Aunque pasaron casi 60 años de la muerte de Marilyn Monroe, su figura sigue causando gran interés en el público. Una nueva biografía de la actriz, próxima a su lanzamiento, revela un secreto, que nunca antes se había dicho: Monroe se practicó un aborto pocas semanas antes de morir.
El nuevo libro de Giles, Norma Jean: The Life of Marilyn Monroe, indaga en los aspectos personales poco conocidos de la estrella de cine. El autor recolectó decenas de testimonios de personas relacionadas a ella, como el de dos de sus maridos, James E. Dougherty, y el escritor Arthur Miller, el profesor de interpretación de la actriz, Lee Strasberg o directores como Otto Preminger, John Huston y Billy Wilder.
Un adelanto publicado en exclusiva por The Daily Beast, demuestra que la interrupción del embarazo es uno de los puntos más importantes del libro, que tiene poco más de 500 páginas.
Marilyn Monroe fotografiada por George Barris el 13 de julio de 1962, tres semanas antes de su muerte. Foto: Bloomsbury Auctioins
Arthur P. Jacobs, un agente de publicidad que trabajada con la actriz, afirmó que el 20 de julio de 1962 Monroe ingresó en el Hospital Cedars of Lebanon, uno de los más prestigiosos de Los Ángeles, con un nombre falso. «El ayudante de prensa se quedó en shock. Si Marilyn estaba embarazada de verdad, su estado mental debía ser inimaginable», se puede leer en el texto.
Giles da a entender que el padre de ese bebé podría haber sido el entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, o su hermano, Robert Bobby Kennedy. «Habían pasado tres meses desde su último encuentro íntimo con el presidente Kennedy, y sólo unas semanas desde la última vez con su hermano. Habría sido fácil asumir que el bebé que abortó era un Kennedy, pero también estuvo viéndose con otros hombres en primavera y en verano», dice Giles sobre el día que Monroe se practicó la cirugía.
El libro también hace mención sobre encuentros de la actriz con Joe DiMaggio y Frank Sinatra, dejando abierta la puerta sobre la paternidad del bebé.
Marilyn Monroe y una de sus imágenes más icónicas.
El 30 de julio, Marilyn llamó a Bobby Kennedy, pero no hay registros para saber sobre qué hablaron y si ella le comentó sobre la interrupción de su embarazo. El 3 de agosto se reunieron los dos y algunos amigos en común en La Scala, el restaurante favorito de Monroe. Según el autor, ella estaba agitada y nerviosa.
Al día siguiente, el 4 de agosto de 1962, la actriz fue encontrada muerta en su habitación.
«Lo que sí sabemos es que pareció hundirse en una profunda depresión. A principios de julio, el doctor Greenson había comenzado a verla a diario y continuaría haciéndolo hasta su muerte», se puede leer en Norma Jean: The Life of Marilyn Monroe.
Fuente: Clarín