Presenta en forma gratuita, en su página web y en la plataforma Octubre TV, un amplio panorama del cine de lo real, en sus más diversas manifestaciones.
Los amantes del cine de lo real tienen una cita ineludible desde este jueves y hasta el 30 de septiembre en sus pantallas hogareñas: la 8º edición del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (Fidba) se desarrollará en modo online y gratuito. Dividida en secciones con focos temáticos, ciclos y retrospectivas, además de sus distintas competencias, el Fidba albergará más de 230 films de 46 países. Habrá estrenos mundiales, latinoamericanos y nacionales, que podrán verse en todo el territorio argentino. Las diez competencias se podrán ver en fidba.com.ar. Y los diez focos temáticos junto a la retrospectiva dedicada al realizador francés Richard Copans y el homenaje a Rosario Bléfari estarán disponibles en Octubre TV, la plataforma del Grupo Octubre, que dirige la realizadora Paula de Luque. El Fidba es organizado por la Fundación de Altos Estudios en Cine Documental (Fundoc) y cuenta con el apoyo del Incaa, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Grupo Octubre, entre otros organismos culturales.
«El objetivo del Fidba siempre ha sido difundir el cine de lo real y la ampliación de audiencias», cuenta el director de la muestra, Mario Durrieu. «La ficción tiene más ventajas ya que el cine documental tiene ventanas un poco más restringidas; incluso a la hora de buscar espacios para la exhibición es algo muy complejo. Nuestro objetivo fundamental es la exhibición y la difusión a nivel global del documental argentino y latinoamericano. Y también traer otras cinematografías que nunca llegan», agrega Durrieu.
En esta edición digital, el público tendrá acceso online a cuatro estrenos diarios que estarán disponibles durante 72 horas, mientras que los distintos Focos temáticos (Género, Música, Cine, Evolución, Planeta Tierra, entre otros) estarán accesibles durante siete días. «Con la forzada obligación de hacer las cosas en forma no presencial descubrimos que perdemos la potencia de la pantalla, que es un dolor grande, pero también evaluamos que las películas llegan a lugares que no nos podíamos imaginar. Por más que el año pasado hayamos tenido doce sedes, la idea de poder llegar a Jujuy, Tucumán, Ushuaia y Neuquén, por ejemplo, es muy bueno», explica Durrieu, que aspira a lograr que haya una audiencia mucho mayor en esta edición digital.
La estructura
El programa del 8º Fidba es ambicioso: tiene una competencia de Largometrajes Internacionales, una de Largometrajes Iberoamericanos, una de Operas Primas, una de Películas Argentinas, dos competencias de Largometrajes Nuevas Narrativas y de Cortos Nuevas Narrativas, Derechos Humanos y LGBTIQ+, entre otras. También se suman diez focos como los dedicados al cine francés, portugués, colombiano, además de los denominados Evolución, Planeta Tierra, Música, Colectivo Mafi (colectivo de cine chileno) y Arquitectura.
El criterio para seleccionar las películas lo explica el director de programación e Industria, Walter Tiepelmann: «Básicamente, el Fidba es un festival de no ficción que trabaja con películas que no tienen actores. Dentro de eso, siempre buscamos nuevas narrativas, realizadores que estén planteando una apuesta por lo cinematográfico, lo autoral, lo que, a veces, se llama documental de creación«. Dentro de esa línea, “es un planteo de programación bastante más radical el que estamos teniendo», entiende Tiepelmann. Pero con el paso de los años y las ediciones «se fueron incorporando secciones un poco más abiertas porque tal vez estábamos trabajando para un nicho y, a partir de ahí, teníamos que empezar a dialogar con distintas audiencias e ir a buscar otras audiencias», explica el director de programación. «Esta posibilidad de hacer el festival online nos planteó una serie de alternativas y de cuestionamientos respecto a cómo se ve cine online”, subraya.
