Compositor, arreglador, cantante, guitarrista y pianista de Bossa Nova, Música Popular Brasileña (MPB) y música clásica.
Antönio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim nació en Río de Janeiro el 25 de enero de 1927, hijo de Jorge de Oliveira Jobim, tuvo dos esposas (Thereza de Otero Hermanny y Ana Beatriz Lontra) y cuatro hijos (Paulo, Elizabeth, Joäo Francisco y María Luiza).
Se lo conoció también como Antönio Carlos Jobim, Tom de Vinicius, Maestro Soberano y, fundamentalmente, en el mundo entero: Tom Jobim. Uno de los “Padres” de la Bossa Nova, el gran “exportador” y difusor de su condición, fuera de las fronteras de su país.
Parte de la música popular brasileña derivado del Samba y con fuerte influencia jazzística, surgió a fines los ’50 con Joäo Gilberto, Vinicius de Moraes, obviamente Tom. Se sumaron jóvenes cantores y compositores cariocas de clase media de la zona sur de la ciudad (entonces capital del Brasil). Comenzó con la consideración de una nueva forma del Samba pero culminó en una “revolución estética” dentro del clásico ritmo urbano: instrumentación simple, manejo de las disonancias, resultantes de una expresión con un lirismo íntimo y su propio lenguaje.
En Claude Debussy, Frédéric Chopin y Heitor Villa-Lobos encontró influencias decisivas. Compuso al más alto nivel y lo fusionó, junto a artistas estadounidenses, con el Jazz en los años 60, a su vez, unió el Samba y el folklore local con armonías del “Cool Jazz”, de igual manera, los musicales de la neoyorquina Avenida Broadway. La guitarra la limitó, básicamente, al acompañamiento tranquilo de los ritmos sincopados del Jazz. Su voz, suave, sencilla y ligeramente ronca subrayó la emoción de las letras.
“Garota de Ipanema”, tema deTom con letra de Vinicius de Moraes, fue una de las canciones que difundió el género a lo largo y ancho del planeta (La versión de Stan Getz con Astrud Gilberto fue principal responsable), en español “La Chica de Ipanema” y originalmente “Menina que passa”. En 1965, Jobim y Vinicius le confesaron a Helô Pinheiro (Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto) que ella había sido la musa inspiradora. Cuando ésta se casó, Tom y su esposa Thereza fueron los padrinos de la boda. Helô es dueña de una cadena de locales de venta de bikinis llamado (¿Había otra alternativa?), “Garota de Ipanema”.
Antes de la música estudió arquitectura, pero pronto saltó al piano en los night-clubs y a trabajar en salas de grabación. Su primer registro fue, en 1954, como líder de “Tom e a sua banda” y el inicial éxito, 1956, lo obtuvo con Vinicius, en parte de la música de la obra teatral “Orfeo da Conceição” (luego en el cine “Orfeo negro”). Allá por el año 58 produjo, con algunos temas de su autoría, un disco al guitarrista y cantante João Gilberto, otro punto de partida esencial del fenómeno, con “Chega de saudade” (título sin traducción directa y válida al español).
La repercusión en el exterior ocurrió por 1962, con el sorprendente suceso de su tema “Desafinado”, en versión del saxofonista norteamericano Stan Getz. La siguiente temporada, acompañado por otros compatriotas, participó en un espectáculo en el Carnegie Hall. Así, con las ganas y las creaciones el ritmo se transformó en acontecimiento sin fronteras y los jazzeros se acercaron a él. Con Frank Sinatra grabó, 1967, un particular arreglo de “Garota de Ipanema (Girl From Ipanema”.
A lo largo de su carrera siempre prefirió para grabar los estudios por sobre las tomas en vivo en las giras u otro tipo de presentaciones. Su producción discográfica con sus composiciones y las diferentes facetas que emanaba fue publicada por los sellos Verve, Warner Bros., Discovery, A&M, CTI y MCA. Muchas de sus canciones se han convertido en reconocidos Standards de Jazz. Ella Fitzgerald y el ya citado Sinatra destacaron sus obras en sus álbumes “Ella abraza a Jobim” (1981) y “Francis Albert Sinatra & Antônio Carlos Jobim” (1967), respectivamente. El álbum recopilación de 1996 “Wave” (The Antonio Carlos Jobim Songbook) incluyó interpretaciones de Oscar Peterson, Herbie Hancock, Chick Corea y Toots Thielemans. Editó gran cantidad del fruto de su “universo” tanto como intérprete como compositor.
Más tarde se concentró en el cine y la televisión local. Hacia 1985, con el auge de las llamadas “Músicas del Mundo”, encaró un tour con un grupo en el que estaba su segunda mujer, Ana, sus hijos Paulo y Elizabeth y varios ejecutantes amigos.
Su último álbum fue “Antônio Carlos Brasileiro”, al que muchos “distinguen” como su “primer trabajo” ya que fue único titulado con su nombre de nacimiento. Fue lanzado tres días después de su muerte a los 67 años de edad, a causa de un tumor de vejiga y en recuperación de la cirugía, en el Cedars Sinai Hospital de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. Este domingo (8 de diciembre) se cumplen treinta años de ese triste momento.
En su homenaje se designó al legendario Galeäo como “Aeropuerto Internacional de Río de Janeiro Tom Jobim”.
El Festival Internacional de Jazz de Montreal (Canadá) entrega anualmente, desde 2004 el premio “Antonio Carlos Jobim”. En la playa Ipanema el ayuntamiento de Río de Janeiro inauguró, a principios de 2014, una estatua de tamaño real, realizada por la escultora Christina Motta, en arcilla y bronce que lo muestra en plenitud física, caminando y con la guitarra sobre el hombro derecho.
En Santiago de Chile, la Plaza Brasil tiene un monumento en su honor, bajo un árbol de tilo con un monolito que puede encontrarse hacia el oeste del paseo. Se inauguró en 1995. Asimismo existen incontables premios por su tarea musical a lo largo de su vida.
A un clic de distancia, Tom Jobim y Elis Regina, a quienes muchos críticos y público consideran el “Mayor Dúo de la Historia de la Música Brasileña”, cantan “Aguas de Março (Aguas de Marzo)“, registro en vivo sin especificación de lugar y fecha (Probabilidad: Festival de Jazz de Montreal/1974). Compuesta en 1972, lanzada en un simple y dos años después la versión en dueto para el LP “Elis & Tom”, logró gran repercusión comercial. Para esta versión están acreditados en el grupo de acompañamiento: Cesar Camargo Mariano y Tom (piano), Hélio Delmiro y Oscar Castro Neves (guitarra), Luizäo Maia (bajo eléctrico) y Paulinho Braga (batería).
Cuídense mucho, muchísimo más, como no lo han hecho antes, sin pensar el nunca, que es ahora.
Norberto Tallón