Si buscamos el significado de la palabra valor veremos que refiere a varios conceptos en los que puede mencionar a una cualidad, una virtud, un talento personal; al coraje o el descaro de una persona; a la importancia, el precio o la utilidad de algo. Proviene del latín valor, valōris.
La amistad que cultivamos es un valor que con gran descaro, nos regalamos y la celebraremos conectando con una persona que nos importa y a la cual, le importamos.
Las redes sociales, plasman en sus estadísticas que algunas personas pueden tener desde 5000 a un millón o más de amigos, con los que se comunican con mensajes o emojis. Ahora bien. Es interesante observar que, si ajustamos esa estadística, solo podremos contar a nuestros amigos con los dedos de las manos.
El desafío será salir de la ilusión y revalorizar la amistad y definir y refrescar el vínculo con aquellos que vivimos y compartimos sensaciones verdaderas.
La amistad se nutre y se ratifica con experiencias compartidas, con confidencias y escucha hospitalaria. Con los amigos, dice el pensador italiano Francesco Alberoni, en su tratado La Amistad, llegamos a un punto en común habiendo partido de lugares diferentes.
Ninguno trata de cambiar al otro; la aceptación es, como en ninguna relación, la condición permanente y esencial. Los verdaderos amigos toman lo que el otro les dice sin doble escucha, sin interpretación y sin sospechas. Se le cuenta al amigo lo que a nadie.
Desde las energías, Noelia, es enfática en que hay que aprovechar la oportunidad que nos da la vida de tener amigos. Ellos nos dan la ventana por la cual salir de nuestra estructura familiar. Nosotros, indica ella, no podemos tener muchas personalidades a la vez, nosotros solo somos una sola persona, entonces tener en nuestro círculo cercano a esas personas de confianza, que sabemos que están con nosotros dando lo mejor de ellos, hace que crezcamos juntos.
Elegir amigos es un reflejo nuestro, no hay obligación. Nosotros tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, pero se enriquecen sabiendo que nuestros amigos nos sostienen y nos fortalecen. Así, podremos vivir una vida más plena, más feliz.
Ellos son una gran oportunidad para iluminarnos y definirnos como personas. Nos ayudan a potenciar lo que no sabíamos que teníamos. Con los amigos, aprendemos a tener miradas diferentes sobre nosotros mismos. Recibimos nuevas energías y a su vez las expandimos.
Será muy enriquecedor tener distintos tipos de amistades, gente de mayor que vos, porque nos dan información que antes desconocíamos, ayudan a comprender mejor algunas cosas, gente más joven que vos, que te actualizan, no te dejan envejecer, gente que tiene un idioma diferente que te obliga a hacer un esfuerzo para comunicarte. Todo esto nos potencia.
Un tip clave para ser un buen amigo, desde las energías, será el de no juzgar.
Desde los Hábitos Saludables, Ester Poelstra, recomienda el mindfulness para fomentar una forma sana de conectar con nuestros amigos. Este tipo de terapia propone estar atentos, aquí y ahora. En sus pilares, el mindfulness, recomienda fortalecer el vivir la amistad en presente, ya que colabora en mantener el rumbo. Nos vuelve al momento presente, a sentirnos.
Estar atentos, se entrena. La amistad fortalece nuestros circuitos neuronales y los mapas mentales para vivir en presente con lo que está sucediendo dentro y fuera de nosotros.
A aquellos que quieran ampliar su red física de amigos, nos permitimos sugerir dedicar espacio, recursos y tiempo para encontrar a aquellos cuyas energías nos empaten.
Encontrar en nuestros tiempos de ocio en lugares donde se desarrollen esas cosas que nos gustan y que puedan provocar estos encuentros (talleres de deportes, cine, teatro, club de cocina, turismo y otros).
Compartir espacios con personas que tengan nuestras mismas inquietudes puede que sea el lugar ideal para conocer a nuestros futuros amigos.
Cambiar la mirada, mirar a la persona y no a sus defectos, colaborará para identificarlos, rápidamente. Es la única relación que requiere la aceptación de las dos personas.
La amistad, responde a necesidades inmediatas: de seguridad, de aprobación de los otros y de rechazo a la soledad, aportando gratificaciones como la compañía y el sentirse comprendido y querido.
Del amigo se aprende de sus experiencias, de sus conocimientos y vivencias.
Es la única relación que requiere la aceptación de las dos personas. Se dice que… teniendo un amigo se puede conquistar el mundo.
Rescaten de su memoria esas sensaciones de sentirse plenos y vayan en busca de sus amigos.
Como la amistad se cuece a fuego lento, animémonos a encender las hornallas de nuestra alma.
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Difundir valores, a través de palabras cotidianas, es un desafío que les propongo transitar. La Luz de las Palabras, programa radial, propone diferentes formas de abordarlas.
La consigna es que en cada encuentro, teniendo como guía la palabra elegida, podamos celebrar y superar lo que creamos que son nuestras limitaciones: desde la palabra como tal, desde lo que le aporte a nuestro cuerpo físico y desde las energías que nos invite a despertar.
Sandra Auteri – Locutora Nacional MN 10.523 – www.sandraauteri.com.ar
Ester Poestra – @Eligiendo
Noelia – @Cuántico Despertar