Las perlas del Fidba
En Proyecciones Especiales, se podrá ver City Hall, el documental más reciente del gran director estadounidense Frederick Wiseman. Nacido en 1935 en Boston, en el seno de una familia judía, Wiseman llegó al documental después de finalizar su formación como abogado. «Se caracteriza por filmar instituciones. En este film, decidió filmar el Ayuntamiento de la ciudad de Boston. Lo que vemos es la vida de lo que ocurre en el Ayuntamiento. Para Wiseman es importante el aquí y el ahora. Dicen que es un cineasta de lo observacional pero, en realidad, es un cineasta del aquí y del ahora. El filma lo que está ocurriendo en ese momento”, plantea Durrieu, quien no duda en señalar que la construcción de las películas de Wiseman son así: “El filma y es lo que está ocurriendo. Lo que intenta hacer con esta película es una representación de la sociedad estadounidense; o más que de la sociedad, del gobierno estadounidense. Lo que ocurre en algo chico se va transformando hacia algo más grande, hasta llegar al presidente de los Estados Unidos», relata el director del Fidba.
Uno de los documentales destacados del Fidba en la Competencia de Largometrajes Internacionales es el mexicano Yermo, de Everardo González. Motivado por la sorpresa y la improvisación que ofrece la errancia, Yermo es un viaje difuso, multicultural y sin un recorrido definido a través de diez desiertos alrededor del mundo: desde Atacama, en Chile, hasta Sahara Occidental, en Marruecos, pasando por otros países como Mongolia, Islandia, Estados Unidos, México, Perú y Pakistán. El realizador emprende un viaje sin guion preconcebido con el fin de capturar la cotidianidad de las comunidades que allí habitan. Los diferentes retratos revelan pros y contras de vivir en esos paisajes áridos, inhóspitos y tan ajenos a la geografía de la civilización moderna, sin caer puramente en el estudio etnográfico sino profundizando una fibra transversal y unificadora: el ser humano.
Proveniente de Burkina Faso, After your revolt, your vote, dirigido por Kiswendsida Parfait Kaboré, expone cómo luego de 27 años bajo el dominio del presidente Compaoré, una revuelta popular irrumpe como una llama en las calles de Burkina Faso, comprometida en darle fin a una de las páginas más oscuras del país. Pero después del levantamiento ocurrido en 2014, el panorama a futuro sigue siendo incierto. Son, entonces, los más jóvenes, los encargados de contagiar el entusiasmo al resto de la población incitándolos a través de la alegría que ofrece la música y el baile para que se acerquen a las urnas. Poco importa qué partido político sea el que elijan votar. La convicción es otra, una más urgente y necesaria: afirmar el primer ladrillo de una democracia históricamente negada.
La producción rusa Monologue, de Maxim Eruzhenets, expone las influencias de la tradición de los viejos maestros del arte plástico en un joven artista que está finalizando su tesis de pintura histórica con el cuadro Alarm Bell. La cámara capta el proceso creativo, desde la idea a la forma, revelando un modus operandi artesanal que se siente como un viaje a través del tiempo. Junto al monólogo interior del protagonista, aparece la voz del profesor, pilar de la enseñanza académica y encargado de otorgarle un nuevo ángulo a las reflexiones en torno a la obra y a la figura del alumno.
Doc nacional
La competencia de Largometrajes Argentinos está compuesta por once documentales. «Hay muchas películas de directores argentinos filmadas fuera del país. Eso interesante porque nos traen miradas propias y también empezaron a aparecer algunos documentales con humor. Es el caso de Qué tal Pascual, de Bárbara Brailovsky. La directora trabaja a partir de un personaje en Barcelona. Este personaje tiene miles de aristas y se va construyendo una historia que es muy emotiva, y básicamente una suerte de comedia acerca de las profesiones que se pierden y de una forma de caballerosidad que también se fue perdiendo con el tiempo. Todo eso está narrado desde el humor, con una reflexión del cómo es hacer una película y vincularse con un otro», señala Tiepelmann.
¡Qué vivas 100 años!, de Víctor Cruz, es una película sobre ancianos en regiones muy distantes del mundo que han alcanzado o están por alcanzar los 100 años de vida y que comparten una excitante pasión por vivir. Diana Cardini presenta Los peces también saltan, un documental que intenta rescatar el espacio público del cementerio de la Chacarita, su arquitectura, y la inmensidad de sus 95 hectáreas dedicadas a la muerte. La película hace hincapié en el presente, en las historias transitadas por los personajes, sus oficios, rituales y sus formas específicas de lidiar con el otro mundo.
