Tantas cosas se han escrito sobre la guerra del streaming y la competencia feroz entre las diferentes plataformas disponibles en todo el mundo, que volver a escribir sobre el tema podría sonar repetitivo. Sin embargo, comenzó una de sus batallas más feroces y el sentido detrás del nuevo enfrentamiento resulta más urgente que nunca. Se trata, después de todo, de un choque que pone en primer plano las posibles opciones futuras del consumo de entretenimiento hogareño. En el marco de la crisis que enfrenta Netflix a partir de la fuerte caída en su número de suscriptores (perdieron 200 mil en la primera parte del año) y la desaceleración del negocio hacia el futuro inmediato, los estrenos en paralelo de la nueva temporada de Stranger Things y el de la miniserie de Obi-Wan Kenobi son mucho más que la gran apuesta de contenidos para Netflix y Disney+. Se trata de dos modos de entender una industria en plena mutación que al día de hoy no tiene demasiadas certezas de su porvenir y mientras tanto intenta nuevas estrategias para mantenerse a flote.
En las reseñas sobre los primeros siete episodios de Stranger Things, la primera parte de la cuarta temporada de la exitosa serie que se completará en julio, antes de destacar los aciertos de unos capítulos que hacen pie en el terror más explícito y el humor más ligero, los críticos se ocupan de mencionar a la ficción de los hermanos Duffer como el gran impulso que Netflix necesita desesperadamente. Rodeada por competidores que suman suscriptores mientras ellos los pierden, la plataforma pionera no solo apostó a hacer de la despedida de uno de sus fenómenos más preciados un gran evento sino que la utilizará también como argumento de venta cuando en los próximos meses empiece a limitar las cuentas compartidas y a ofrecer, por ahora solo en los Estados Unidos, un plan de suscripción más accesible aunque con publicidad. Un paso al que Reed Hastings, el creador de Netflix y su actual CEO, se resistió durante mucho tiempo.
“Los que conocen la evolución de Netflix saben que durante mucho tiempo estuve en contra de sumar publicidad a la plataforma y que soy un fanático de la simplicidad de nuestras suscripciones. Pero tanto como defiendo ese modelo también me parece importante darle opciones a nuestros consumidores. Así que ofrecerles una suscripción de menor precio a los que están dispuestos a tener publicidades en su streaming tiene mucho sentido”, explicó Hastings hace unas semanas en una presentación para sus accionistas.
La llegada de los planes de suscripción con publicidad también incluirá a Disney+, que ya anunció opción oficialmente con miras a tenerla lista a finales de año en los Estados Unidos y para el resto del mundo en el transcurso de 2023. Un cambio que la plataforma prefiere dejar a un costado mientras centra todos sus esfuerzos en la flamante expansión del universo Star Wars, que inaugura Obi- Wan Kenobi este viernes. El dato del día de estreno de la esperada miniserie protagonizada por Ewan McGregor no es menor. Al cambiar de miércoles, su jornada usual de lanzamientos, al viernes, el espacio colonizado hace años por Netflix, Disney+ planta bandera. La creación de un super viernes más que obligar a los espectadores a elegir entre uno u otro servicio consigue sumarle entusiasmo al mismo concepto del streaming que ambos ciclos, con diferencias, representan en su punto más alto.
A saber: mientras que Stranger Things está acercándose a su final, la próxima será la última temporada, con nueve episodios extra large que se verán en dos tiempos, los primeros siete desde el viernes y los dos restantes el 1° de julio, lo hará defendiendo la idea del Binge-Watching o el atracón de capítulos que Netflix sostiene en todas sus producciones originales. En la vereda de enfrente, Disney+ utilizará para Obi-Wan Kenobi la misma estrategia de lanzamiento que con el resto de sus series más destacadas: el viernes estarán disponibles los dos primeros episodios de la saga galáctica y los cuatro restantes se podrán ver semanalmente. Dos modelos de streaming diferenciados que hasta ahora conviven sin problemas, aunque el de Netflix sea cada vez menos adoptado por las nuevas plataformas más interesadas, como Disney+, en recrear el viejo y conocido suspenso de ver una serie semanalmente y así evitar además el flagelo del spoiler que desvela a tantos productores.
Claro que las diferencias entre los dos estrenos de este viernes no son solo de forma. Con un fenómeno en proceso de despedida y el otro en pleno renacimiento, Stranger Things y Obi-Wan Kenobi también ilustran dos tipos de conceptos narrativos distintos. La serie original de Netflix, que comenzó como una apuesta más de las tantas que hizo la plataforma en busca de la fórmula perfecta entre entretenimiento y nostalgia, se transformó en un fenómeno global con cada vez más acuciante fecha de vencimiento. La misma naturaleza del proyecto apoyado en sus jóvenes actores y las experiencias de sus personajes suponía desde el principio un final obligatorio. Uno que la pandemia demoró más de la cuenta haciendo aun más evidente que al talentoso elenco encabezado por Millie Bobby Brown ya no le quedaba mucho tiempo para interpretar convincentemente a sus ingenuos personajes de ficción.
Por otro lado, si algo probó la creación de George Lucas es su capacidad de reinvención constante. Ya se trate de un viaje hacia adelante o hacia atrás en la larga historia de Star Wars, su archivo de historias y personajes parece no tener fin. Ya se trate de revisitar a los próceres del relato original como Obi-Wan Kenobi y Darth Vader (Hayden Christiansen) o de dirigir el foco de atención hacia partes menos exploradas de la galaxia, las posibilidades narrativas del canon Star Wars parecen infinitas. De hecho, ya fueron confirmadas para este año series como Andor, con Diego Luna y la tercera temporada de The Mandalorian. Para más adelante, Ahsoka, protagonizada por Rosario Dawson y The Acolyte y Lando, en pleno proceso de desarrollo. Ante tamaño despliegue existe la posibilidad de que la utilización del arcón sin fondo de los contenidos de Lucasfilm termine por ser un exceso y reduzca a Disney+ a una propaladora exclusiva de Star Wars y Marvel pero, por ahora, desde el punto de vista del super viernes en ciernes, todas las miradas están puestas en el sobrenatural pueblo de Hawkins y en una galaxia que está cada vez más cercana.
Fuente: Natalia Trzenko, La Nación