En esta nota hacemos un repaso de todo lo que no se vio de esta gran gala dedicada a la pantalla chica local y algunas perlitas que quedarán en el recuerdo.
Un menú especial
Se cursaron alrededor de 650 invitaciones para esta ceremonia, que se realizó nuevamente en el salón Pacífico del hotel Hilton. Los invitados y nominados degustaron un menú especialmente diseñado por el chef Emiliano Sabino. Como primera entrada se sirvió una serie de bocados que denominaron Mapa de Argentina y que constó de cuatro sabores típicos de la gastronomía local: humita, tomaticán, empanada y tartar de trucha. Luego, un zócalo de garbanzo especiado, jamón crudo, queso mascarpone, esponja de albahaca, tomates asados y crema de arveja-lima. En tanto, de plato principal hubo un lomo de novillo, con texturas de zanahorias asadas en miso, emulsión de zanahoria y chocolate blanco, roll de papa y ajo negro y salsa de mostaza a la antigua. Y finalmente, de postre se sirvió un cremoso de limón, confitura de frambuesas, crema de lima, crocante de chocolate blanco y almendra.
Sillas vacías
“Atentos, ¡15 minutos para salir al aire!”, se escuchó decir a un productor desde los parlantes ubicados en el salón. Pero los minutos siguieron pasando y las principales figuras no aparecían. “¡Dos minutos del aire, por favor, tomar asiento!”, remarcaron luego. Y ahí sí llegó Mirtha Legrand para sentarse en su privilegiada mesa, la número 2, bien adelante de todo. Luego fue Santiago del Moro quien tomó el micrófono y saludó a los presentes y a la audiencia, y dio por comenzada la ceremonia. Pero si en ese momento las cámaras hubieran apuntado a las mesas de los invitados y nominados hubieran notado muchas ausencias.
Finalmente, varios minutos después de comenzada la emisión de la ceremonia por Telefe, hizo su entrada triunfal Susana Giménez, que recorrió el largo pasillo del salón para ubicarse en su mesa, la número 1, frente al escenario. Después hizo lo propio Marley, quien se sentó a su lado y estuvo a su resguardo casi toda la noche. Y detrás de ellos entraron Wanda Nara y su hijo Valentino; Nicole Neumann y sus hijas Allegra e Indiana Cubero, Dario Barassi, Eliana Guercio y su marido, Chiquito Romero, entre otros.
Un encuentro de divas
Después de llegar al salón y ubicarse en su mesa, Susana Giménez no demoró mucho en ir a saludar a Mirtha Legrand. Se sentó a su lado y empezaron a charlar muy animadamente mientras a su alrededor se iban juntando periodistas y fotógrafos que querían retratar el gran encuentro de las divas de la televisión. A los minutos, además, se sumó a la conversación Wanda Nara que no se quiso perder la ocasión de saludar a ambas figuras y expresarles su admiración.
De Las Vegas a los Martín Fierro
Los más ruidosos
Claramente de todas las mesas que ocupaban el salón, la de los integrantes de Cortá por Lozano eran de las más ruidosas de la noche. Se los notaba eufóricos y felices, esperando recibir muchas buenas noticias durante la velada. Y si bien en parte fue así: lograron llevarse la estatuilla a mejor magazine y celebraron como propio el premio de Mauro Szeta por su labor periodística, también consolaron a Verónica Lozano cuando no pudo alzarse con el galardón a mejor conductora.
¡Todos de pie!
Uno de los momentos más emotivos de la noche y en el que los presentes realmente miraron el escenario, hicieron silencio y estuvieron atentos a lo que pasaba ahí fue en el In Memoriam. La canción elegida para este especial segmento fue “No me olvides”, que interpretaron Nahuel Pennisi y Abel Pintos. Mientras un video mostraba a los artistas o integrantes del mundo televisivo que fallecieron el último año, muchos presentes se pusieron de pie, incluida Mirtha Legrand, y no pudieron evitar emocionarse y aplaudir, en sentido reconocimiento. Especialmente cuando se vio en pantalla la imagen de Selva Alemán (que falleció la semana pasada), Claudio Rissi, Pepe Soriano y Silvina Luna, entre otros.
¡Sorpresa: Mazzocco mejor conductora!
La categoría de mejor conductora era una de las más esperadas de la noche y también una de las más peleadas, por los nombres de las candidatas en cuestión. Por eso, quizás, nadie creía que podía imponerse Karina Mazzocco, pero contra todos los pronósticos, la conductora de A la tarde logró llevarse la estatuilla frente a Georgina Barbarossa, Carmen Barbieri, Verónica Lozano, Mariana Fabbiani y Lizy Tagliani.
Una visita inesperada para Cris Morena
Marcela Tauro, reconocida
Una de las ganadoras de la noche más celebrada y aplaudida por los presentes fue Marcela Tauro. Sí, y tanto es así, que una vez que bajó del escenario, muchos colegas se acercaron a saludarla y a felicitarla por su premio. Ella, en tanto, se mostró muy feliz por el reconocimiento de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra).
Entre charlas cómplices y selfies
Los premios Martín Fierro son la ocasión ideal para saludar colegas que hace mucho que no se ven o también para tener charlas cómplices con algún otro famoso. Dicho esto, anoche se pudo ver a Georgina Barbarossa pasando por varias mesas a saludar amigos y conocidos del medio al igual que a Coco Sily, que charló animadamente con varias figuras.
Por otro lado, las que iban de acá para allá juntas cada vez que podían eran Lizy Tagliani y Juanita Viale, que se mostraron muy compinches e incluso posaron juntas para varias selfies, incluida una en el baño.
Descalzas por el salón
La ceremonia se hizo muy larga y muchas famosas no lograron llegar hasta el final impecables o… ¡por lo menos con los zapatos puestos! Tanto a Edith Hermida como a Luciana Geuna se las vio caminar descalzas por el pasillo del salón del hotel.
En el caso de la panelista de Bendita, luego de haber ganado el programa su terna y de haber celebrado con su equipo, ella se retiró del lugar, zapatos en mano y con una gran sonrisa de misión cumplida. En tanto, Geuna, al escuchar su nombre como la ganadora de la terna a mejor labor periodística femenina y no habiendo esperado ganarlo, salió corriendo de su silla, descalza, y así subió al escenario a agradecer y así siguió un buen rato antes de dar por terminada la noche.
Fuente: La Nación, Azul Cecinini