El interés por los juegos de mesa está en aumento desde hace algunos años. Y durante la pandemia más gente desempolvó tableros y fichas, en busca de un entretenimiento para los días de encierro.
El año pasado, según la consultora Grand View Research, este mercado movió unos 14.500 millones de dólares en todo el mundo; aseguran que, dentro de cinco años, llegará a los 47.800 millones.
Por otra parte, muchos especialistas recomiendan los juegos de mesa para mantener activo el cerebro. Destacan que incrementan la concentración y ejercitan la memoria, además de disminuir el estrés, aumentar la paciencia y ayudar a resolver problemas cotidianos.
Para que podamos disfrutar del juego que representa la mitad de las preferencias del rubro, aquí explicamos 7 técnicas para completar un rompecabezas de manera fácil y rápida.
7 técnicas para completar un rompecabezas de manera fácil y rápida
El rompecabezas, o puzzle, nació en 1766 cuando el cartógrafo y ebanista británico John Spilsbury presentó un mapa de madera titulado Europa dividida en sus reinos.
Había realizado el mapa en madera y luego lo había cortado en trozos con una pequeña sierra. Hizo todo esto con fines educativos, para que los chicos aprendieran geografía de manera más entretenida.
Los primeros rompecabezas, o puzles, eran mapas diseccionados con fines educativos.
Salisbury murió en 1769, cuando su proyecto quedó en manos de su viuda, Sarah y de su asistente Harry Asbby, quien luego se casó con la mujer. El príncipe Jorge, luego Jorge IV, rey de Inglaterra, estudió con mapas diseccionados gracias a su institutriz Lady Charlotte Finch. Algunos historiadores, incluso, le adjudican el invento a Lady Finch.
Si bien durante el siglo XIX, los mapas diseccionados comenzaron a difundirse por Europa y los Estados Unidos, fue a principios del siglo XX cuando el troquelado industrial de piezas de cartón los hizo mucho más accesibles. Los rompecabezas se convirtieron en un pasatiempo muy popular durante la Gran Depresión: se llegaron a vender 10 millones por semana.
La paciencia, como dijimos, está ligada al hecho de armar con éxito un rompecabezas. Sin embargo, existen torneos en los cuales los competidores tratan de tardar lo menos posible en armarlos. En España, en 2015, el arquitecto Fernando Iglesias unió 500 piezas en 53 minutos 19 segundos, considerado todo un récord.
Aquí, algunos consejos para armar un rompecabezas de manera fácil:
1. Elegir la cantidad de piezas. Si se trata de principiantes, lo más recomendable es uno de 100, o 200 si el armado será en familia. Los rompecabezas de 500 piezas también son recomendables, mientras que los de 1000 exigen un esfuerzo mayor. Y si la dificultad aumenta según la cantidad de piezas, también ocurre cuando hay más colores.
2. Buscar una superficie adecuada. Puede ser una mesa, un tablero de madera o una cartulina. Pero el fondo debe ser de un solo color; oscuro si la figura para armar tiene tonos claros, y viceversa.
3. Contar con buena iluminación. La luz natural es un imbatible, pero las lámparas LED también son recomendables.
Para principiantes, conviene medir la cantidad de piezas y no caer en el desánimo.
4. Dar vuelta todas las piezas. Este es el primer paso, para tener todo a la vista antes de comenzar con el armado.
5. Organizar las piezas según su color y forma. Agrupar las más claras y las más oscuras, por separado. También fijarse en las formas, porque habrá fichas más alargadas y otras más horizontales (los fabricantes siguen unos 16 patrones para realizar el troquelado). Para esta clasificación se pueden utilizar cajas u otro recipiente.
6. Armar el borde. Las piezas que tienen un lado recto son las que formarán el marco de la ilustración y las recomendadas para unir primero.
7. Armar el centro. Esta suele ser la parte más complicada. Pero si tenemos las fichas agrupadas por colores y formas, resultará más fácil. También si los jugadores se toman unos minutos de descanso cuando están “bloqueados”. Un buen consejo: siempre sacarse de encima piezas y nunca obsesionarse con una en especial.
Una vez armado el rompecabezas, las opciones son varias: desarmarlo, para volver a jugar, o pegarlo sobre un cartón y enmarcarlo para conservarlo. En este caso, seguramente, tendremos ganas de armar un nuevo rompecabezas.
Fuente: Clarín