Nelly Kaplan, la cineasta argentina y última diva de la Nouvelle Vague en Francia, escritora anarco- feminista, murió en un hospital de Ginebra de coronavirus. Tenía 89 años y Francia la reconocía como una de sus grandes realizadoras.
La directora de cine se había mudado a Suiza para acompañar a Francois Martinet, su compañero, el productor y actor Claude Makawski, que murió de Parkinson. Ella había sido trasladada a una casa de reposo, donde se contagió el virus y falleció.
El vínculo entre Francia y Nelly Kaplan fue más largo e intenso que el que tuvo con la Argentina. Hija de una familia judía llegada de Rusia, llegó a Paris a los 22 años, después de haber debutado en el cine con el director Abel Gance.
A Nelly Kaplan no le gustaba que la catalogaran de feminista. Foto AFP
Amaba la literatura y la poesía. A su llegada a París, pobre y con 50 dólares en el bolsillo, se instaló en un hotelito de la rue de Seine. Para subsistir trabajó en las oficinas de Aerolíneas Argentinas. Le abrió las puertas del país y su mundo Henry Langlois, de la Cinemateca francesa. Se vinculó con escritores como André Breton y Philippe Soupault. Con su literatura erótica enfrentó la censura. En 1974 publicó bajo un seudónimo Memoires d´u ne liseuse de draps.
Kaplan vivía en París, en un gran departamento en los Campos Elíseos, en el último piso, con una terraza con gran vista a la ciudad. Fotos con Langlaois, con Claude Lelouch, con todos los grandes cineastas del siglo XX la acompañaban en su living. No le gustaba que la identificaron con el cine de género: era feminista pero no quería que se la identificara como cineasta mujer.
“Me dicen que soy feminista, pero no lo soy. Y tampoco me gusta que me asimilen al cine de mujeres. Me parece que es una trampa sutil para colocarnos en un gueto”, comentaba Nelly Kaplan a Danielle Raymond, en el libro Talentos argentinos en Paris, cuando le pedían que hablara como mujer cineasta.
Su película más famosa fue la La novia del pirata, con Bernardette Lafont, en el rol de una mujer libre que se venga de los pueblerinos que le eran hostiles. Fue finalista del Festival de Venecia en 1969. Se convirtió en una película de culto.
Nelly Kaplan era muy respetada en el circuito intelectual francés. Y fue condecorada con la Legión de Honor. Foto AFP
Otros de sus filmes eran Papa, Les petites bateau, Néa, Charles et Lucie, Pattes de Velours, Plaisir dámour y documentales consagrados a Pablo Picasso, Victor Hugo, Andre Masson, entre otros..
La embajada argentina en París , junto al Instituto Cervantes, hizo una retrospectiva en su homenaje cuatro años atrás. Ella estuvo en la fiesta de Ñ en París, cuando la revista se lanzó en francés durante la feria del libro.
Elegante, refinada, entretenida y ácida, Nelly Kaplan era respetada en todos los medios intelectuales de Francia.
Fue condecorada con la Legión de Honor por la república francesa en 1996.
Fuente: Clarín