Faltan tres meses para que Oliver Stone festeje sus 75 años. Y tres meses más para que se cumplan dos décadas exactas del estreno mundial de JFK, una de sus películas más comentadas y elogiadas. Aquel largometraje tan extenso (190 minutos), tan bien recibido y luego debatido todas las formas posibles, dejó equivocadamente en muchos el recuerdo de una mirada muy cercana al testimonio documental, cuando en realidad se trataba de un astuto cruce entre el thriller político, el drama histórico y el relato de suspenso. Aunque lo disimulaba muy bien, Stone terminaba apoyándose en las herramientas de la ficción para asomarse a uno de los asesinatos políticos más impactantes de la historia del siglo XX.
A partir de lo que se acaba de anunciarse en Cannes, muchos querrán regresar en las próximas semanas a JFK y refrescar la memoria de la película que quizás vieron por primera y única vez cuando llegó a los cines argentinos en febrero de 1992. La programación 2021 del festival de cine más importante del mundo incluye el estreno mundial de JFK Revisited: Through the Looking Glass, documental de cuatro horas con el que Stone promete reabrir el inconcluso debate sobre el magnicidio ocurrido en Dallas el 22 de noviembre de 1963.
Vista en retrospectiva y sobre todo a la luz de los últimos movimientos de Stone, JFK es el primer mojón de un largo recorrido en el que el director se muestra, sobre todo en los últimos años, cada vez más activo y “comprometido” en el seguimiento de temas políticos. Además viene acompañando con gestos muy explícitos esa toma de posición. Basta recordar que en diciembre pasado, de paso por Moscú, fue inoculado contra el Covid-19 con la primera dosis de la Sputnik V. En ese momento, el director se quejó de los reparos hacia una vacuna que no tiene el aval de las autoridades sanitarias estadounidenses y europeas.
“De algún modo América, en su locura, cree que China y Rusia son enemigos. Yo no lo creo. Los veo como grandes compañeros. Rusia es uno de los países más avanzados del mundo, si no el más avanzado”, dijo en ese momento. Para entonces, lo último que conocíamos del Stone director eran los cuatro episodios de su serie documental de entrevistas con Vladimir Putin, estrenadas en septiembre de 2017 en la TV paga de Estados Unidos.
JFK Revisited: Through the Looking Glass (A través del espejo) tendrá al parecer la misma duración. Pero no se proyectará en Cannes como una serie dividida en cuatro episodios de 60 minutos cada uno, sino como un largometraje documental de cuatro horas, que en la visión del director promete arrojar más luz sobre las eternas dudas que se mantienen alrededor de las responsabilidades del asesinato del entonces presidente John Fitzgerald Kennedy: quién lo cometió, quién se benefició, quiénes fueron sus cómplices y cuáles sus consecuencias.
No queda otra que volver a JFK mientras esperamos la llegada de esta extensa coda documental. La película resulta fascinante por donde se la mire y desde cualquier lugar en que se quiera intentar su abordaje. Al final, sus 190 minutos parecen escasos para describir en plenitud toda la extensa, compleja y enrevesada trama de ocultas conspiraciones que Stone descubre detrás del armado del crimen. En el fondo, la tesis de la película es que la tesis oficial de la Comisión Warren no alcanza para determinar los alcances del hecho. Lee Harvey Oswald jamás podría haber cometido el crimen exclusivamente por las suyas.
El personaje central de la película, el fiscal de Nueva Orleans Jim Garrison (Kevin Costner) adquiere a partir de su alegato una definitiva pátina de héroe civil. Representaría desde esta visión la dignidad de las instituciones cuando encarnan valores imperecederos (la Justicia, sin ir más lejos) por encima de cualquier interés sectario o mezquino. La presencia de un colosal elenco de figuras que encarnan distintas épocas del cine de Hollywood parece enaltecer todavía más la propuesta. Por allí desfilan Gary Oldman, Jack Lemmon, Donald Sutherland, Joe Pesci, Walter Matthau, Sissy Spacek, Tommy Lee Jones, Vincent D’Onofrio y Kevin Bacon para certificarlo. JFK ganó dos Oscar (fotografía y edición) y estuvo nominado a seis premios más, entre ellos mejor película y mejor director.
Pero desde el mismo momento de su estreno, JFK también se abonó a la polémica. En su crítica publicada en el número 3 de la revista El Amante, en marzo de 1992, Quintín dice que en un momento la película intenta un salto al vacío. “Duplicando algunos trozos de evidencia filmados y televisados, fabricando otros, la película reconstruye y adultera las partes faltantes u oscuras, inventa un alegato que nunca existió, aporta pruebas que se descubrieron más tarde con la sola finalidad de resultar convincentes para la retórica de un informativo, sin advertir que en un relato de ficción una palabra oportuna o un silencio pueden ser más valiosos que mil imágenes”, explica.
Podríamos decir que en ese texto Quintín anticipa, veinte años antes, lo que Stone se propone hacer en el documental que presentará en Cannes. “No se conforma con cerrar la investigación. Intenta reconstruir el crimen”, señala el crítico. A mediados de febrero, cuando anticipó por primera vez que su documental había sido invitado a participar en Cannes, Stone dijo que Through the Looking Glass “promete revelar hechos reales que conmocionarán a muchos”. Y de paso, con los reflejos de un artista que se reconoce a sí mismo como agitador y provocador, que la tesis de su nuevo trabajo no estará inclinada “hacia el lado norteamericano”.
En una entrevista con The New York Times, Stone también adelantó que el documental que se verá en Cannes aportará una nueva “acumulación de detalles” originada en documentos desclasificados en 2017. “Ata muchos hilos sueltos y rechaza gran parte de la ignorancia que se tiene sobre estas cosas”, agregó. Varios medios indicaron en febrero pasado que esa actualización no habría convencido del todo a Netflix y National Geographic. Y que ambas rechazaron el documental por dudar de la verificación de algunos hechos aportados por Stone.
“Si hacen esa verificación de acuerdo a fuentes convencionales, por supuesto que todo saldrá como si no fuera cierto. Por eso llegar a Cannes es un gran paso. Si no puede ser reconocido en Estados Unidos como un documento, al final eso ocurrirá en el campo internacional”, agregó Stone.
Hace 20 años, en JFK, el fiscal Garrison apareció a los ojos del mundo desde la pantalla como garante personal e institucional de la búsqueda de la verdad en este caso. No debe haber mejor actor que Costner para expresar desde la ficción esas conductas, que colocan al sistema judicial y a sus representantes más íntegros como posible reaseguro frente a cualquier maniobra conspirativa o de intereses creados. Pero después de eso, Stone dedicó buena parte de su trabajo como cineasta a hacer retratos documentales de distintos líderes políticos a los que se fue acercando con indisimulada simpatía. Algunos de ellos son autócratas que rechazan de plano la idea de una Justicia independiente del poder. En las vísperas de su cumpleaños número 75, Oliver Stone presentará un documental que tal vez ofrezca algunas pistas para la resolución de ese dilema.
JFK está disponible en Amazon Prime Video y Movistar Play
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación