Salir a la ruta de vacaciones es un viaje que genera una gran responsabilidad por el flujo intenso del tránsito en la temporada de verano. Shutterstock
El tiempos de vacaciones, el cambio de quincena en los meses de verano es siempre un momento crítico en las rutas argentinas. Se juntan quienes salen de vacaciones con quienes regresan y, salvo en las autovías con dos manos separadas en cada sentido, la convivencia en la misma calzada de un gran número de automóviles que van en direcciones opuestas requiere mucha precaución y atención de los conductores a lo que pasa en el camino.
Mantener un ambiente tranquilo dentro del habitáculo es fundamental. Muchos creen que no influye tanto y que es divertido viajar con la música fuerte o moviéndose constantemente por juegos o bromas en los asientos posteriores. Es un error. Cuando un conductor no puede sentir bien el auto que lleva en sus manos, o cuando el ambiente interior quita su atención del parabrisas y los espejos retrovisores, empieza a perderse control del viaje.
La posición de manejo implica mantener los brazos semicurvos, los espejos alineados y la altura de modo tal que el sol no moleste cuando está bajo. (iStock)
Posición de manejo
Lo primero que se debe hacer al prepararse para un viaje de varias horas es establecer un perímetro de seguridad alrededor del asiento del conductor. Esto significa que no debe tener ningún elemento con el que sus brazos o cabeza puedan entrar en contacto y que puedan alterar su capacidad de maniobra.
Luego se debe adecuar la posición de manejo para tener los brazos aproximadamente en 120° de modo que no queden ni muy estirados ni tampoco muy encogidos, ya que ante una maniobra inesperada, es muy importante no perder ángulo de acción sobre el volante. Al establecer la altura del asiento en los casos en que sea regulable, se debe tener en cuenta el horario y el sentido del recorrido que se va a hacer. Si se sale temprano en dirección al Este o se llega tarde en dirección al Oeste, el sol estará de frente a muy baja altura. Si el asiento esta elevado, será una ayuda para complementarse con el parasol.
Una vez establecida la altura, posición e inclinación del asiento, la recomendación es regular los espejos retrovisores para que sean los ojos del conductor hacia atrás, tomando especial cuidado en que la carga en la parte posterior no tape el espejo central. Muchas veces -por ejemplo, ante una situación de lluvia- los espejos laterales se ensucian y no permiten divisar si vienen autos detrás o empezando una maniobra de superación.
El equipaje tiene que estar siempre por debajo de la línea superior de los asientos posteriores, para que en una eventualidad de frenada brusca o impacto, no vuelen cosas dentro del habitáculo y lastimen a sus ocupantes
Organización del equipaje
Antes de cerrar el baúl o portón trasero y que los integrantes de la familia tomen sus asientos, es fundamental verificar que todo el equipaje quede correctamente colocado en el lugar que debe ir. En los autos tipo rural o SUV, que tienen el compartimiento posterior incluido en el habitáculo, todos los objetos deben ir por debajo de la línea superior de los asientos traseros, colocando las cosas más pesadas abajo y las más livianas arriba. Esto se debe a que si hay una frenada de emergencia o incluso un impacto de atrás o contra un auto que va por delante, todos los objetos que estén por encima de la espalda de las plazas posteriores, saldrán volando hacia adelante.
Que las más pesadas estén abajo, además, permitirá que el centro de gravedad del auto esté más bajo también, con lo que la inercia que arrastre al vehículo lateral o longitudinalmente, en una curva o ante una frenada fuerte, sea considerablemente más baja. En los autos con el compartimiento de equipaje independiente, un baúl o la caja de una camioneta, sólo hay que tener cuidado en colocar el peso mayor debajo y no tapar el espejo central.
La última cosa que hay que hacer antes de iniciar el viaje es asegurarse que todo lo que se vaya a utilizar durante el recorrido, esté a mano de quién lo necesita. Si son juegos o revistas, un cargador de celular, alimentos o bebidas, todo debe estar colocado de modo tal que no haya que desatarse los cinturones para acceder a ellos. Si así fuera, y algo quedó lejos, hay que detenerse, bajar para alcanzarlo y seguir camino. Jamás hay que soltarse el cinturón y darse vuelta en el auto.
