Crucigrama: Nippur de Lagash

La historia de un guionista “incorruptible” – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Entre 1967 y 1998 se publicó una historieta argentina, creada por el guionista Robin Wood y el dibujante Lucho Olivera. Basada en parte en personajes históricos y famosos mitos de la Edad Antigua. Ocurre, prioritariamente, en la Sumeria del Milenio III a. C, en la región histórica del Creciente Fértil (llamado, también, “Medialuna de las tierras fértiles”, zonas del Levante mediterráneo, la Mesopotamia y Egipto, entonces ocupaba actuales territorios de Israel, Jordania, Líbano, Palestina, Siria, Irak, Kuwait, España, el sudeste de Turquía y noreste de Egipto). Se considera el lugar originario de la revolución neolítica (designación de la primera transformación radical de la forma de vida de la humanidad, pasando de nómada a sedentaria, con una economía productora basada en el agro y la ganadería, en occidente (Definición del arqueólogo y filólogo australiano Vere Gordon Childe).

El nombre del protagonista Nippur de Lagash surge de la antigua ciudad sumeria de Nippur, lugar de nacimiento de sus padres, y luego tomó el agregado de Lagash, cuando partió en un exilio forzado.

Fue (Es) una de las historietas más populares, recordadas e hito básico del género en La Argentina.​ Contando el primero, “Historia para Lagash”, se publicaron 446 episodios. El inicial concebido como unitario apareció en el N° 151 de la revista “D’artagnan”, sello de la Editorial Columba (1967). Doce años más tarde, el continuo éxito le otorgó al personaje su propia “marca”: “Nippur Magnum”.

Las primeras historias, lanzadas en blanco y negro, presentan a los personajes de las leyendas, así como los conflictos que deberán resolverse a lo largo de la misma. Las siete primeras entregas son unitarias, encabezadas por Nippur y Ur-El de Elam, quienes luego de abandonar obligados Lagash (La ciudad de las Blancas Murallas) por la traicionera invasión del rey Luggal-Zaggizi de Umma. Los amigos, tras jurar venganza, se largan a los caminos para vivir constantes aventuras, con lazos históricos reales en ellas. En el capítulo “Yo vi a Gilgamesh buscando su muerte”, Nippur conoce a su inmortal amigo.

A partir de 1971 se desarrollan distintas etapas, con un hilo temático específico: “La saga de los hititas en Egipto” (1971/72), “Flashbacks” (1972/73), “La saga de la búsqueda de Teseo” (1973/74), “El Incorruptible” (1974/78), “La saga del ojo de Nippur” (1978), “Historias mínimas” (1978/79), “La saga de Ramsés” (1980/82), “La saga del nacimiento de Hiras” (1983), “La saga de los hermanos tatuados” (1984/85), “Volver” (1986/87), “La saga de la Reconquista” (1987/90), “El Rey” (1990/91), “La saga de la muerte de Nippur” (1991), “La saga de Laramar” (1991/92), “De vuelta a los caminos” (1993/94), “La saga de la Reina y el Extranjero” (1994) y “Últimas aventuras” (1994/98).

En otro serial de gran suceso (creado por Lucho Olivera) ocurre el “encuentro”. Es en “Gilgamesh el inmortal”, el N° 1, el primer crossover de la editorial con un “cameo” de Nippur, en los N° 17 (“Génesis”) y 20 (“Delirio”) Nippur “llega” a los recuerdos del inmortal, N° 37 (“La resurrección de Uruk”) el de Lagash es “estrella invitada”, N° 119 (“El niño”) Gilgamesh salva la vida a un Nippur adolescente y en el N° 7 (“Lucha por tu vida, hombre”, el inmortal llega a un deshabitado planeta al que bautiza “Nippur de Lagash” en “honor del amigo muerto siglos atrás”.

De una u otra manera, Nippur “concurre” a episodios de “Mi novia y yo”, “Pepe Sánchez” (ambas de Wood) y “Cazador” (de Jorge Lucas).

A lo largo de las décadas hubo alguna colaboración en el guión de Ricardo Ferrari y a Lucho Olivera, dibujante original, siguieron en tiempo por Jorge Zaffino, Sergio Mulko, Carlos Leopardi, Ricardo Villagrán y Daniel Muller.

Rápida síntesis sobre los hacedores. Robin Wood, de nacionalidad paraguayo (Caazapá), falleció a la edad de 71 años en Encarnación, también, Paraguay. Reconocido en el mundo por sus obras como la que motiva esta columna y “Dago” realizadas en la Argentina, creó casi un centenar de “seres” además de Nippur, vale anotar algunos, los de “Dennis Martin”, “Mí novia y yo”, “Pepe Sánchez”, “Savarese”, “Dago”, “Helena”, “Port Douglas”, “Merlín”, “El Peregrino”, “Las aventuras de ‘Tiburón’ Barker”. Escribió unos 10 mil guiones. Las cuatro revistas de Columba (“El Tony”, “Intervalo”, “Fantasía” y “D’artagnan”) completaron tantísimas páginas con sus historias, motivo porque tuvo que recurrir a distintos seudónimos, para no repetir su “original”. Mateo Fussari, Robert O’Neill, Noel Mc Leod, Roberto Monti, Carlos Ruiz, Rubén Amézaga y Cristina Rudlinger oficiaron de sus  “máscaras”.

Su producción tiene dos etapas creativas. La primera y clásica, en la Argentina, y una segunda, hasta su muerte, en que trabajó y vivió principalmente en Europa. “Nippur de Lagash” fue su primera serie, lanzada apenas 16 números después su primer trabajo “Aquí, la legión”, meses nada más…

Lucho (Ricardo Luis) Olivera, historietista nacido en la ciudad de Corrientes, murió en Buenos Aires a los 51 años. Se mencionó antes su participación en, nada más ni menos, que “Nippur” y “Gilgamesh”, además de una prolífica actividad en las revistas de Columba.

A un clic de distancia, publicado por “Contrafrecuencia”, en YouTube, “Nippur de Lagash: Análisis de un clásico del Cómic Argentino”, un video de 12 minutos que aporta una grandísima cantidad de elementos a la historia y contenido de esta obra maestra del cómic mundial.

Cuídense.

Norberto Tallón

https://www.youtube.com/watch?v=oJW3p1JpooM