores y las familias. La UNESCO está intensificando su apoyo para garantizar que esta crisis promueva la innovación y la inclusión en lugar de exacerbar las desigualdades en el aprendizaje”, añadió.
Para liderar la respuesta mundial, la UNESCO anunció la creación de un Equipo de Tareas de Emergencia UNESCO-COVID19 que apoyará las respuestas nacionales y pondrá en común respuestas de política eficaces centrándose en los países más vulnerables. Además, se establecerá una comunidad de práctica más amplia para mejorar el intercambio de conocimientos, el aprendizaje entre iguales y la creación de capacidad en materia de aprendizaje abierto y a distancia. La UNESCO se propone movilizar a todas las partes interesadas, incluso del sector privado. Empresas como Microsoft ya han prestado su apoyo técnico al Grupo de Tareas.
Los representantes gubernamentales intercambiaron enfoques y prácticas idóneas para asegurar la continuidad del aprendizaje durante el cierre de escuelas, cuya duración es imprevisible. En la teleconferencia participaron ministros y representantes de China, Croacia, Egipto, Francia, Italia, Líbano, México, Nigeria, República de Corea y República Islámica del Irán, entre otros.
Además de supervisar el impacto de COVID-19 en la educación, la UNESCO ha publicado una lista de aplicaciones y plataformas de aprendizaje de libre acceso para su uso por parte de padres, maestros y alumnos, así como por parte de los sistemas escolares más grandes. La UNESCO está instando a los países a que utilicen la inclusión y la equidad como principios rectores al planificar las respuestas, en reconocimiento de que el cierre de escuelas tiende a afectar más a los alumnos vulnerables.
Los conocimientos especializados de la UNESCO en materia de aprendizaje abierto y a distancia abarcan las plataformas de formación de docentes, el diseño de modelos escolares de aprendizaje electrónico, las comunidades de práctica en línea y el desarrollo de políticas nacionales de TIC en la educación, centrándose prioritariamente en África.
“Nos enfrentamos a una situación inusual con un gran número de países afectados por el mismo problema al mismo tiempo. Necesitamos unirnos no sólo para abordar las consecuencias educativas inmediatas de esta crisis sin precedentes, sino también para aumentar la capacidad de recuperación a largo plazo de los sistemas educativos”, dijo Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO.
Fuente: Infobae