Es sabido: el bienestar de la salud no es solo físico. Y si bien los temores y preocupaciones que giran alrededor de la pandemia están vinculados a intentar no enfermarnos, el estrés que estos miedos generan atentan contra nuestra salud mental.
No es casual entonces que prácticas como el yoga, el mindfulness y la meditación hayan actuado como una especie de antídoto natural contra la angustia y el insomnio, y su práctica se haya incrementado exponencialmente en estos tiempos.
De hecho, según una encuesta realizada recientemente por Yo Universal, 7 de cada 10 consultados declara que la pandemia le enseñó a valorar más su salud de manera integral, por lo que están más atentos a todos los factores que la integran: la salud física y también el bienestar emocional y anímico.
En este sentido, la consultora que se especializa en tendencias resalta que se produjo un crecimiento de lo que llaman el “bienestar autogestionado”, en las que la meditación y el mindfulness tiene gran protagonismo.
Los beneficios que trae la práctica se asocian a una mejor salud, bienestar y una regulación de las emociones negativas. Foto Shutterstock.
Aplicaciones y podcasts dedicados a la meditación también son cada vez más descargados y escuchados por personas a las que les cuesta conciliar el sueño y necesitan técnicas para calmar la mente y dominar los pensamientos.
De hecho, el uso de aplicaciones de salud mental y emocional creció un 130% en los primeros meses del 2021 con respecto al año pasado, según se desprende de un estudio realizado por la plataforma corporativa de bienestar integral Gympass.
A su vez, el 35%del uso de las apps que ofreció la plataforma durante 2020 provino de usuarios que accedieron a opciones vinculadas a la salud mental; y de marzo a diciembre, el uso de este tipo de aplicaciones se multiplicó por seis.
Si bien es una buena noticia que se incremente el interés por este tipo de prácticas, ¿es recomendable hacerlo con una app o un podcast? ¿Qué se necesita saber si se empieza a incursionar en ella?
Martín Reynoso, instructor de mindfulness, psicólogo y magíster en Salud, nos brinda claves para poder comenzar a practicar y nos aclara cinco cuestiones que es conveniente que sepamos sobre la meditación antes de empezar.
1- Nos insta a abrir los sentidos
Nuestra mente suele avanzar hacia atrás o hacia adelante de manera casi imperceptible. Repasar una situación en la que podríamos haber actuado de otra manera, o pensar en los pendientes y todo lo que tenemos que hacer y resolver es otra de las trampas. Si a eso le sumamos un contexto tan cambiante, incierto y difícil como el de la pandemia, poder relajarse para descansar o mantener la mente libre de pensamientos puede resultar todo un desafío.
“La atención en el presente nos ayuda a poder ubicar la mente en los sentidos, para poder abrirlos, poder enfocarnos en lo que está ocurriendo aquí y ahora”, resume el especialista.
Lo que termina ocurriendo es que sin darnos cuenta, podemos llegar a estresarnos: “Mientras estamos pensando comienzan a aparecer preocupaciones, angustias, pensamientos que continuamente van generándonos un malestar, muchas veces con la intención de querer controlar cosas. Entonces cuando logramos salir de esa nube de pensamientos (que a veces los llamamos ideación, o cuando son muchos rumiación), podemos conectar mucho más con el presente y disminuir nuestro malestar emocional”, asegura.
2- Ayuda a derribar las 3 ilusiones de la mente
Como se sabe, mantener la atención en el aquí y ahora no solamente ayuda a despejar la mente de pensamientos negativos y atraer valores y actitudes como la amabilidad, la paciencia, la alegría y la calma. También la atención totalizadora implica tener experiencias más saludables para nuestra vida.
“Con respecto a esto, algo que nosotros llamamos el poder ver las cosas como son realmente, lo que se llama la ‘visión clara’ o ‘visión cabal’ en el budismo, es algo muy importante y la meditación ayuda a que podamos hacerlo”, explica Reynoso.
El uso de aplicaciones de salud mental y emocional crecieron un 130% en los primeros meses del 2021 según un estudio. Foto Shutterstock.
Y continúa: “Tiene que ver con ser conscientes de las ilusiones de nuestra mente, que no nos permiten a veces ver la realidad tal cual es. Esas ilusiones son, por ejemplo, pensar que podemos controlar todo; otra es la seguridad, creer que podemos de alguna manera reforzar medidas para poder vivir seguros y eso sabemos que es en cierta medida otra ilusión, porque somos seres vulnerables, y nos pueden pasar cosas”, se explaya.
