Además, el premio para «Green Book: una amistad sin fronteras» como Mejor Película supuso también un golpe para Netflix, aunque como casa productora y distribuidora de «Roma» logró consolidar su posición en el mercado cinematográfico «de calidad».
Los premios de las categorías más relevantes recayeron en varias películas: «La favorita» y «El vicepresidente: Más allá del poder» llegaron con 10 y 8 nominaciones respectivamente, y sólo se llevaron a casa una estatuilla cada una.
«Roma», que también tenía 10 candidaturas, consiguió tres premios: mejor director, mejor fotografía y mejor película en idioma extranjero, todos para Alfonso Cuarón.
«Nace una estrella», la remake del clásico de 1937 dirigida por Bradley Cooper, también tenía 8 nominaciones y sólo consiguió el premio a la mejor canción, para la poderosa voz de Lady Gaga en «Shallow».
Sólo «Bohemian Rhapsody: la historia de Freddie Mercury» casi consigue hacer un pleno, luego de que ganara cuatro de cinco posibles premios; todos menos el de mejor película.
Un elemento común entre varias de las cintas premiadas es el tratamiento de la problemática negra en Estados Unidos.
Los tres premios para «Green Book», una comedia dramática en formato «road movie» sobre la impensada pero tierna amistad entre un pianista negro y un «patovica» ítalo-americano en los racistas estados sureños en la década del 60, apuntaron en esa dirección.
De igual forma pueden leerse el premio a mejor actriz de reparto para Regina King por «Si la calle Beale hablase», el primer Oscar al legendario Spike Lee por el guión de «El infiltrado del KKKlan» y los tres premios para «Pantera Negra» -vestuario, diseño de producción y banda sonora-.
Finalmente, otro punto resonante que dejan los Oscar es la negación a «Roma» del Oscar a la mejor película del año.
La cinta de Cuarón llegaba líder en las casas de apuestas y en el pronóstico de los expertos, basados en cómo coleccionaba premios a lo largo de la temporada y en la intensa campaña de promoción que desplegó Netflix.
Quizás sea justamente para ponerle un límite al gigante del streaming y el desafío que éste supone para los modos tradicionales de producción, circulación y consumo de cine que se le negó el premio a la mejor cinta del año.
Es que la compañía se ha convertido en pocos años en uno de los jugadores de mayor peso en el mercado audiovisual, y su renuencia a respetar los tiempos de las ventanas de exhibición en salas de cine antes de poner sus películas a disposición en la plataforma es observada con recelo.
De cualquier forma, con la cantidad de premios recolectados esta noche y a lo largo de los últimos meses, Netflix se consolida y continúa firme en su estrategia; quizás en 2020 el resultado se repita, ya que Martin Scorsese estrenará su siguiente gran proyecto en la plataforma de streaming.