Confieso que me une un amor incondicional a esta tierra, donde nació mi padre y a la que visito desde que era una niña.
¡Cómo no amar su moderna capital, reconstruida a nuevo después del terremoto de 1944, con sus avenidas anchas, arboladas, bordeadas de acequias, en las que fluye el agua de los deshielos de la cordillera!
Esa cordillera de picos nevados, que se yergue majestuosa, imponente, e invita a pasear entre sus caminos de montaña, mientras uno se va empequeñeciendo al contemplar tanta belleza creada por Dios.
Hablar de San Juan es recordar a un gran prócer de nuestra patria, a don Domingo Faustino Sarmiento, quien desde ese lugar tan lejano, vino a sentar las bases de la educación argentina, animado por ese lema incuestionable, el de:
“Hay que educar al soberano”.
Muchas veces, he visitado la casa del maestro y me he emocionado al transitar por el patio, donde doña Paula Albarracín hilaba sin cesar bajo la parra en su telar legendario y así, podía hacer frente a los gastos de su familia.
Sarmiento inmortalizaría la admiración, profesada por su madre, a quien calificaba como poseedora de una preclara inteligencia, en ese libro autobiográfico tan conocido, intitulado “Recuerdos de Provincia”.
Al recorrer sus páginas, me he sorprendido al saber que sus hermanas, fueron importantes referentes culturales de su época, y descollaron en la música, en la pintura y en la docencia.
Cada vez que voy, me sorprendo al descubrir nuevos sitios paradisíacos y esta vez, conocí El Dique Cuesta del Viento, un embalse artificial de aguas provenientes de la alta montaña, que contrasta con la aridez de las formaciones arcillosas y rocosas.
El viento, que corre hasta 90 kilómetros por hora, especialmente, por la tarde, ha sido el causante del cincelado de las montañas con la habilidad digna de un artista consumado. Al contemplar la belleza de ese escenario, conformado por montañas de formas caprichosas, en las que resaltan diversas pinceladas de rojo, marrón, verde, ocre, blanco y negro, bañadas por un lago de aguas turquesas, sólo he podido , atónita, expresar mi gratitud al Hacedor por tanta magnificencia.
En este dique, se practican deportes ideales como el windsurf y el kitesurf, gracias a la velocidad del viento.
San Juan, dueña de ese clima seco, en el que brilla un sol eterno se destaca por la calidez de su gente, pronta a invitar una copa del mejor vino, elaborado con el jugo de la vid, la reina indiscutible de sus cultivos.
Cada vez que me despido de esa provincia maravillosa, no puedo evitar sentir nostalgia, entonces me consuelo recordando la canción de la incomparable Mercedes Sosa, cuando canta:
Volveré siempre a San Juan
Volveré, volveré,
A tus tardes, San Juan.
____________________________________________________________
Patricia Giuffré es Profesora y Licenciada en Letras. Ya editó varios libros, y conduce un programa en el canal Santa María llamado “Protagonistas por Siempre” que destaca los valores de distintas personalidades de la literatura, la historia, la religión y otras disciplinas.
El programa hace 10 años que se emite por la señal 424 de la televisión abierta, y se retransmite por telecentro, telered y el Canal de Ciudad.
El objetivo de esta nueva columna “Crisol” es volver a la fuente de los valores éticos, eternos y universales que nos mejoran como seres humanos y como sociedad.
[email protected]
www.patriciagiuffre.com.ar