Durante el último año, Woody Allen ha tratado sin éxito de vender sus memorias a varias editoriales, que prefieren no trabajar con el cineasta después de que el movimiento #MeToo volviera a centrar la atención en las acusaciones de abusos sexuales en su contra, según publica el diario The New York Times.
Ejecutivos de diversas editoriales dijeron a ese medio que un representante de Allen ofreció el libro a sus empresas, que no hicieron ninguna oferta, principalmente por la publicidad negativa que habría generado su publicación.
De hecho, algunos editores se negaron incluso a leer el material, un manuscrito completo, y utilizaron la palabra «tóxico» al describir los desafíos de trabajar con Allen en el entorno actual. Así, han especificado que, si bien el cineasta sigue siendo una figura cultural importante, los riesgos comerciales de publicar unas memorias suyas eran demasiado desalentadores.
Lejos del glamour. Su hija adoptiva, Dylan Farrow, lo acusó de haber abusado de ella aunque no se presentaron cargos formales en contra de Allen / AFP
La falta de interés de las editoriales por sus memorias subraya la caída en desgracia de Allen, que ha visto cómo buena parte del mundo del cine se distanciaba de él tras el estallido del #MeToo. Este silencio editorial supone un nuevo golpe para la carrera y el legado de Allen, actualmente inmerso en una batalla judicial con Amazon. El gigante audiovisual canceló su acuerdo de cuatro películas con el director, incluida la cinta archivada ‘A Rainy Day in New York’, y en respuesta, Allen demandó a la compañía por68 millones de dólares.
En los últimos años, Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta, acusó en reiteradas oportunidades al cineasta de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 7 años, algo que Allen siempre ha negado.
La acusación ya había salido a la luz en 1992, en medio de la tormentosa separación del actor y director y su pareja, Mia Farrow, y aunque se investigó, nunca se presentaron cargos.
En 2014, con el cineasta nominado a los Óscar, Dylan Farrow (que entonces tenía 28 años) revivió la cuestión con una carta abierta en la que detalló cómo Allen supuestamente abusó de ella cuando era niña y las secuelas que aquello le dejó.
Desde entonces, poco a poco al principio y de forma mucho más clara después de que la caída del productor Harvey Weinstein diera pie al #MeToo, Hollywood ha dado la espalda al director y numerosos actores han prometido no volver a trabajar con él.
Fuente: Clarín, Agencias