«Falleció la actriz, bailarina y vedette Amelita Vargas. Cubana, radicada en Argentina desde 1946, logró una gran popularidad en teatro y cine», escribió la institución en su cuenta oficial de Twitter.
Su despedida se realizará a las 11, en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.
La actriz y bailarina cubana Amelita Vargas murió, en el Sanatorio Colegiales, donde se encontraba internada desde hacía varias semanas, según confirmó la Asociación Argentina de Actores.
Amelita Vargas este lunes será despedida en el Panteón de Actores del Cementerio de Chacarita.
«Falleció la actriz, bailarina y vedette Amelita Vargas. Cubana, radicada en Argentina desde 1946, logró una gran popularidad en teatro y cine», escribió la institución en su cuenta oficial de Twitter.
Amelita nació en Cuba y vivió en diferentes países, como México, los Estados Unidos y la Argentina.
También conocida como “La reina del mambo”, Amelita Vargas nació en La Habana, Cuba, el 16 de enero de 1928. Siendo una adolescente, empezó su carrera como bailarina.
A los 15 años se instaló en México, donde trabajó en casinos y en El Patio del DF, el lugar de espectáculos más importante de ese país, junto a Mario Moreno Cantinflas y Pedro Vargas.
En 1942 se radicó en los Estados Unidos, donde se perfeccionó como artista, al tiempo que trabajaba en clubes nocturnos de San Francisco, California.
En 1946, luego de participar como bailarina en la película Perilous Holiday, llegó a la Argentina.
Debutó en el teatro de revistas porteño con la obra ¡Se acabó el jabón!, en el Teatro El Nacional. Tras ese éxito, inició su camino en el cine con el filme Con el diablo en el cuerpo, de Carlos Hugo Christensen.
Luego, en 1948, a Amelita la convocaron para llevar a cabo un papel importante en La secta del árbol, y en 1950 participó en dos comedias de gran éxito dirigidas por Carlos Schlieper, Arroz con leche y Cuando besa mi marido.
En aquel tiempo se la vinculó con el director Enrique Carreras, quien la convirtió en figura del sello General Belgrano. Allí, la cubana protagonizó junto a Alfredo Barbieri varias películas en las que no faltaban los cuadros musicales de mambo, rumba y cha-cha-cha.
En teatro trabajó tanto en comedia como en el género de revista.
En 1960 filmó La procesión, que representó a nuestro país en el Festival Internacional de Cine de Cannes. Y en 1964 participó en Cleopatra era Cándida, protagonizada por Niní Marshall y Juan Verdaguer.
También se destacó como vedette en teatros de revista. A fines de los ’60 se retiró de la actuación.
Sin embargo, en los ’70, fue Antonio Gasalla quien la llamó para que hiciera un espectáculo de revista. En 1978 intervino en su última película, La obertura, de Julio Saraceni.
En 1999, Vargas huzi una participación en la novela «Muñeca brava», junto a Natalia Oreiro.
“Para mí es una satisfacción que me saluden por la calle. Me dicen: ‘¿Usted es Amelia?’. Y yo enseguida me pongo a conversar. ‘Sí, soy Amelita. ¿Quiere que le baile un mambo? No, ¡no se lo puedo bailar acá!’. Me hace mucho bien que me recuerden. La gente me quiere mucho”, respondió Amelita, con mucho sentido del humor, cuando le preguntaron cómo era su relación con el público.
Sobre su trabajo como bailarina, Amelita agregó: “Fui muy feliz cuando trabajé en el teatro y el cine. Bailé con todo lo que me daba el corazón. Lo hacía de verdad. Lo sentía”.
También incursionó en la televisión. En 1991 formó parte del ciclo El gordo y el flaco, por Telefe, y en 1999 tuvo una participación en Muñeca brava, la novela que protagonizó Natalia Oreiro.
Si bien no le gustaba dar muchas explicaciones sobre sus relaciones sentimentales, se supo que Vargas se casó con el director de cine y guionista argentino Tulio Demicheli. Después, con el actor y director Mario Lugones. No tuvo hijos.
En el 2005 fue homenajeada junto a Mirtha Legrand, Amelia Bence y Elsa Daniel en el Museo de Cine Porteño, y un año más tarde también fue premiada con Enrique Pinti.
La despedida de Vargas se realiza este lunes, a las 11, en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.