Decir que la mayor fiesta popular del Brasil es el Carnaval de Río de Janeiro, es remontarse a un mundo imaginario cargado de fervor y entusiasmo. El “Carnaval Carioca”, que atrae multitudes y se vive como ningún evento de similares características en la pasión de la gente…, ya se palpita.
Decir carnaval de Río es manifestar alegría, diversión y, por qué no, desahogo de tantas vicisitudes en la vida de algunas personas, generalmente, de aquellos habitantes de las favelas que son, en cierta medida, la cuna de los bailarines pasistas y “garotas” morenas, negras, rubias o mulatas que se visten de color y fantasía para vivir cinco días “locos”, en un mundo transformado por la euforia del carnaval.
La conmemoración carnavalesca data de aproximadamente 4000 años A.C. y allí por 1641 los portugueses lo trajeron al Brasil.
Aunque a decir verdad, la fiesta, que tan solo dura cinco amaneceres, comienza, en la mayoría de las agrupaciones con un arduo trabajo, a fines del mes de marzo y hasta minutos antes de presentarse en el “Sambódromo Marquez de Sapucaí” y, aun alli, se continúan ultimando detalles.
Es allí donde surgen la batidas contagiantes de las baterías de las Escolas do Samba, que dan el ritmo marcante de cada agrupación. Este conjunto de personas se concentran para mostrar sus talentos o simplemente divertirse, dejando de lado su condición social, para sumarse a conseguir el triunfo final de su agrupación.
Mujeres, empresarios, jóvenes, ancianos y niños provenientes de barrios y comunidades de la ciudad, se divierten como si el mundo acabase luego de la festividad. Para que todo esto llegue a un final feliz es necesario, también, el trabajo de distintas cabezas guías como: ingenieros, carpinteros, soldadores, pintores, electricistas, costureras, zapateros y cientos de trabajadores se dan cita en la llamada “Ciudad del Samba”, esa verdadera fabrica de carnaval, situada en la Gambóa y no lejos del Sambódromo.
Ese espacio es el lugar donde se fabrican los carruajes y disfraces conjuntamente con todas las alegorías y ornamentos para distinguir la ilusión de los participantes, este espacio físico de gran magnitud –ya que agrupa a la mayoría de las principales escolas-, es coordinado por la Liga Independiente de las Escolas do Samba de Río de Janeiro.
Durante los días del desfile, el Sambódromo y sus alrededores adquieren una intensa vida nocturna, con la visita de millares de turistas mezclado con ciudadanos locales y con integrantes de distintas escolas ya fantaseados, donde la cerveza es la verdadera reina en la preferencia de los consumidores, con millones de litros vendidos.
Río, la capital del carnaval, ofrece una enorme variedad de atracciones que ocurren en este período pre-carnavalesco y durante la fiesta, en su mayoría, los bailes tienen precios bien accesibles y se realizan en locales donde los farristas acceden sin dificultades, aunque siempre existen excepciones como la del hotel más lujoso de Río, el Copacabana Palace, con eventos más sofisticados.
Un lugar ya tradicional es el “Terreiro do Samba”, espacio al aire libre que resucita la atmosfera de la “Praça Onze”, este gran plaza cerquita del sambódromo y cuna del nacimiento del samba, este lugar funciona desde antes de la abertura oficial del carnaval, contando con una enorme y variada programación todas las noches, acompañada por una plaza de alimentación de 50 barracas con comidas diversas y bebidas en general.
El precio de las entradas varía desde 538 reales a R$1400 es decir unos 3300 Pesos Argentinos hasta 8700 de la moneda argentina dependiendo la ubicación.
La fiesta se vive a pleno con anticipación y se esperan algo más de un millón y medio de turistas internacionales que se sumaran a los 4,5 millones de brasileños, que dejaran en las arcas de la capital de los cariocas aproximadamente 1 billón de dólares.
El desfile en el Sambódromo Marquéz de Sapucaí comienza el viernes 9 de febrero y el sábado 10 con los grupos de ascenso y continuara el domingo 11 y el lunes 12 con las Escolas del Grupo Especial y la coronación, con desfile incluido, será el sábado 17 del corriente mes y donde las principales marcas de cerveza esperan vender más de 6 millones de litros de la rubia bebida.
Río de Janeiro ya palpita la mayor fiesta popular del Brasil: el Carnaval Carioca… y te invita a compartirlo.