Comer mientras se viaja genera somnolencia. Es preferible comer poco, si es posible cosas dulces o frutos secos y mantenerse hidratado
Alimentación y cinta tape
El conductor debe mantenerse despierto y alerta. Esto no significa tenso o nervioso, pero tampoco debe estar completamente relajado. A más de 100 km/h, una masa de acero de 1.200 kg que se cruza con otra similar a igual velocidad que pasa a menos de un metro de distancia en el sentido opuesto, requiere suma atención.
Por ese motivo es recomendable elegir el horario adecuado para salir. Si se sale de madrugada, cuando amanece se produce un efecto de somnolencia muy común dado por el brillo de la luz exterior sobre los ojos acostumbrados a la oscuridad o una claridad relativa. Si se retrasa el horario de salida hasta que el sol ya empezó a aparecer en el horizonte, esa claridad no será una molestia.
La alimentación es el segundo factor que genera un estado de sueño, la conocida “fiaca”. Por ese motivo es recomendable que quien va a conducir no ingiera muchos alimentos mientras está al volante. Comer genera que el proceso digestivo utilice más sangre en intestinos y estómago, pero a la vez, eso implica una disminución de la irrigación del cerebro, por lo tanto, el primer síntoma es de cansancio. Por otro lado, no mantenerse correctamente hidratado también causa dolor de cabeza y sueño, por lo tanto para quién va conduciendo un auto en ruta es recomendable consumir líquido con cierta frecuencia. Por supuesto, nunca se debe tomar ninguna bebida alcohólica cuando se va a conducir.
El resplandor que generan los cromados en el interior de los autos modernos es una gran molestia para los conductores
Cinta tape
Lo de la cinta tape de color parece una broma pero no lo es. Los autos modernos, por alguna razón no muy clara, tienen exceso de partes cromadas en el interior, que conjuntamente con las pantallas ya habituales en los tableros, son generadoras de reflejos y brillos muy molestos para el conductor. Cuando un resplandor da justo en los ojos durante varios kilómetros, es común que quien conduce se mueva de su posición, o peor aún, saque una mano del volante para tapar ese brillo. Cualquiera de ambas cosas no deben hacerse, por eso, con un trozo de cinta adhesiva que se va pegando en el punto de reflejo, se soluciona el problema.
También es común ver que se cubren las ventanas laterales delanteras con algún tipo de tela, que puede ser un repasador o una remera, para evitar que el sol entre lateralmente en el habitáculo generando esos brillos o mayor temperatura. No hay que obstaculizar la ventanas delanteras ni tampoco parcialmente los cristales de adelante y atrás, porque se reduce el campo visual del conductor, además de tapar los espejos. Algo similar ocurre con los acompañantes que suben las piernas al tablero. Además del peligro que eso implica porque si el airbag se activa puede fracturarle las piernas a esa persona, en general esa postura también tapa el espejo retrovisor derecho.
Ver más allá siempre permite detectar problemas, tanto climáticos como maniobras peligrosas que puedan hacer otros conductores
Mirar más allá del capó
Este es un consejo que sirve para todo momento, pero que en la ruta es especialmente importante. La interacción de tantos vehículos al mismo tiempo, y la distracción de muchos al conducir, generan constantes situaciones de peligro potencial. Si se conduce mirando cien o doscientos metros hacia adelante y se verifican constantemente los espejos, cualquier maniobra, error de conducción o desperfecto mecánico que puedan surgir de los vehículos que están alrededor, podrá ser visto con tiempo como para evitar un incidente.
Hay muchos ejemplos, pero vale mencionar uno muy habitual, que puede generar un accidente de graves consecuencias o ser evitado si se percibe a tiempo. Cuando un auto que viene en dirección opuesta pisa su banquina, es decir se va hacia su derecha, inmediatamente hay que frenar y estar preparado para esquivarlo, porque es muy normal que al volantear para volver al camino, ese auto que tiene las ruedas doblando hacia la izquierda, se pase de carril una vez que está sobre el asfalto y se venga encima de quienes van de frente.
No hay que tener temor a la ruta, sino tomarla con respeto y cuidado. Conducir puede ser muy placentero y terapéutico. Y si el tránsito es muy pesado, hay que tener paciencia y no hacer maniobras que puedan poner en peligro a propios y terceros.
Fuente: Infobae