Reconocer nuestra propia fuerza interior hace que nos empoderemos. Que tengamos la certeza que lo que creíamos nuestros límites puedan convertirse en ilimitados.
Nos sorprendemos y admiramos de las fortalezas de los otros sin tomar conciencia de las nuestras y, sin reconocerlas, las ponemos al servicio, en ocasiones, de quienes apenas conocemos.
Cuantas veces excedemos nuestras fuerzas para aliviar el peso de la carga ajena sin tener compasión por el peso que genera en nosotros mismos.
La fuerza que cada uno forje en su interior le ayudará a salir airoso de cualquier situación desfavorable y a su vez logrará que su alma evolucione y siga creciendo y para de verdad empoderarnos, será necesario cambiar nuestra conducta y nuestra actitud.
De nada servirá concentrarse en el problema que ya se presentó, el verdadero desafío será enfocarse en la solución. Tomar el problema como una oportunidad más para descubrir nuevas posibilidades o nuevas formas de explorar nuestros límites y porque no, desarrollar nuestra creatividad y así aumentar nuestra fortaleza.
En una palabra, nos vendrá bien sacar partido de ese problema. Sacarle el jugo. Que sepa que no va a doblegarnos fácilmente. Que decidimos vivir la vida de pie y que si nos caemos… volveremos a pararnos. Será apenas una muestra de que decidimos volver a hacer las cosas que nos benefician en lugar de abandonarlas.
Iremos en busca de aspiraciones más altas que afirmen esta fuerza interior en progresión y muestren que uno se supera en cada momento de la vida agradeciendo lo aprendido.
Uno de los principios fundamentales para crecer y desarrollar nuestra fuerza interior será entonces la capacidad de mirarnos a nosotros mismos.
De esa manera podremos saber qué pensamos, cómo funcionamos, en qué áreas nos va bien y en qué áreas debemos trabajar un poco más. En nuestro interior tenemos recursos extraordinarios y fortalezas que tal vez no hemos utilizado. Pero sabemos que están ahí.
Están ahi, solo tenemos que reconocerlas para volver a hacer uso de ellas.
Enumeremos… Que recursos y fortalezas tenemos?: y empecemos a reconocerlas…
– Yo soy leal
– Yo soy alegre,
– Yo soy…
y así.
Verán que partiendo de esta lista lograrán redescubrirse y potenciarse y no se permitirán desistir. Cuando detecten que un camino no los lleva adonde quieran ir, simplemente tomarán otro.
Y yo… con ustedes.
_____________________________________________________________________
Sandra Auteri – Locutora Nacional MN 10.523
Difundir valores a través de palabras cotidianas es un desafío que les propongo transitar.
La consigna es que en cada encuentro, teniendo como guía la palabra elegida, podamos celebrar nuestras fortalezas y superar nuestras limitaciones.
www.sandraauteri.com.ar