El filme se estrenó el año pasado en el Festival de Mar del Plata y ha tenido un intenso recorrido por festivales, con un guion basado en un texto de Guillermo Saccomanno y llevado al cine con el protagónico de Rita Cortese y Valeria Lois.
La película cuenta un viaje en micro a la costa de madre (Cortese) e hija (Lois), quienes tienen una relación absorbente y enfermiza y que en una noche dentro de un micro vacío estalla en mil pedazos.
Amor, celos y costumbrismo es lo que Hernández supo llevar a la pantalla grande con un película que ella misma calificó como «pequeña», en comparación a su antecesora «Los Sonámbulos», la cual también fue elegida para ir a los Goya y, más tarde, a los Oscar (aunque finalmente quedó fuera de los nominados de este año).
«Es una metáfora del desapego. Es una road movie bajo el manto de una tormenta, que no simplemente tiene que ver con lo externo, sino con lo que se va gestando en ese viaje y lo que se dicen respecto al pasado y lo presente. Ese encierro es temporal y emocional y el colectivo en alguna manera da un espacio propicio porque no tienen otra opción», dijo en su momento Hernández.