Hace una semana el tema, en esta columna, fue el fenomenal “Tintín” de Hergé.
Esta vez será un nuevo vistazo sobre lo que, seguro, en muchos (muchísimos) provoca alguna, todas u otras de las sensaciones/sentimientos citados en el título.
Si “sienten” la validez de la propuesta, siguen, ya, el dato, el recuerdo y los desafíos “reales”, transmutados en identidades y/o el ejercicio intelectual y de imaginación.
“Cuatro amigos jugando al truco, apenas los infaltables ruidos de la cercana Avenida Maipú y Louis Armstrong que murmuraba en la radio”.
En Vicente López, el Gran Buenos Aires (si se quiere, hoy, AMBA). Inicio de la historia, allá por los ¿cincuenta del siglo XX?
Juan Salvo, dueño de casa y su mujer Elena e hija Martita. Los “jugadores”: Favalli, Lucas y Polsky. La radio cambia, súbitamente, a una extraña noticia sobre una explosión en el océano Pacífico, de inmediato se corta la electricidad y un “inusual” silencio se apropia de la calle.
Miran a través de la ventana, observan la ciudad cubierta por una especie de nieve luminiscente que cae en copos redondeados desde el cielo, también son visibles cadáveres de transeúntes nocturnos y vehículos chocados.
La siguiente imagen: vecinos que al abrir para ver lo que ocurre, mueren al contacto con esa “nieve”. La deducción rápida es que el motivo del silencio es esa rara nevada. Juan corre hasta comprobar que todo está bien cerrado. Polsky, preocupado por su familia, sale sin escuchar advertencias y fallece tras solo dar algunos pasos. Favalli, erudito e ingenioso profesor de Física, encuentra solución para no morir de hambre: un traje aislante que proteja al cuerpo del contacto con los copos.
Con Salvo y Lucas parten en busca de comercios con productos para subsistir. En la ferretería se agrega un nuevo personaje: Pablo, de 12 años, a salvo por estar encerrado en el sótano por el dueño del local. Van hallando otros sobrevivientes, y la situación desencadena y deviene en anarquía y violencia social. Un desconocido asesina a Lucas para robarle la vestimenta.
Resuelven escapar de la ciudad lo antes posible, pero no llegan a hacerlo. Pronto descubren, al ver en la distancia el descenso lento, como un aterrizaje, de bolas de fuego, primeras señales que los sucesos podrían ser consecuencia de una invasión extraterrestre. Un historiador y un tornero, Mosca y Franco, se suman al grupo.
Habrá una primera batalla en la avenida General Paz… ¿Hay razones para seguir contando? ¿Por qué privar de la lectura o relectura adelantando (Spoiler) o despertando la memoria? No las hay.
“El Eternauta” es una historieta argentina seriada, género dramático de ciencia ficción, creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López. Publicada desde 1957 hasta 1959 en la revista “Hora Cero Semanal”, tres páginas por entrega semanal. Después, gran cantidad de reediciones, secuelas (“El Eternauta II”), alguna casi inédita y cambios a través del tiempo.
Ganó premios nacionales e internacionales… Ya en este tercer milenio, los Eisner en distintas categorías. En 2015 se editó en Estados Unidos por Fantagraphics Books y en 2020 la plataforma de streaming Netflix anunció una serie para todo el mundo (Sigue la espera. El último “adelanto” es que se estrenará en la segunda mitad de este 2024: Seis episodios escritos por Bruno Stagnaro con Ariel Staltari, rodados en locaciones y sets de Buenos Aires, con Ricardo Darín como Juan Salvo, junto a Carla Peterson, César Troncoso y Andrea Pietra). Un desafío que muchos idearon e intentaron durante décadas y, tal vez, ahora con la tecnología digital, los efectos especiales, la IA, recreaciones de escenarios, hologramas, etc. pueda hacerse posible. Un deseo que nos debemos (o todavía nos deben).
Héctor Germán Oesterheld, (Buenos Aires, 23 de julio de 1919/desaparecido en 1977 y asesinado por militares en 1978). Guionista de historietas y escritor, autor de numerosos relatos breves de ciencia ficción y novelas, publicó en revistas como Misterix, Hora Cero y Frontera sus cómics, unitarios o por capítulos. Personajes: “Sargento Kirk”, “Bull Rocket”, “Ernie Pike”, “Mort Cinder”, “Sherlock Time”, entre otros.
Francisco Solano López, (Buenos Aires, 26 de octubre de 1928 y 12 de agosto de 2011). Dibujante de las más importantes historietas locales, su “Eternauta” original es su “bastión de reconocimiento”. Comenzó en Editorial Columba. La dupla con Oesterheld fue a partir del 55 con “Bull Rocket” en Misterix. Suma incontables guiones, de los más prestigiosos creadores, hasta los primeros años de éste siglo XXI.
“El Eternauta” es, sin duda, una obra maestra. Carlos Trillo y Juan Sasturain, en distintas notas enlazan a los invasores y sus métodos como referencias veladas y anticipatorias a los golpes de estado que se vivieron y a vivir en el país. Sus tres versiones “coincidieron” con gobiernos de facto: Revolución Libertadora, Revolución Argentina y la cruenta dictadura cívico-militar del “Proceso”. El día su “nacimiento” (4 de septiembre) es el de “La Historieta Argentina”.
A un clic de distancia, “60 segundos de Oscuridad – Homenaje a El Eternauta”. Una recopilación de cinco minutos de cortos, hechos por fans de la obra cuyos créditos aparecen en el final y un fragmento de un serial de radio del Canal Universo.
Gracias por sentir que eran válidas estas líneas y que este tiempo es oportuno, también, para hacerlo y “repensar” cada viñeta o cuadrito (como quieran) no solo en lo que se ve y lee.
Cuídense, en todo y por todo. Más que nunca…
Norberto Tallón