“¿Se puede hacer una serie histórica de algo que está pasando ahora mismo? Sí que es posible”. Javier Olivares, director y guionista que puso en uso su licenciatura en Historia en buena parte de sus trabajos en televisión (Isabel, El Ministerio del Tiempo) se pregunta y se contesta a sí mismo con contundencia. Tiene planificadas casi al completo las tres temporadas de su nuevo proyecto, El Rey, que encierra una biografía doble: la de Juan Carlos Iy la del país que reinó. Se trata por tanto de un relato sin final definido. El futuro inminente ―”esa parte de la historia que no está en los libros porque la están escribiendo los periódicos”, apunta el madrileño— será el que lo rubrique. Queda consagrado al mañana el libreto correspondiente al último capítulo de esta serie creada por Globomedia como parte de The Mediapro Studio, que está en fase de desarrollo y aun sin definir el canal o la plataforma para su emisión.
A pesar de que durante décadas el término “campechano” opacó el retrato oficial del rey emérito, Olivares siente que nunca fue anodino como personaje, por cómo llegó a la corona y por todo lo vivido en su infancia. “Pero los últimos acontecimientos en torno a su figura han contribuido a que haya un interés todavía más diverso y transversal del que tenía antes, cuando solo era una figura institucional”, apunta Javier Pons, codirector de Televisión de The Mediapro Studio y director de Globomedia. Ambos se encuentran sentados uno enfrente al otro en una sala de la sede madrileña de la compañía, durante una mañana de junio, para conversar en torno a El Rey.
“Cuando The Mediapro Studio nació hace tres años [como marca que engloba los productos de ficción y entretenimiento de la productora audiovisual], lo hizo con la intención de, además de desarrollar propuestas que llegan desde las cadenas, encontrar proyectos propios, impulsados y gestados por nosotros mismos desde su inicio”, comenta Pons.
Así se lanzaron el thriller con vocación internacional The Head (disponible en HBO Max) y el spin off Vis a Vis. En ese cambio de modelo creativo y empresarial se enmarca esta serie en torno al monarca español. Concebida desde hace años como una historia centrada en su ocaso, la publicación en el 2020 de la novela Yo, el Rey, de Pilar Eyre amplió las ambiciones de Olivares y Pons hasta transformar la idea original en un drama en tres actos, de entre 10 y 12 capítulos cada uno. Lo componen, en palabras de su director y guionista, “una ascensión que fue muy dura, un auge en el que todos los españoles éramos juancarlistas y un shock final, al constatar lo que no quisimos ver”.
El libro de la periodista y escritora catalana ofrece muchas claves para entender, sin necesidad de justificar, el comportamiento posterior de su protagonista. “Me encontré en sus páginas una mina de oro, una joya narrativa”, recuerda Olivares, también responsable de la serie Atrapa a un ladrón protagonizada por Pablo Echarri. En ellas recapitula la niñez durante el exilio, la relación con su padre Don Juan de Borbón y sus primeros contactos con Franco. “Y refleja muy bien una época en la que muchas familias reales pululaban por Europa sin país que reinar, que tenían que organizar encuentros en transatlánticos para que los herederos se fueran conociendo. También muestra ese intento de mantener un nivel de vida que ya no podían tener y su pavor absoluto a la miseria, lo que explica muchas cosas”. El texto servirá de arranque para dar paso a una segunda y una tercera tanda de episodios basados en su mayor parte en el trabajo de documentación realizado por el equipo de la serie. El reparto todavía está por definirse.
Olivares, el narrador y el historiador, se emociona al repasar todo lo que ha rodeado la vida del que es ahora el personaje principal de sus guiones. “Juan Carlos se casó con Sofía con la clavícula y el brazo rotos porque, poco antes, su cuñado Constantino, que practicaba karate, le había dado una paliza”, cuenta fascinado. Todo ello aparecerá en El Rey, que no será una serie de un solo personaje. Al modo de The Crown otras figuras históricas del entorno del monarca y piezas fundamentales de la historia española tendrán su espacio en la serie.
“Lo que hace Javier es entretenimiento con un rigor indiscutible, aunque pueda levantar polvareda”, apunta Pons. “La intención es mostrar cómo los personajes nos llevan a esos hechos históricos e incluir todos los puntos de vista para que el espectador elija el suyo”, completa Olivares. Esa polvareda ya la vivió con su serie Isabel, dedicada a la reina de Castilla y a la que renunció en su primera temporada. Siempre llegaba la queja de algún espectador que sentía que había omitido algún dato imprescindible en torno a ella. “Para cada escena repasábamos decenas de libros. Y lo que no se citaba al menos dos o tres veces, no lo incluíamos”, comenta el director. Así pretende que ocurra en El Rey. En el caso de las amantes de Juan Carlos I, solo aparecerán las que se conocen de forma objetiva y documentada. “No habrá amarillismo”, asegura. La presencia de Corinna Larsen (amiga íntima del rey) dará pie, entre otras cosas, a contar una trama más universal, “sobre lo que le ocurre a un hombre mayor cuando se enamora de alguien más joven y quiere cambiar el mundo”. El cambio social de un país que dejó de tolerar a su rey se reflejará también a través de las mujeres en torno al monarca. En especial lo hará con la reina Letizia, “una mujer con carácter, que asume y cumple, pero que no consiente algunas reglas del juego” y la antítesis de la reina Sofía, a la que se ha propuesto retratar con tantas aristas como a su marido.
Fuente: La Nación