Sólo una vez y de manera fugaz. Así recuerdan Joaquín Furriel y Nancy Dupláa la única vez que habían compartido un estudio televisivo. “Que tampoco nos cruzamos por historia, ¿no Nan? Me parece que no grabamos mucho juntos”, duda el actor, mientras su compañera de El Reino, el nuevo thriller político con tinte policial de Netflix, que se estrenará el 13 de agosto, completa la postal.
“Hicimos 099 Central en el 2002 (por el viejo Canal 13) y después no coincidimos más. Nos conocemos más afuera que adentro del set”, reconoce ella, en charla con Clarín.
Aunque el encuentro virtual acorta distancias, la popular dupla no necesita ponerse al día. “Nos juntamos hace poquito a ver el primer capítulo en grupo y, después de mucho tiempo, nos pudimos tomar un vino, comer un canapé y charlar”, comentan los actores, cuyos mundos de ficción, en la serie que lleva el sello literario de Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, apenas se cruzan en escena.
Dupláa yFurriel compartieron un Zoom con Clarín. Foto Netflix
“Me entusiasma formar parte de este equipo que respeto y admiro. Cada departamento de área es gente con la que ya he trabajo mucho en películas y son buenísimos. ¡El elenco completo! Todos los personajes son interpretados por la mejor opción para ese papel», entiende Furriel.
Y agrega: «Y, en este caso, también se suma que es la primera serie de K&S, una de las productoras más importantes que hay en la Argentina y en Latinoamérica, que además dirige Marcelo con Miguel Kohan, que ya se conocen mucho».
-¿Qué podría salir mal, no?
Furriel: Bueno, en realidad, eso es lo interesante. Porque nunca sabemos qué puede pasar, cómo puede responder el público. El boca de urna te dice que, con todo este equipo, El Reino debería estar muy bien. Yo lo vi y me parece impresionante.
-¿Vos también, Nancy?
Dupláa: Sí, hacer una serie es algo que en mi caso se fue dando por decantación, por cada paso que di en mi laburo. No lo estaba deseando profundamente, yo soy muy especial. Tengo mi energía puesta en otro lado, no en el laburo. Entonces, cuando se me abre una puerta que no deseo tanto abrir, pero se me abre, lo disfruto y descubro que tengo necesidad de contar y ser parte de este tipo de cosas.
Y completa el concepto: «Como si la apuesta se me redoblara sola. Me llevé muy bien con la épica de la serie, porque no deja de ser una historia con continuidad, que tenés revancha todos los días como con la tira. Más allá de las inseguridades, porque me invadía una inseguridad tremenda, fue Marcelo Piñeyro el encargado, con su amorosidad, de ir formateándome diferente«.
Furriel: Yo también trabajé todo lo que pude para quitarme las inseguridades que a veces tenés cuando actuás. Sentirte lo más armado posible, pero igual el personaje siempre me generaba un poco de inquietud, porque me costaba mucho reconocerlo, porque no tengo un pensamiento tan cercano en cuanto a su nivel de pragmatismo y las formas…
-¿De verdad se sentían inseguros, a esta altura?
Furriel: Es que es imposible, no conozco a nadie que no la tenga. Es algo con lo que trabajás permanentemente y es lo que también genera exponerte en algo, ¿no? No lo veo como algo negativo, sino parte del material de trabajo, supongo. No sé, Nancy, vos qué pensás, no lo tengo tan claro. Trabajé con Alfredo Alcón, que tenía 80 años, y lo veía tan inseguro como yo, con 30 y pico en ese momento.
Dupláa: Sí, la empezás a utilizar, inclusive, como un arma propia. No está mal tampoco, te frena un poco y no te hace meter de cabeza en las cosas creyendo que está todo bien. Te hace pensar de otra manera, ir un poco más despacio.
Duplaá interpreta a una fiscal en la serie de Netflix.
-¿Jugar para las grandes plataformas eleva la vara, también?
Duplaá: Sí, a mí en lo personal me elevó la vara. Y cada proyecto que me surge tengo la buena estrella de que siempre viene levantando la vara de lo anterior. Sobre todo en el contenido, en lo que yo quiero contar, que para mí es la estrella de toda serie. Qué querés contar y cómo lo contás. Cuando tenés una historia entre manos, que sabés que está perfecta, ya tenés un terreno ganadísimo.
«Y desde ahí fui elevando la vara propia, tengo la suerte y el privilegio de no tener que salir corriendo a hacer cualquier cosa. Porque tengo la comodidad económica para poder elegir, eso no es poco valor para nosotros, los actores», confiesa Nancy.
-Y, desde esa comodidad, ¿qué lectura hacen del vacío de ficción nacional en la televisión de aire, con un prime time que apuesta fuerte al reality show?
Dupláa: Hacer una ficción en un canal de aire es mucha, pero mucha plata. Desde ahí se empezó a perder un poco de calidad en algunos productos, pero sí, es mucho más caro que poner una lata que no tiene impuestos y que al canal casi que no le sale absolutamente nada. Ésas son las cuentas que hacen los dueños de los canales y te dan la pauta de cuáles son los objetivos.
«En la tele de hoy, desde mi mirada -sigue ella-, tenemos que evaluar y ver que se está convirtiendo en algo vinculado más con entretenimiento y con los programas políticos. Que están minados por horarios estratégicos, personas estratégicas».
