La ceremonia de anoche del Oscar confirmó varios de los pronósticos, como que Nomadland y su directora, Chloé Zhao, ganarían, pero no que Anthony Hopkins (El padre) se llevara le premio al mejor actor, en lugar de Chadwick Boseman (La madre del blues).
No hubo una película que barriera con las estatuillas, como solía ocurrir hasta hace unos años, sino que hubo un gran reparto.
Pero así y todo, quedaron perdedores en el camino.
Se ahorró el hisopado. Sacha Baron Cohen siguió la ceremonia con su esposa, la actriz Isla Fisher, desde Australia. Tenía dos nominaciones, no se llevó nada. Foto EFE
Y son muchos.
Aquí, una lista de los que llegaron con aspiraciones y se fueron con las manos vacías, o casi.
Glenn Close
Glenn Close, eterna perdedora. Bueno, este año, la verdad, no merecía ganar. Foto Reuters
Y sí, ya debe haber algo personal. Las ocho veces que fue nominada por sus pares (a los actores los candidatean los intérpretes, pero luego votan todos los miembros de la Academia quiénes ganan), perdió.
Está bien, si llegaba a ganar por Hillbilly, una elegía rural (la pueden sufrir en Netflix) era medio escandaloso. ¿Otra vez será? Ya alcanzó a Peter O’Toole.
Diane Warren
Cruzadita de brazos, total, si ya van 12 veces que Diane Warren no puede agarrar una estatuilla. Foto EFE
Otra que no da pie con bola. A ella, pobre, le va peor: ya son doce las nominaciones que suma sin llevarse un Oscar a la repisa de su casa. Competía por la canción de La vita davanti a sé. La docena de veces que lo hizo fue por canción original.
El juicio de los 7 de Chicago
Paulina Porizkova luego consolaría a Aaron Sorkin, director de «El juicio de los 7 de Chicago». Foto EFE
Fue, sin dudas, la gran perdedora de la ceremonia. No se llevó nada el filme de Aaron Sorkin, que puede verse por la plataforma de Netflix. Estaba nominado en seis rubros: película, actor de reparto (Sacha Baron Cohen, ver más abajo), guión original, edición, fotografía y la canción Hear My Voice.
Una noche en Miami
La invitaron a abrir la ceremonia, pero la película con la que la actriz Regina King debutó en la dirección, «Una noche en Miami», no ganó nada. Foto EFE
La película de Regina King fue perdedora desde el vamos, porque bien se merecía un lugar en el lote de las candidatas a mejor película, y no lo obtuvo.
Sí competía en tres rubros (actor de reparto, para Leslie Odom Jr.), guion adaptado (para Kemp Powers, codirector de Soul) y canción original (Speak Now, de Leslie Odom Jr. y Sam Ashworth), que parecía que ganaba, pero no.
Sacha Baron Cohen
Por más que se ajuste el pantalón, Sacha Baron Cohen no ganó nada. Foto EFE
Llegó con dos candidaturas a la ceremonia, por el guion original de Borat Subsequent Moviefilm (aunque ahí perder no habrá sido tan doloroso: lo pudo compartir con los otro ocho coguionistas) y como actor de reparto por El juicio de los 7 de Chicago.
¿Y si la Academia hubiera establecido que no era correcto que Danel Kaluuya compitiera como actor de reparto, cuando su rol en Judas y el Mesías negro es bien, pero bien protagónico? ¿Eh? Ni uno ni otro le dieron.
Mank
David Fincher en el set de «Mank». Su película fue la más nominada (10) y se llevó solo 2 premios. Foto Netflix
La película de David Fincher (Pecados capitales) fue la que había tenido mayor número de nominaciones (10). Y se llevó dos premios artísticos: a la mejor fotografía y al diseño de producción.
Mank perdió en mejor película, director, actor (Gary Oldman), actriz de reparto (Amanda Seyfried), música, sonido, vestuario, y maquillaje y peinados.
No tan perdedoras fueron:
Hermosa venganza
Emerald Fennell, la primera en recibir un premio. Fue por su guion de «Hermosa venganza». Y fue el único de la película que dirigió. Foto Reuters
Parecía que la velada arrancaba muy bien: Emerald Fennell, su directora, fue la primera en recibir un premio: el de mejor guion original. Pero fue el único.
De las ocho candidatas a mejor película, era la que menos nominaciones tenía: 5. Tuvo candidaturas a mejor película, dirección, actriz protagónica (Carey Mulligan) y edición.
Minari
Qué vivos. Brad Pitt le dio el premio a Youn Yuh-Jung, por «MInari», el filme que él produjo. Pero siempre el actor de reparto del año anterior entrega a la mejor actriz de reparto. Foto Reuters
Se sabía que una sola de las seis candidaturas que tenía iba a ser premiada. Y lo fue. Youn Yuh-Jung ganó como mejor actriz de reparto. Al menos fue el momento más humorístico de la noche, cuando la actriz sudcoreana dijo que al menos había conocido a Brad Pitt (productor de la película, y quien le entregó la estatuilla).
El filme perdió en mejor película, director, actor protagónico, guion original y música.
La madre del blues
Ni Chadwick Boseman, póstumo, ni Viola Davis ganaron como actores por «La madre del blues». Foto Netflix
Todos exclamaban que podía ser el año en que, por primera vez en la historia, dos actores afroamericanos ganaran como mejores actores protagónicos en un mismo filme. No fue, porque ni el fallecido Chadwick Boseman ni Viola Davis obtuvieron estatuillas.
El filme que se ve en Netflix sí ganó mejor vestuario y maquillaje y peinados, para los que era fija, y perdió también diseño de producción.
Judas y el mesías negro
H.E.R., y su Oscar por la canción de «·Judas y el Mesías negro». El filme ganó dos de 6 nominaciones. Foto AFP
Tan mal no le fue, pero era candidata a mejor película. Ganó la estatuilla que se sabía que iba a ganar (mejor actor de reparto, para Daniel Kaluuya) y ganó mejor canción (Fight for You, con música de H.E.R.).
Perdió en las otras cuatro nominaciones. Bueno, en una era lógico, porque LaKeith Stanfield competía en el mismo rubro con Kaluuya. No tuvo suerte en película, guion original y fotografía.
El sonido del metal
Phillip Bladh, Carlos Cortes, Michellee Couttolenc y Jaime Baksht, ganadores del mejor sonido por, claro, «El sonido del metal». Foto Reuters
Tampoco fue para tanto. Otra que tuvo seis nominaciones, y se llevó dos, sonido y montaje. También competía a mejor película, actor protagónico, actor de reparto y guion original.
Fuente: Clarín