Por último, “la tercera ilusión es la de la permanencia, por eso la meditación nos ayuda a poder captar que la ‘impermanencia’ de la vida: que fluye todo el tiempo y está en movimiento. Es ficticio creer que las cosas se mantienen tal como son, que no son dinámicas”, agrega.
3- Puede practicarse en cualquier postura o momento
Otra de las ventajas de la meditación es que se trata de una práctica que podemos hacer en cualquier lugar en el que estemos, ya que -una vez que incorporamos el método- no necesitamos casi nada: de ser posible solo un mat o un almohadón de meditación llamado zafu.
Como explica Reynoso, “la posición de estar sentado es una de las maneras de meditar, es una posición formal así como hay otra que es con el cuerpo acostado, que también es una meditación de escaneo corporal”, sostiene.
Y agrega: “Pero meditación en un sentido más amplio se le llama a toda actitud contemplativa, en la cual nosotros asumimos una visión atenta, amable, curiosa y totalizadora de la realidad”, detalla.
Por eso, el instructor aclara que puede hacerse en una amplia gama de situaciones, como por ejemplo “cuando vamos caminando, o cuando estamos comiendo, o cuando nos estamos duchando”, porque, según argumenta, “casi en cualquier momento del día es posible tener una actitud meditativa. La meditación es un concepto amplio”, puntualiza.
Asimismo, el psicólogo explica que una vez incorporada la herramienta sí “se va evolucionando” hacia la práctica de meditación en posición sentada, ya que se pasa de posiciones más flexibles a posturas donde hay una mayor activación del cuerpo y un mayor esfuerzo.
“La posición sentada es necesaria en un momento, porque trabajamos muchos contenidos mentales y las emociones, y se hace en una posición de piernas cruzadas, conocida como posición del indio, que puede adquirir cierta dificultad en algunas prácticas, por ejemplo si se adopta la posición del loto o del medio loto, pero lo único importante para nosotros es que la persona tenga la espalda erguida, y que relaje el cuerpo con las piernas flexionadas y cruzadas”, sostiene.
4- Es importante contar con una guía
Si bien como se señaló es exponencial el crecimiento del uso de apps de meditación y yoga, Reynoso asegura que de ser posible, lo ideal es poder dar con una persona que oficie de instructora o guía.
“Lamentablemente la guía muchas veces se busca en audios de youtube o en lugares donde uno lee artículos o libros, pero la realidad es que está bueno tener una guía inicialmente, contar con alguien que tenga experiencia, que puede ser un instructor o un facilitador que pueda ayudar con las primeras herramientas que se necesitan incorporar”, aconseja.
Si bien suele asociarse a la posición sentada, la meditación puede practicarse un situaciones cotidianas. Foto Shutterstock.
En este sentido, resalta que importa menos el tipo de persona que sea, que las herramientas que sea capaz de transmitir, ya que lo que eso garantiza es “poder encontrar una persona que desarrolle un método serio, porque lo verdaderamente importante en la práctica meditativa es el método, y no tanto el carisma del profesor”, asegura.
Si a eso le sumamos la perseverancia, y el poder encontrar un momento del día para practicarla, es muy probable que pueda incorporarse casi como un hábito.
5- Representa un cambio de vida
Quienes meditan frecuentemente hablan de un antes y un después, ya que más que un hábito o una práctica, es una filosofía de vida.
Por eso, para quien quiera comenzar a acercarse a ella, Reynoso recomienda ir de a poco. “Mi consejo es darse a uno mismo la oportunidad de practicar, de conocer las prácticas meditativas, y que sea con alguien que lo enseñe de manera seria, con un método”, propone.
“Además, hay que tener paciencia, ya que no se trata de cambios inmediatos ni fugaces, sino que se supone que uno tiene que desarrollar el método y tiene que aprender a incorporar las técnicas que se van enseñando, por lo tanto es muy importante ser paciente”, adiverte.
Por último, propone tener en cuenta sus beneficios: “Es importante tener en cuenta que representa un cambio de vida, un hábito que se puede incorporar y que brinda mucho bienestar, mucha salud, alimenta y nutre nuestras emociones positivas y nos ayuda a regular mucho mejor las negativas”.
Fuente: Clarín