Se estrenó el «Padrino III» que rehizo Coppola: ahora Michael Corleone no muere

MIRÁ EL TRÁILER Y ESCUCHÁ LA EXPLICACIÓN DE COPPOLA. Estrenada en 1991, la conclusión de la saga siempre tuvo críticas negativas. El cineasta ahora le echó la culpa a la Paramount de entonces, por apurarlo.

«El Padrino Epílogo: la muerte de Michael Corleone» es publicada este martes 8 de diciembre.

La célebre frase de Groucho Marx “Estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros” se hizo carne en la decisión artística de Francis Ford Coppola, quien acaba de lanzar una nueva versión de la tercera parte de “El Padrino”. “Esta era mi película, pero como no les gustó tengo otra”: no lo dijo de esa forma, por supuesto, pero lo hizo.


Junto a la restauración de las películas y la incorporación de secuencias y pistas musicales reorganizadas, el cineasta se propuso adaptar el relato a una versión más ajustada al texto de Mario Puzo en que se basa la saga. Bajo el título El Padrino Epílogo: La muerte de Michael Corleone, el film se estrenará el 4 de diciembre en los cines estadounidenses y luego desembarcará en las plataformas digitales.Catherine Deneuve, una actriz con una vida intensa y amores muy apasionados

Lejos de las alabanzas, Oscars y transformación en clásicos de las dos primeras partes (1971 y 1974 respectivamente), la conclusión de “El Padrino” jamás gustó a la mayor parte de la crítica mundial, que la maltrató en ocasión de su estreno en 1991. De modo que ahora, para celebrar el 30° aniversario el año próximo, Coppola, en una decisión sin precedentes en la historia de Hollywood, la rehizo por completo. Y cuando se dice por completo es literal: ahora Michael Corleone (Al Pacino) ni siquiera muere en la historia.

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El film, que en su nueva versión lleva el título de “The Godfather’s Coda” y que se estrena esta semana en algunos cines de los EE.UU. y en blu ray, y sólo el año próximo en streaming a través de Paramount, comienza ahora -según lo que ha trascendido- con la escena en la que Michael Corleone negocia un préstamo millonario con el Banco Vaticano. En el final, aún vivo, se lee antes de los créditos la leyenda “Cuando los sicilianos te auguran ‘cien años’ significa ‘larga vida’, y un siciliano no olvida nunca”. Los integrantes del elenco original, desde Pacino a Diane Keaton y Andy García, se han mostrado conformes con todos estos cambios, aunque nadie podría afirmar si se trata de una reacción sincera o publicitaria.

Uno de los puntos más conflictivos en la confección del elenco original fue la inclusión que decidió hacer Coppola de su propia hija. Sofia Coppola (hoy famosa directora) en el papel de Mary Corleone, hija de Michael y de Kay (Diane Keaton). Ese papel, destinado a Winona Ryder (que renunció sobre la hora), también había sido audicionado por intérpretes tan distintas como Julia Roberts y Madonna. Y Coppola, en un gesto juzgado por casi todos como nepotista (su propia hermana, Talia Shire, también actúa en la saga), contrató a su inexperta hija Sofia, cuya actuación, la verdad sea dicha, estuvo lejos de merecer un Oscar. Ni siquiera un chocolatín.

Los ataques de la crítica a Sofia, reconoció más tarde Coppola, fueron los que más le dolieron. Eso es comprensible, pero también dijo cosas que ningún director, y menos uno de su jerarquía, puede decir: por ejemplo, que hizo esta película sólo para resarcirse de las millonarias pérdidas que le dejaron films anteriores, como el musical “One From The Heart” o “Cotton Club”, o que se apuró a estrenarla de cualquier manera porque lo presionaba Paramount.

“Ya nadie podrá seguir criticando a Sofia”, declaró Diane Keaton, una de las más entusiastas con esta nueva versión. “Luce como luciría cualquier hija que tuviera un padre como Michael Corleone, capo de una peligrosa organización criminal. Mary es una chica insegura, asustada. Sofia está magnífica”, concluyó. Se entiende también esa explicación, lo que no queda claro es de qué manera el nuevo armado modificaría la actuación original.

Coppola es adicto al refrito de material propio. En los años 90, poco después de estrenar esta película, lanzó “The Godfather Epic”, una versión de siete horas de las dos primeras partes, reordenadas cronológicamente y con algunas escenas adicionales, que no tuvo mayor fortuna. Diez años más tarde reestrenó “Apocalypse Now” como “Redux”, con escenas agregadas como un largo almuerzo de militares estadounidenses con colegas franceses en Vietnam, más bailes entre las olas ordenados por el teniente Kilgore (Robert Duvall) mientras caían las bombas, y hasta tomas de Marlon Brando, gordo y a la luz del sol. Es decir, todo lo que había sido sensatamente cortado en la versión original de 1979.

Pero lo de ahora no tiene antecedentes porque no son agregados: a través del montaje, hizo una nueva película en busca del aplauso que entonces le fue esquivo. Hubo directores que, impedidos por la censura de su época, volvieron a filmar películas con las que no estuvieron satisfechos (como William Wyler en 1962 con “La mentira infame”, una historia de lesbianismo censurada en 1936). Coppola no: en lugar de las tantas veces prometida cuarta parte, creó algo más parecido a un Frankenstein de la era digital.

Fuente: Ámbito.