Seis directores que ganaron ya su Oso de Oro en pasadas Berlinales formarán el jurado internacional del festival de cine de Berlín, que será en formato híbrido y dividido en una versión para el sector, en marzo, y otra abierta al público, en junio.
El iraní Mohammad Rasoulof -Oro en 2020 con «There is no Evil»-, el israelí Navad Lapid -su antecesor con «Synonyme»-, la rumana Adina Pintilie -en 2018, con «Touch me not»-, la húngara Indikó Enyedi -en 2017, con «Body and soul»-, el italiano Gianfranco Rosi -«Fire at Sea», 2016- y Jamila Zbanic -en 2006, con «Grbavica»- integrarán el jurado, comunicó hoy la dirección del festival.
Les corresponderá repartir los galardones de la 71 edición de la Berlinale, que por imperativo de la pandemia no se realizará como ha venido siendo la norma de ese festival, abierto al público.
Del 1 al 5 de marzo tendrá lugar el evento reservado a la industria del cine y la prensa acreditada, a los que se presentará la selección de películas a la sección oficial competición, además del ciclo «Encounters» y «Generation». En ese segmento se darán a conocer los ganadores, a la espera de que en junio se celebre el festival en formato abierto al público.
«Me siento honrado de que hayan aceptado nuestra invitación esos seis admirados realizadores», indicó en un comunicado el co-director del festival, Carlo Chatrian, al frente de la Berlinale desde 2020 de forma colegiada con Mariette Rissenbeek.
Contrariamente a lo habitual, no habrá un presidente del jurado
Contrariamente a lo habitual, no habrá un presidente del jurado. Para mantener la etiqueta de «festival popular», una señal de identidad de la Berlinale, tendrá lugar en junio el sector con público que incluirá la entrega de los Osos, además de proyectarse las películas de todas las secciones, en diez salas de la ciudad.
La dirección anunció asimismo que la próxima semana se darán a conocer los filmes de cada sección: el día 8, los de la retrospectiva y Generation; al día siguiente los cortometrajes, Forum y Forum Expanded; el 10 lo harán los de Encounters y Panorama; y el 11 los de la sección oficial a competición y Berlinale Special.
Bajo el signo de la pandemia
Chatrian y Rissenbeek anunciaron ya el pasado diciembre que la edición 71 de la Berlinale se aplazaba a marzo -en lugar de febrero, como era habitual- y que se ofrecería en ese formato dividido.
Desde principios de noviembre está cerrado en Alemania todo el ocio, la vida cultural y la restauración, situación a la que se sumó en diciembre la actividad comercial no esencial.
Estas restricciones se mantendrán hasta el 14 de febrero y no hay un calendario para su progresivo alivio. Junto a esas medidas internas, hay fuertes limitaciones a los viajes no esenciales y veto al ingreso en el país a los ciudadanos procedentes de Reino Unido, Sudáfrica, Brasil, Portugal e Irlanda.
Del 1 al 5 de marzo tendrá lugar el evento reservado a la industria del cine y la prensa acreditada y en junio se celebrará el festival en formato abierto al público
La fórmula ideada por los dos co-directores del festival es una solución de compromiso ante la situación creada por la pandemia.
Pese a que en las últimas semanas se ha observado un descenso continuado de contagios y víctimas mortales -se entró en 2021 con picos tanto de nuevos positivos como de muertes-, se teme la propagación de las nuevas mutaciones, por lo que no se cuenta con una rápida relajación de esas medidas.
La edición del año pasado, celebrada de acuerdo a lo habitual en febrero, fue el último gran festival europeo que aún se pudo celebrar sin restricciones. Poco después se dictó el primer cierre de la vida pública y económica en Alemania.
Desde el comienzo de la pandemia se han registrado en Alemania 2.221.971 contagios y 57.120 personas han muerto por la enfermedad.
El máximo de contagios se registró el 18 de diciembre con 33.777 nuevas infecciones y el máximo de muertes el 14 de enero con 1.244 fallecimientos.
También entre esas fechas se llegó al máximo de incidencia semanal por 100.000 habitantes -197,6 casos-. Ahora ese nivel bajó a 90,9. A partir de los 50 casos semanales por ese cómputo de habitantes se considera en Alemania que se está en zona de riesgo.
Fuente: La Vanguardia