(ATENCIÓN: ESTA NOTA TIENE SPOILERS) Nunca mejor dicho: Winter is coming. Llegó Game Of Thrones y todas las apuestas y teorías se desvanecen ante la presencia de cada una de sus escenas. Con un breve resumen de la historia hasta el momento y el paso inmediato a la emoción de los acordes de la cortina musical de GOT -que para quienes son seguidores y fanáticos el hecho de solo escucharla les eriza la piel- se dio por iniciada esta nueva season. Un niño que comienza a correr buscando caras conocidas dentro de un gentío hasta que reconoce la cara de Arya Stark. Ahí sabemos que estamos en Winterfell y que quienes están llegando son la reina Daenerys Targaryen y Jon Snow, el ex rey del norte.
(Video: «Game Of Thrones» – HBO)
Tal vez este fue el episodio que más recurrió al humor o situaciones que nos provocaron complicidad con ciertos comentarios de los personajes centrales. Como un recurso sacado de una película de los Avengers, los momentos de complicidad pudieron resultar incómodos para un público que espera otra cosa de ciertos personajes.
Podríamos asegurar también que este fue el episodio de los reencuentros. Por un lado, Jon Snow reconoce a su ¿hermano? Bran -ahora convertido en el Cuervo de tres ojos– en su silla de ruedas. «Te has convertido en un hombre», le dice Jon al que fue el pequeño Bran, sin saber que él es uno de los que saben la verdad sobre su origen.
Pero Jon debía encontrarse con alguien más de su familia que no veía desde hacía muchas temporadas: la pequeña Arya. La hija mujer más chica del clan Stark profundizó sus armas de guerrera y ya se convirtió en una mujer. Arya le muestra su espada –Aguja, como la había nombrado- y Jon le pregunta si la usó alguna vez. «Dos o tres veces», responde una pícara Arya y nos provoca una sonrisa a quienes vimos todos los episodios donde empuñó su espada.
La llegada de Daenerys Targaryen no es bien recibida por Sansa, la dama de Invernalia que siente que Jon renunció a su reinado por el amor hacia esta mujer. Las cosas no están bien para ambas y para colmo los dragones tienen hambre. Y allí sucede una escena un tanto fuera de foco de lo que estamos acostumbrados a ver en GOT. La nueva pareja de enamorados, Jon y Daenerys, emprenden un vuelo cada uno en el lomo de un dragón para llegar a un sitio donde besarse sin testigos.
El humor fue de nuevo el protagonista en varios momentos que descolocaban al espectador y tenían como objetivo descomprimir el final de la anterior temporada donde el peligro de los walkers acechaban.
Sumando más reencuentros, nos encontramos con el de Sansa y Tyrion que le reclama en clave de ironía el haberlo «abandonado». «Muchos te subestimaron» y «tenías razón con respecto a mi hermana» son dos revelaciones que le reconoce Tyrion a la nueva dama de Winterfell.
Y tal vez los dos encuentros más esperados y deseados de los seguidores de Game Of Thrones hayan sido el de Jon Snow con su amigo fiel Sam y el de Jamie Lannister con Bran Stark.
El primero será el encargado de regalarnos el momento más esperado de las últimas temporadas: Sam finalmente le revela que Jon Snow es realmente Aron Targaryen, hijo de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen. Él es realmente el heredero del trono de hierro porque por sus venas corre la verdadera sangre real. Tal vez esperábamos más emoción en esa revelación -que cambia realmente toda la historia y los enfrentamientos en Game Of Thrones– pero todo se cuenta con el sello Sam: de manera sencilla y directa. ¿Qué hará Jon Snow con esa información? ¡Todavía no lo sabemos!
Y el fin de este episodio nos regaló el intercambio de miradas más intenso y esperado de GOT desde la primera temporada. Allí fue cuando Jaime Lannister arroja al pequeño Bran desde una torre cuando lo encuentra a Jamie teniendo sexo con Cersei, su propia hermana. Casi al borde de la muerte, Bran logra salvarse pero queda inválido para siempre destinado a una silla de ruedas. El invierno también parece llegar para Jamie, quien con cara de sorprendido lo mira al apacible de Bran que está esperando -creemos- su propia venganza.
Por su parte los hermanos Greyjoy arman su propio plan de lucha alejados de su tío Euron que logra acercarse con mucha impertinencia a Cersei Lannister.
Y los grandes ausentes de la noche de estreno fueron el Rey de la Noche y el ejército más temido y la bruja Melisandre, que no aparece desde la temporada 6 cuando fue la responsable de revivir a Jon Snow.
Todavía no tenemos ninguna pista sobre quién va a ocupar el trono pero tenemos hasta el 19 de mayo para averiguarlo cuando esta historia majestuosa encuentre su final.
Fuente: Infobae