Otras voces
La sección LGBTIQ+ llega también en un momento particular. «La idea de este foco, que llamamos ‘Lateral’, comenzó el año pasado. Nosotros buscamos que el festival les hable a distintos públicos. La función social del cine es abrir cabezas. Para nosotros, Fidba es un festival para abrir cabezas, como puertas y ventanas para ver otras realidades», destaca Durrieu. «Pusimos el foco de esta sección en otros lugares que no sea el centro de Buenos Aires», admite el director de la muestra en relación a la geografía de las películas LGBTIQ+.
«Como todos sabemos que es un año muy particular y por el criterio de que la pantalla deja de ser el cine, se crearon dos focos, Evolución y Planeta Tierra”, cuenta Durrieu, junto a otros ocho que forman la programación. “En un momento en que estamos todos encerrados, estos dos focos tienen un mensaje muy positivo, pero no estúpidamente positivo sino que tienen películas que hablan sobre problemas, pero esas películas muestran las soluciones a esos problemas», subraya el director del Fidba. Uno de ellos es Hermanas de los árboles, coproducción India-Argentina, dirigida por Camila Menéndez y Lucas Peñafort. En India el nacimiento de una niña ya no es una maldición. Las familias que antes se deshacían de sus hijas por no poder pagar la dote, celebran sus vidas plantando 111 árboles. Es la historia de mujeres como Kala que lograron trabajar fuera del hogar y organizar a otras. O Bhavari que apenas sabe escribir y está educando a su hija Nikita para que siga sus sueños de convertirse en enfermera.
También se destaca el foco dedicado al cine colombiano. «Ese cine, de acá a diez años atrás, dio un giro, llegó internacionalmente a Cannes, pero el cine documental de Colombia siempre está vinculado al conflicto armado y a la selva. Entonces, hicimos una especie de cartografía o mapeo de los nuevos realizadores que trabajan estos temas porque los temas que conflictúan a una sociedad suelen ser los mismos. Estas películas no los muestran de una forma tan directa, como lo hacen realizadores más tradicionales», sostiene Durrieu.
Entre los films del foco colombiano, se destaca La madre de las madres, de Wilson Arango. Teresita Gaviria es una madre que, tras la desaparición de su hijo, busca incansablemente la verdad que le permita restituir su vida y superar el dolor junto a cientos de madres colombianas víctimas de la violencia. La Madre de las madres retrata a través de una de ellas, a cientos de madres, atravesadas por la pérdida de sus hijos y seres queridos, en el contexto del conflicto armado en Colombia.
La Serie
«Es una tendencia mundial. Lo hicieron festivales como San Sebastián y Guadalajara. Normalmente se hace, como lo estamos haciendo nosotros, con una o dos series que se presentan y se va abriendo espacio, también pensando que hay algo de la propia experiencia cinematográfica que hoy está dialogando entre la pantalla de casa y la sala”, explica Tiepelmann sobre el motivo de incorporar series a la programación del Fidba dentro del Foco Cine Francés. “Entonces, dentro de ese diálogo creemos apropiado el formato de series, pero no cualquier serie. Estamos eligiendo una producción de Les films d’Ici, que es la productora de documentales más grande del mundo”, agrega. Se va a estrenar una miniserie de cuatro capítulos, El tiempo de los trabajadores, dirigida por Stan Neumann. El proyecto gira en torno a cuatro temas principales que recorren esta historia de principio a fin. Estos temas se tratan por separado, película por película: Cuerpos y máquinas, Culturas de los trabajadores, Utopía y sus héroes, y ¿Economía, política, victorias, derrotas? «Es un compendio de las cosas que están pasando en la forma del trabajo, en cómo se ve el trabajo con el tema del neoliberalismo», indica Durrieu.
Rosario siempre estuvo cerca
El homenaje a la actriz y cantante Rosario Bléfari, fallecida el 6 de julio de este año, surgió «casi de una casualidad», subraya Durrieu. «En realidad, el material nos encontró a nosotros». Las dos películas son Entre dos luces y Cien caminos, de Fernando Blanco. A uno de los programadores, el periodista y cineasta Paulo Pécora, le llegó el material y planteó la propuesta. «Es un material, si se quiere, muy casero: son filmaciones que tienen que ver con el aspecto más musical de Rosario, como sus giras, pero de pronto nos encontramos con estas películas que son como road movies”, entiende el director del Fidba.
Fuente: Página 12