Esta producción, dirigida por un realizador ganador de un Oscar, se estrena el 19 de marzo y ofrece imágenes y declaraciones exclusivas que aclaran lo que sucedió aquella jornada
El 2 de octubre de 2018, el periodista Jamal Khashoggi fue asesinado en el interior del consulado de Arabia Saudí en Estambul. Aquellos hechos nunca han sido aclarados del todo.
Pero el documental El disidente (en Filmin desde el 19 de marzo) aspira a hacerlo con imágenes exclusivas y entrevistas a personas relacionadas con Khashoggi. Y pone el foco en un país, Arabia Saudí, con una monarquía absoluta acusada de estar detrás de ese crimen y de espionaje a escala mundial.
UNA MUERTE SIN ACLARAR
En aquella fatídica jornada de 2018, Jamal Khashoggi acudió al consulado de Arabia Saudí en Estambul (Turquía) para arreglar unos papeles referidos a su futura boda con Hatice Cengiz, su prometida. Conforme pasaban las horas, el periodista y columnista de The Washington Post no salía de aquel recinto y su novia dio la señal de alarma. La investigación que realizó la policía turca alertó de señales que indicaban que Khashoggi -cuyos restos nunca han sido encontrados- fue torturado, asesinado y troceado. Supuestamente, Mohamed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, estaría detrás de los hechos.
Como se afirma en el documental, aquella muerte fue ocultada y rechazada durante varios días por los responsables del consulado. Pero, como se comprueba en imágenes en exclusiva que aparecen El disidente, allí pasó algo. Manchas, movimientos de muebles y otros detalles confirman que se cometió un crimen.
En El disidente también se pueden ver transcripciones de la grabación en audio del crimen de Jamal Khashoggi. En ellas hay frases pronunciadas por miembros de un comando compuesto por hombres escogidos entre la guardia de Mohamed bin Salman y altos cargos de las fuerzas de seguridad que no dejan lugar a dudas.
En 2019, Arabia Saudí condenó a muerte a cinco personas por el ‘caso Khashoggi’. Muy pocos detalles han trascendido de aquel proceso. Hace unas semanas, la administración que dirige Joe Biden, presidente de EEUU, desclasificó documentos que prueban la implicación en el crimen de Mohamed bin Salman.
UN PERIODISTA VALIENTE
Jamal Khashoggi nació en Arabia Saudí y fue asesinado a los 59 años. Como cuenta el documental que dirige Bryan Fogel (ganador del Oscar el Mejor Documental en 2018 por Ícaro), el protagonista de El disidente no huyó de su país hasta un año antes de ser asesinado. Sus informaciones, muy críticas con la monarquía saudí, no fueron bien recibidas por los líderes de aquel reino.
A lo largo de su carrera, el saudí había desarrollado su labor periodística en medios de su país natal y llegó a colaborar de manera estrecha con la propia familia real saudí.
También lo hizo en medios extranjeros en los que participaba con columnas de opinión, reportajes y diversas apariciones televisivas. Entre otros, The Washington Post, AlJazeera o BBC. Sus trabajos realizados durante la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética o, más recientes, sobre la Primavera Árabe, le llevaron a ser considerado como uno de los periodistas mejor informados del mundo árabe.
Con 1,7 millones de seguidores en Twitter, Jamal se había convertido en una voz incómoda para el poder.
IMÁGENES NUNCA ANTES VISTAS
En El disidente, tanto la democracia como la libertad de prensa aparecen en peligro. Declaraciones de periodistas que trabajaron cerca del asesinado y activistas muy críticos con el régimen saudí dan la cara. Se habla de los métodos de extorsión supuestamente utilizados, de presiones ejercidas sobre familiares, de espionaje cibernético (en este punto aparece Jeff Bezos, dueño de Amazon) y hasta cómo Khassoggi pasó de ser un aliado a convertirse en disidente.
También hay que destacar la participación de Hatice Cengiz, novia del fallecido periodista, que siempre ha luchado por aclarar los hechos. Ella cuenta cómo vivió su muerte, pero también lo felices que fueron durante el tiempo que estuvieron juntos.
UN TRABAJO RODEADO DE POLÉMICA
El ritmo del documental es frenético, resulta muy didáctico e incluye numerosos gráficos y declaraciones que explican las zonas más oscuras del ‘caso Khassogui’, incluido el espionaje ejercido sobre él y otros periodistas. Con ello, se consigue arrojar luz sobre el asesinato y, de paso, aclarar cuál es el panorama económico y político actual en Arabia Saudí. También se valora el gran papel que juegan los gobiernos y las redes sociales con respecto a la difusión de información contraria al poder. Sean éstas ciertas o fake news.
Como el propio realizador ha reconocido, el documental El disidente tuvo problemas para encontrar distribución en EEUU. Durante ocho meses, las grandes plataformas le plantearon su incomodidad ante un tema tan polémico.
Fuente: El mundo, España