Los coches emiten unos 3.000 kilogramos de CO2 por año. Las emisiones de metano por los rumiantes aportan gases de efecto invernadero en un porcentaje parecido a la aviación. Al sumar todo el transporte, el ganado, el cemento y la energía se alcanzan emisiones de 40.000 millones de toneladas de CO2 al año en todo el mundo desde 2014. A Ian Hunter, profesor neozelandés de ingeniería mecánica y director del Laboratorio de Bioinstrumentación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), este dato le parece insostenible y alarmante. “No podemos seguir así, con la gente inconsciente y los intereses de cada uno como principal preocupación. Hay que cambiar las mentes y queda mucho camino por recorrer”, asevera. Frente a este maratón complejo, el investigador ha puesto en marcha múltiples proyectos para sustituir las realidades industriales que dañan al planeta. Es el autor de 200 patentes que considera “tecnologías sostenibles y asequibles que cambiarán el mundo”, entre ellas inyecciones sin agujas, motores en las ruedas y baterías de carbono.
Hunter está convencido de que es posible sustituir todo el plástico de la medicina por nanofibras extraídas de la celulosa, inspirarse en los métodos del pasado para construir una nueva industria y transformar el metano que emite la ganadería en fuente de energía. “Hay que volver a lo que hacíamos hace años y crear nuestros propios productos”, explica. Para él, además, es imprescindible implantar las nuevas tecnologías en los países en vías de desarrollo porque ellos empiezan desde cero y sobre todo parar de consumir mucho más de lo necesario. «No tendría sentido proponer cambios si la gente no puede comprarlos. Y estoy seguro de que, con el tiempo, tecnologías como estas cambiarán el mundo”, afirma con seguridad el científico.
Inyecciones sin aguja y ruedas con motor
En la Fundación Ramón Areces, una parte de las innovaciones del ingeniero han sido presentadas por sus colaboradores. La primera de la lista es el sistema de inyecciones indoloras sin aguja. Patrick Aquetal, director general de Portal Instruments, ha afirmado que entre el 40% y el 55% de los pacientes con enfermedades crónicas no toman su medicina como es debido. “Es esencial cambiar el método para solventar este problema”, ha reiterado. La tecnología permite hacer un seguimiento informático en tiempo real de la salud del paciente.
El aparato está basado en un sistema de agentes electromagnéticos de densidad de alta potencia. Aquetal, para enseñar a su audiencia el funcionamiento, carga el mando con una muestra de agua, pulsa el botón y, en silencio, un chorro sale a una velocidad sorprendente en línea recta antes de esfumarse en el aire. Luego, científico repite la acción sobre un soporte redondo de poco más de 10 centímetros de diámetro. Una luz verde se activa, no se oye nada ni cae una sola gota. “Esta luz me demuestra que la inyección se ha hecho correctamente y como veis, no queda nada en el frasco”, añade levantando el bote diminuto.
La siguiente innovación que presenta es un coche parecido a una cápsula al estilo de Batman creado por Indigo Technologies. Es un vehículo que Marshall Chapin, presidente de la institución, califica de “altamente eficiente”. En las imágenes se ve un sistema ligero y flexible que se adapta a cualquier obstáculo, curva y superficie. La tecnología central del aparato es un “motor en las ruedas con suspensión activa integrada que libera a los diseñadores de encapsular un tren motriz tradicional”, detalla el ponente.
Hunter añade que es posible y necesario que todos los vehículos existentes en el mercado se alimenten a base de energía solar. «Eso sí, hay que tener en cuenta que los paneles solares ocupan espacio y podrían dañar la naturaleza. A los sistemas de movilidad se les podría integrar directamente las placas adecuadas sin afectar el terreno», explica.
Baterías de carbono y robots en forma de perro
Otra de las múltiples patentes que ha puesto en marcha Hunter, emprendedor de 25 empresas, son las baterías de carbono. Insatisfecho con la manera de almacenar la energía, el ingeniero propone un sistema renovable que alargue la vida útil del producto. Eli Paster, director de PolyJoule, ha desarrollado un modelo de batería sin litio, que se desarrolla específicamente para la red eléctrica. El sistema puede responder, según lo presentan, en microsegundos tanto a las cargas básicas como a las máximas. Además, está adaptado para incorporarse a múltiples mercados, según aseguran.
Al sumar todo el transporte, el ganado, el cemento y la energía se alcanzan 40.000 millones de toneladas de CO2 al año en todo el mundo
Para finalizar, Carl Maclnnes, director de ventas de cooperativa láctea Fonterra, propiedad de 10.000 agricultores, trabaja con Hunter para reducir y reutilizar el metano que emiten las vacas lecheras. Su objetivo principal es convertir el elemento contaminante en una fuente de energía. Las dos instituciones desarrollan también nuevos sistemas de control y optimización de la hierba utilizando robots agrícolas y el vidrio como embalaje. Antes de concluir, los ponentes enseñan un vídeo de un robot en forma de perro sin cabeza saltando y corriendo por el campo a dos metros de las vacas.
Y una última cuestión. Si todas estas tecnologías consiguen sustituir las que tenemos ahora, ¿qué hacer con los desechos generados por las herramientas que queden obsoletas?. Será una tarea muy complicada. Hay que abrir nuevas vías de reciclaje y reutilizar el material. Y sobre todo, hace falta imaginación y abrir los ojos, defiende el equipo de Hunter.
Fuente: El País, España