El film llegó a la plataforma, tras un reducido estreno en cines, y se posiciona como la gran apuesta del gigante del streaming para la temporada de premios.
Precedida de elogiosas críticas, la cinta sobre el veterano de guerra devenido en sicario de la mafia italiana Frank Sheeran (De Niro) y su relación con el más importante sindicalista de la historia de Estados Unidos, Jimmy Hoffa (Pacino), puede verse en poco menos de 60 salas argentinas desde el jueves.
Como ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires apenas tiene proyección en una sala de Cinema Devoto dos o tres funciones al día.
Menos de una semana de exhibición en pantalla grande antes de que los suscriptores de Netflix en el país la tengan a disposición para verla en la comodidad de casa.
La falta de acuerdo con las principales cadenas de cines -que rechazan la idea de tener una ventana de exclusividad tan breve- afectan al público cinéfilo pero nada modifica la estrategia de Netflix.
“El irlandés” es el último agregado de una cada vez más extensa lista de películas de una compañía que se propuso, a pulso de billetera, demostrar que el futuro del cine de autor puede estar lejos de las salas tradicionales.
Con un presupuesto que según diversos medios especializados ascendió a 159 millones de dólares -inflado para costear las sofisticadas técnicas de rejuvenecimiento digital de los protagonistas-, la cinta estará seguramente bañada en galardones y será una fuerte competidora para los premios Oscar de la Academia de Hollywood.
El premio para la Mejor Película del año, que este año arañó “Roma” de Alfonso Cuarón pero finalmente recayó en “Green Book”, es la obsesión de la compañía que comanda Ted Sarandos y el sello de excelencia que demostraría que el cine de calidad también se puede ver por streaming.
Y aunque aún falta mucho y habrá otras candidaturas también de gran nivel, efectivamente la biografía gángster de Scorsese de casi tres horas y media de duración llega con halo de película de excepción.
Escrita por Steven Zaillan en base al libro de Charles Brandt “I Heard You Paint Houses”, estuvo más de una década en el limbo hasta que Scorsese consiguió el financiamiento de Netflix y pudo ponerla en marcha.
A los 77 años del realizador neoyorquino, marca el cierre del círculo de la saga mafiosa que él mismo inauguró con “Calles peligrosas” (1973) y que continuó con maestría en “Buenos muchachos” (1990) y “Casino” (1995) -“Pandillas de Nueva York” y “Los infiltrados” también alimentaban ese universo, aunque sin gángsters ítalo americanos-.
Contada a través de una serie de flashbacks, un anciano Frank “el irlandés” Sheeran rememora su relación con la familia Buffalino (Pesci) de la mafia y su amistad con el líder de los camioneros Jimmy Hoffa.
A través suyo, Scorsese parece reflexionar una última vez y desde la sabiduría que acompaña a las canas al Estados Unidos motorizado por el crimen organizado, su relación con la política, el poder y el dinero.
“El irlandés” volvió a reunir al cineasta con De Niro, actor fetiche de buena parte de su extensa y brillante carrera, con el que no hacía un largometraje justamente desde “Casino”, y sacó de casi una década de inactividad a Pesci.
En cambio, Pacino, otro intérprete clave de su generación y nombre ineludible a la hora de hablar de mafiosos en el cine (“Caracortada”, “El padrino”), nunca había estado a sus órdenes.
Los tres están acompañados por un elenco sin fisuras, con Harvey Keitel, Ray Romano, Bobby Cannavale, Stephen Graham, Jesse Plemons y Anna Paquin, entre otros.
Es por la edad de sus protagonistas, 76 De Niro y 79 Pacino, y apenas su tercera cinta compartiendo escenas, que también resulta difícil que un hito cinematográfico como “El irlandés” pueda volver a repetirse.
Ellos mismos así lo entienden, como dejaron registrado en declaraciones en rueda de prensa a comienzos de mes, en las que coincidieron: “No vamos a hacer esto nunca más”.