Se acerca el estreno comercial de una de las películas más esperadas del año: Había una vez en Hollywood, la nueva de Quentin Tarantino, con Brad Pitt y Leonardo DiCaprio al frente del elenco, llegará a la Argentina el 22 de agosto (pero desde el 19 de julio ya estará en cines del mundo). Y el director de Pulp Fiction acaba de declarar que podría tratarse de su último filme.
¿Realidad o estrategia promocional? Durante años, Tarantino declaró que su carrera como director sólo consistiría en diez películas. Había una vez en Hollywood es la novena, pero podría no haber una siguiente, si el cineasta cumple con lo que insinuó en una entrevista con la revista GQ Australia.
“Pienso que en lo que respecta a películas, llegué al fin del camino. Si Había una vez en Hollywood es realmente bien recibida, tal vez no llegue a diez. Tal vez me detenga ya mismo. Tal vez me detenga mientras estoy en la cresta de la ola. Veremos”, es la frase que enciende las alarmas entre todos los fanáticos del cine de Tarantino.
La explicación para este retiro de la dirección a los 56 años podría estar en que esta película, que le llevó seis años de escritura, puede haber sido la concreción de sus últimos sueños cinematográficos. Con este estreno, Tarantino se siente tan realizado como liberado: “Pasé algo así como toda mi vida preparándola. Pasé toda mi vida conociendo este mundo. Así que ahora finalmente puedo hacer algo con todo lo que estuvo llenando mi cerebro durante los últimos 56 años”.
Como acostumbra Tarantino, su nueva película está repleta de referencias cinéfilas y es una carta de amor a ese Hollywood que él disfrutó como espectador y que le hizo soñar con filmar sus propias historias. Transcurre en la meca del cine en 1969, y el personaje de Leo DiCaprio, el actor Rick Dalton, es vecino del matrimonio Roman Polanski-Sharon Tate. Es una estrella de televisión, pero está perdiendo popularidad y tal vez le convenga irse a hacer westerns spaghetti en Italia.
Brad Pitt es Cliff Booth, el doble de riesgo de Rick. Esta es su segunda colaboración con Tarantino, después de Bastardos sin gloria (2009). Y en la misma entrevista, dijo que el director habla en serio: “No creo que esté mintiendo, para nada. Me parece que está hablando con total seriedad. Y le expresé mi pena por su decisión, pero él entiende cómo se siente cuando se entra en declive”.
Es más: el propio Pitt coqueteó con la idea de un retiro prematuro. “Estoy detrás de cámara como productor y disfruto mucho de eso. Sigo actuando, pero cada vez menos. Realmente creo que, en general, es un juego de hombres jóvenes, no es que no haya papeles sustanciales para los personajes de mayor edad. Simplemente siento que el juego en sí se moverá naturalmente. Habrá una selección natural para todo”, dijo el actor, que tiene casi la misma edad de Tarantino: 55 años.
Volviendo al cineasta, su fantasía no es abandonar todo y dedicarse a disfrutar de su fortuna. “Me veo escribiendo libros de cine y empezando a escribir obras de teatro, así que todavía seré creativo. Sólo creo que ya le di al cine todo lo que tenía para darle”.
Fuente: Clarín