-¿Ustedes consumen estos formatos?
Furriel: Yo no consumo mucho y no me siento muy invitado como espectador por la mayoría de los programas que hay. Siento que, hoy, algo de ese entretenimiento que uno veía en el cable llegó al aire, pero tiene que ver con los presupuestos, como decía Nancy. Sin embargo, las últimas tiras que se hicieron fueron muy exitosas y la gente las vio muchísimo.
Y detalla Furriel: «La que hizo Nancy con Carla Peterson (100 días para enamorarse) o ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza). Me parece que el público sigue necesitando ese momento de distención, de encontrar una historia y, cuando la hay, responde muy positivamente.
-Como lo viene haciendo con la reapertura de los teatros con aforo… ¿Les da ilusión este panorama o prefieren tomarlo con pinzas?
Dupláa: No sé qué es lo que va a suceder, somos contemporáneos de un acontecimiento universal rarísimo, que es esta pandemia horrible que determina todo el tiempo cosas nuevas, y la que verdad es que se puede proyectar muy poco. Yo tengo la esperanza de que a partir de la vacunación pueda empezar a reactivarse como lo está sucediendo en otras partes del mundo y acá un poco también.
Furriel compone una pieza clave de la campaña presidencial que se muestra en El Reino. Foto Netflix.
«En algunos más, menos, con la envergadura económica que tenga cada país. Nosotros estamos bastante castigados y lastimados. Pero veo una esperanza, ahora hay un aforo del 50% y se va a ampliar en uno o dos meses al 70%. Los cuidados son óptimos, la gente disfruta muchísimo y los actores, ni te digo», asegura Dupláa.
-Hablando de cuidados. ¿Se perdió un poco el miedo para trabajar en un set bajo protocolos?
Furriel: Bueno, cuando nosotros retomamos no estábamos vacunados todavía. Creo que lo que hace la vacunación es transformar una tragedia en un drama. Sigue estando, pero es un drama, no una tragedia. Nos cuidamos mucho, porque también fue la primera ficción nacional que empezó a trabajar después de la cuarentena.
-¿Todavía no les tocó besar…?
Furriel: La vida es más peligrosa que el set, te lo puedo garantizar… Hay que salir con esos hisopados exprés. ¿Viste? Es muy bueno. (Risas) Pero no, no me tocó. En El Jardín de Bronce, Danubio no besa mucho, así que no. No tuve ese problema.
-¿Nancy, vos manejas otra tranquilidad con tu primera dosis de la vacuna?
Dupláa: Por supuesto. Estaba muy preocupada por mis padres, pero ya tienen las dos dosis completas y eso me dio cierto relajo. Yo estuve enferma igual, me contagié de Covid y pasé un par de días terribles.
-¿Te contagiaste durante el rodaje?
Dupláa: No, fue hace poco. Por mi hija, pero, bueno, qué sé yo. Tenía que llegar, teníamos que transitarlo.
-¿Muy mal la pasaste?
Dupláa: Sí, pero, bueno, la llevamos bastante bien dentro de todo. Lo transitamos con todas las comodidades y los privilegios. Ahora tengo como una certeza con el anticuerpo, como que estoy bien, más la primera dosis.
Un thriller político con tintes de policial sofisticado
Sus caminos casi no se cruzan por libreto, pero no por eso no están ligados en la trama, donde el misterio y las intrigas del thriller de ocho capítulos –en el que Nancy es una aguerrida fiscal y Joaquín un ambicioso Jefe de Campaña– mueven los hilos.
Diego Peretti compone un personaje central del relato de Piñeiro. Foto Netflix.
“Lo que se eligió contar es la convivencia de la política tradicional con la fuerza religiosa, para poder sumar votos. Y dentro de eso, en el lanzamiento presidencial, al candidato lo matan y, a partir de ahí, el Pastor Emilio, su compañero de fórmula, tiene la posibilidad de ser Presidente», adelanta el actor.
«Pero para serlo quizá tenga que dejar la institución religiosa y entonces todo se pone bastante más complejo”, apunta Furriel.
-Más allá del crimen que dispara la historia, ¿les pareció interesante visibilizar temas como las relaciones de poder y la corrupción?
Furriel: Creo que la principal invitación es que es un género y éste es un thriller político. En ese sentido, respeta muy bien todo lo que se necesita para que tenga un nivel de tensión y te atrape como espectador. Tiene un potencial muy hipnotizante, porque vas descubriendo y conociendo los personajes y, en definitiva, no se habla de política como algo general, ni de religión.
El foco, para Furriel, está en que «se habla de particularidades humanas, de gente que está dentro de esas instituciones o recorridos de la vida, pero desde lo humano».
Mercedes Morán y Diego Peretti, dos de los protagonistas de la nueva serie.
-Nancy, vos venís con un background del policial en TV hace rato. ¿Se te hizo fácil familiarizarte con esta fiscal?
Dupláa: Sí, es un ambiente que conozco desde hace mucho tiempo, porque tuve la suerte de tocarlo en varias tiras y, si bien éste es un policial un poco más sofisticado, político, es un universo que conozco y me resultó bastante cómodo.
Fuente: Clarín