“Si la única herramienta que posee es un martillo, pensará que toda cosa que se le presente se parecerá a un clavo”. Mark Twain
Esta afirmación del autor muestra cuan limitados podemos ser en el momento de alternar con otros con relación a sus juicios y a sus opiniones.
Si nuestros juicios están orientados solo hacia lo que creemos que es correcto para nosotros, no vamos a poder aceptar lo que no empate con nuestro martillo.
Y quien sabe cuántas posibles formas de apreciar y enfoques se escapen a nuestra elección de visión limitada.
Aquí habrá que prestar especial atención a la tolerancia que es la virtud que tiende a evitar los conflictos ya que un espíritu tolerante será aquel que desarrolle el arte de ser feliz en compañía de otros.
La podríamos definir como uno de los valores humanos más respetados e íntegros ya que contempla la aceptación de la diversidad en todas sus facetas tan inherente a la naturaleza humana.
Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y de posicionarse en la vida, en el tiempo que les toque vivir y nutridos de todas sus buenas y no tan buenas experiencia, entiéndase, aprendizajes al fin.
El mundo va cambiando, evolucionando e involucionando en casi todas sus formas. No debemos esperar que solo se presenten los clavos ya que hay cantidad de herramientas que desde distintos formatos alternarán con gran elocuencia con nuestro martillo.
Es interesante destacar que el vocablo tolerancia proviene de la palabra en latín “tolerare”, la que se traduce al español como “sostener”, o bien, “soportar”.
Tal es su relevancia que el 16 de noviembre fue instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Tolerancia. Esta es una de las muchas medidas de la ONU en la lucha contra la intolerancia y la no aceptación de la diversidad cultural.
Escribía el Mahatma Gandhi, líder de la revolución pacífica que derivó en la independencia de la India, en una carta enviada a sus discípulos en 1930, mientras estaba encarcelado “La tolerancia puede llevar implícita la suposición injustificada de que la predica de los demás es inferior a la nuestra»,
Tolerar conlleva, de alguna manera, cierto germen de superioridad, ya que hay un tolerante y un tolerado.
Quizá, después de todo, no se trate solo de ser tolerante, sino de aprender a aceptar.
Practicar la tolerancia no significa renunciar a las convicciones personales ni atemperarlas. Sin embargo, es una de las herramientas más valiosas de la inteligencia humana y se aplica cuando decidimos usar los zapatos del otro o sentarnos en su silla.
La intolerancia se trata de una responsabilidad de la que nadie escapa, sugiero entonces, que nos adelantemos y seamos capaces de ser tolerantes con nosotros mismo y nos dispongamos a alternar con todo lo que el mundo se empeñe en enseñarnos.
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Sandra Auteri – Locutora Nacional MN 10.523
Difundir valores a través de palabras cotidianas es un desafío que les propongo transitar.
La consigna es que en cada encuentro, teniendo como guía la palabra elegida, podamos celebrar nuestras fortalezas y superar nuestras limitaciones.
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