El camino recorrido por Lisandro Fiks es extenso, curioso y ecléctico. El actor y director es uno de los argentinos que forma parte de la película Los dos Papas, y nunca imaginó que, muchos años después de ser un integrante del grupo teatral y musical Los Amados, compartiría elenco con Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, protagonistas del filme.
Lisandro actualmente dirige a Juan Leyrado en Aceite de oliva en el Teatro Provincial de Mar del Plata y también actúa y dirige en Hombres y ratones en la misma sala. Y dejó atrás hace mucho su personaje de Tito Richard Junquera en Los Amados, donde estuvo 14 años, para encarar otro perfil completamente distinto.
Como actor, dramaturgo y director, Fiks que, además es músico, ya lleva transitado otro rumbo y en el medio, apareció el personaje del sacerdote jesuita Franz Jalics en el filme dirigido por Fernando Meirelles.
En la película se muestra, como sucedió en la vida real, que Jalics y otro sacerdote, Orlando Yorio, fueron secuestrados y torturados durante la última dictadura militar en la Argentina y cómo Bergoglio tuvo -aunque involuntariamente- alguna responsabilidad en todo eso.
Jalics es un sacerdote jesuita húngaro que desde los años ’50 trabajó en la Argentina en barrios carenciados y en villas. Fue quien recibió a Jorge Bergoglio en la orden jesuítica, su mentor, pero luego Bergoglio se convertiría en su superior dentro de la jerarquía eclesiástica. Tras cinco meses detenido y torturado, Jalics fue liberado y al tiempo se fue a vivir a Alemania, donde actualmente reside y, con 92 años, se dedica al retiro espiritual.
“Me sirvió mucho leer sus declaraciones sobre lo que fue perdonarlo al actual Papa, sobre todo para la escena del reencuentro con él y para saber cómo vivió Jalics todo eso”, dice Fiks sobre la relación que unió a ambos sacerdotes. “Creo que lo perdonó porque Jalics emprendió una búsqueda espiritual, es una persona que no quería vivir con odio ni rencor y quiso ser coherente con eso”.
Lisandro Fiks. Para el director Fernando Meirelles, la gran revelación de “Los dos Papas”, en el personaje de Franz Jalics.
A los 48 años, Fiks llegó al elenco internacional de la película de Meirelles por un casting. “Me convocaron como a uno más, no tenía ni idea para qué era, incluso había cierto hermetismo alrededor, justamente porque decían que era un proyecto grande”, recuerda.
Pero una sola escena alcanzó para convencer al director. “En una segunda convocatoria, fui preparado para repetir la escena, como suele suceder y ahí lo conocí a Meirelles, que enseguida me empezó a hablar de la película, me contó que era con Hopkins y Pryce y me habló de mi personaje”, cuenta Lisandro. Hopkins interpreta a Josef Ratzinger, Benedicto XVI y Pryce, a Jorge Bergoglio ya como el Papa Francisco.
“Fue todo tan inmediato que incluso me preguntó si estaba dispuesto a afeitarme. Y quedé. A la salida de la reunión me hicieron firmar un contrato de confidencialidad”, recuerda.
Con su papel confirmado, Fiks se puso a investigar en profundidad sobre Jalics. “Me obsesioné con él, leí algunos de sus libros porque tiene varios. Él todavía vive y está dedicado a la espiritualidad, hace retiros con votos de silencio. En uno de sus libros, Ejercicios de contemplación, habla de su etapa detenido y torturado por la dictadura y también de su vínculo con Bergoglio”.
En esa investigación exhaustiva, Fiks encontró uno de los momentos clave de su personaje: “En un capítulo dice abiertamente que su superior lo había traicionado y entregado y hasta la familia lo condena a Bergoglio por eso. Hay muchas declaraciones de Jalics que tenían que ver con eso, sobre todo por esa postura con respecto a su espiritualidad más que con su vínculo con Bergoglio”, asegura el actor. “Eso me ayudó mucho para trabajar la escena que hicimos con Minujín, el Bergoglio joven, en la que lo perdona”.
Según Fiks, en los textos y entrevistas, Jalics cuenta que rezó y que le llevó tiempo sacarse de encima el rencor y perdonar al futuro Papa. El actor le llevó el material al director y lo trabajaron juntos. “El perdón fue con el corazón y yo me inspiré mucho en eso para hacer mis escenas. Le dediqué mucho a ese encuentro”, asegura.
El actor recuerda que, por su formación católica hasta los 15 años, iba a misa todos los domingos. “Luego me alejé, por distintos motivos. Pero con este personaje y su actitud hacia la espiritualidad y de su actitud austera como cristiano, me sentí conmovido y me hizo ver que hay distintas maneras de acercarse al catolicismo”.
Casi todas las escenas de Fiks en la película son junto a Minujín. “Con Juan compartí un trabajo muy lindo, es un actor muy generoso y comprometido. Tuvimos la confianza plena del director, que nos brindó calidez y nos dejaba improvisar y probar cosas, buscar alternativas. Estuvimos cómodos, no por nada es un grandísimo director”.
Meirelles se quedó encantado con el trabajo de todo el elenco argentino y en especial con el de Lisandro. Tanto que en varias entrevistas, se ocupó de destacarlo. En el sitio Otros cines, el director dice: “Me encontré con 8 ó 9 actores argentinos para el papel que finalmente hizo Minujín, un gran intérprete a quien había visto en la muy buena El marginal. De todas maneras, para mí la revelación es Lisandro Fiks quien encarna al padre Jalics. No sé cómo no es una figura de la dimensión de un Ricardo Darín. Pero descubrí que casi nadie lo conoce aquí”.
Con semejante elogio Fiks se siente sorprendido y agradecido. “Estoy muy contento. La película corría el riesgo de ser denostada por el tema que trata y por lo que significa la Iglesia en la Argentina y en el mundo, pero fue muy bien recibida”.
Por otra parte, durante el rodaje, Meirelles fue a verlo a actuar a la sala El Opalo, en Balvanera, un gesto que a Fiks le llegó al corazón. “Fue a ver mi obra 25 millones de argentinos a un teatro de 30 localidades, lo que no deja de ser conmovedor”, dice. “Eso y el hecho de que Hopkins y Pryce me hayan visto actuar son cosas maravillosas de las que todavía no caigo del todo”.
En los últimos años, Fiks participó de varios programas de televisión como Guapas, en la película La noche de 12 años y dirigió seis obras de teatro (cuatro propias y dos adaptaciones, entre ellas Un enemigo del pueblo que le valió el ACE de Oro a Juan Leyrado en 2018). “Jamás en la vida se me hubiera ocurrido compartir elenco con estos dos gigantes que son Jonathan Pryce y Anthony Hopkins. Y que el director destaque mi trabajo es un mimo, una alegría enorme”.
Fuente: Clarín