La casa de ópera italiana La Scala reabrió sus puertas a una audiencia restringida, lo que generó esperanzas de una reanudación gradual de la activa vida cultural de Milán luego de un cierre de casi siete meses debido a la pandemia de COVID-19.
Miembros de la orquesta con mascarillas, dirigidos por el director musical Riccardo Chailly, y del coro interpretaron arias de Giuseppe Verdi, Richard Wagner y otros renombrados compositores en un auditorio vacío, en el que cerca de 500 personas con mascarillas vieron el concierto desde los palcos.
El concierto, que marcó el debut en La Scala de la soprano noruega de 34 años Lise Davidsen, recibió una ovación de cinco minutos y terminó con un bis de “Va, Pensiero”, de Verdi.
“Es un símbolo de reinicio no solo para La Scala sino para Italia en su conjunto”, dijo el director artístico Dominique Meyer.
Con una disminución de casos y muertes por COVID-19, Italia evalúa flexibilizar las medidas y los planes para levantar las restricciones de cuarentena para los viajeros que lleguen de países europeos, Gran Bretaña e Israel a mediado de mayo.
Italia cerró sus teatros y salas de conciertos en octubre pasado para contener un resurgimiento de la pandemia luego del verano boreal. Las cafeterías, restaurantes, cines y teatros reabrieron parcialmente en la mayoría de las regiones el 26 de abril.
El concierto también marcó el 75 aniversario de la reapertura de la ópera de Milán después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
“Fue una especie de recuperación de lo que teníamos antes de la pandemia. Estar aquí esta noche me pone la piel de gallina”, dijo la joyera Andrea Sangalli, de 47 años.
Con una mejoría gradual en la norteña región de Lombardía alrededor de Milán, una de las zonas más duramente golpeadas por la pandemia, se espera que La Scala dé a conocer su nueva temporada el mes próximo.
La del 11 de mayo es una fecha cargada de simbolismo y de deseo de recuperación, pues fue aquel día, pero de 1946, cuando una reconstruida Scala reabrió sus puertas tras los bombardeos de la II Guerra Mundial con un concierto dirigido por Arturo Toscanini.
Pero, además, la institución milanesa planifica un nuevo edificio con el que se ampliará su sede histórica en Vía Verdi y del que hoy se colocó la primera piedra, en presencia de las autoridades locales y regionales.