Es protagonista de muchas de las películas más exitosas de los últimos años, pero en el último tiempo, su vida se convirtió en una telenovela. Desde que trascendió que Kevin Costner y su esposa, Christine Baumgartner, se separaron, su nombre aparece diariamente en los medios estadounidenses gracias a los detalles y las alternativas de un proceso de divorcio marcado por el escándalo.
Este miércoles, el actor de Danza con lobos festejó una nueva decisión de la Justicia: su ex debe abandonar la casa familiar valuada en 145 millones de dólares antes del 31 de julio.
La noticia la dio a conocer TMZ y, según el portal, la decisión judicial se basa en el acuerdo prenupcial existente entre el actor y la diseñadora de bolsos. Los abogados de Baumgartner habían argumentado que ella no cuenta ni con el tiempo necesario ni con el dinero para encontrar una vivienda antes de fin de mes, pero el juez rechazó la solicitud para ampliar el lapso.
La “novela” mediática y judicial comenzó a principio de mayo, cuando Baumgartner presentó una solicitud de divorcio para poner fin a su matrimonio de 18 años alegando “diferencias irreconciliables”. La noticia fue confirmada por el representante del actor: “Con gran tristeza, han ocurrido circunstancias fuera de su control que han resultado en que el señor Costner tenga que participar en una acción de disolución del matrimonio”, expresó en un escueto comunicado. Y concluyó: “Pedimos que se respete su privacidad, la de Baumgartner y la de sus hijos mientras atraviesan este momento difícil”.
La estrella de Yellowstone y su ahora exesposa comparten 3 hijos, de 12, 14 y 15 años. Según indican varios medios estadounidenses, en su solicitud, Baumgartner pide la custodia compartida de los niños. Costner, por su parte, compartió el mismo pedido que su expareja y aceptó contribuir con el pago de 30 mil dólares por mes para el alquiler de una vivienda para su exmujer y con el pago de otros 10 mil en concepto de ayuda para los costos de su mudanza. Los documentos judiciales también muestran que Costner ya le pagó a Christine un millón de dólares, según lo estipulado en el acuerdo prematrimonial. Sin embargo, ya en aquel momento la casa familiar se había convertido en un botín de guerra. A pesar de mediar un acuerdo firmado antes de las nupcias que establece que ella disponía de 30 días para dejar la propiedad que él posee, a un mes y medio de presentar la solicitud de divorcio, la empresaria se negaba a abandonar el hogar.
En una declaración presentada por Costner dentro del expediente, él mismo explica: “Debido a la naturaleza de mi trabajo, frecuentemente estoy fuera de la ciudad, por lo tanto, es particularmente importante para mí cuando estoy en casa tener un hogar al que ir”. Y agregó: “Cuando Christine y yo comenzamos a hablar sobre el matrimonio en 2003, le dejé en claro que no me volvería a casar sin tener claro que mis residencias de propiedad seguirían siendo mías para vivir, sin importar lo que sucediera en nuestro matrimonio. Christine me reconoció en ese momento que entendió la importancia de esto para mí y estuvo de acuerdo con esta disposición”.
“Nuestro acuerdo establece, entre otros términos, que todos los activos que cada uno poseía antes de nuestro matrimonio seguirían siendo propiedades por separado. Uno de mis bienes es la residencia que ella y yo hemos usado como nuestra casa familiar con nuestros tres hijos. Compré esta propiedad en 1988, mucho antes de casarme con ella, y adyacente a la residencia hay otra casa separada que utilizo exclusivamente para fines comerciales (edición de películas) y en la que trabajaré este año en relación con un nuevo proyecto cinematográfico que estoy produciendo”, aclaró.
Luego trascendió que Baumgartner reclama al actor la cifra de 248 mil dólares mensuales para el cuidado de sus tres hijos. Esta cantidad difiere considerablemente de los 30 mil que ofreció el padre de los niños inicialmente. En la declaración presentada ante el Tribunal Superior del Condado de Santa Bárbara, Baumgartner también solicita que Costner continúe cubriendo los gastos de la escuela privada, actividades extracurriculares y de salud de sus hijos. La empresaria afirma que no tiene ingresos desde que dio a luz al primero de los niños.
Además apunta que “el estilo de vida marital, incluido el de los menores, era consistente con los ingresos extremadamente altos de Kevin”. En los documentos, menciona: “Me doy cuenta de que nuestro estilo de vida es extraordinario. Aprecio cuán bendecidos somos de vivir de esta manera. Es importante no solo brindar un hogar cálido y cómodo para nuestros hijos, sino también enseñarles los valores familiares y la gratitud”.
Los servicios contables contratados por la mujer determinaron, a partir de la información bancaria compartida por la expareja, que el flujo de efectivo mensual promedio que recibe Costner rondaría los 1,5 millones de dólares.
Fuente: La Nación