Las sectas se han convertido en un tema cada vez más frecuente en cines y series, tanto en ficción como en documental. La idea de que un grupo de personas se radicalice y se convierta en un grupo cerrado y peligroso ha generado un interés renovado en la actualidad. Todavía quedan sin contar muchas historias reales de sectas y la ficción, desde luego, tiene un terreno infinito para recorrer. El diablo en Ohio es una miniserie con una temporada de ocho episodios y está basada en la novela de Daria Polatin, quien además es la responsable de su adaptación.
Suzanne Mathis (Emily Deschanel) le da refugio en su hogar a una adolescente llamada Mae (Madeleine Arthur). A partir de ese momento comienzan a suceder hechos extraños. (Netflix)
El personaje principal de El diablo en Ohio es Suzanne Mathis (Emily Deschanel), una psiquiatra con un pasado traumático que le da refugio en su hogar familiar a una adolescente llamada Mae (Madeleine Arthur), quien ha escapado de una peligrosa secta. Este acto generoso, sin embargo, traerá consecuencias inesperadas. Suzanne, que vive con su esposo y sus tres hijas, verá como poco a poco la dinámica familiar comienza a alterarse y de manera sutil Mae parece ser víctima y victimario a la vez. Mientras tanto, la policía investiga a la secta que parece tener conexiones en lugares de poder, lo que le ha permitido seguir funcionando hasta la actualidad. Ahora todos están en peligro, Mae, Suzanne, su familia y el detective López (Gerardo Celasco), quien a pesar de lo que dicen sus superiores profundiza en el caso.
«El diablo en Ohio» es una miniserie con una temporada de ocho episodios. (Netflix)
Para toda una generación, la protagonista de El diablo en Ohio, Emily Deschanel, es una de las actrices más queridas. Ella protagonizó, junto a David Boreanaz, la serie Bones, que desde el 2005 al 2017 tuvo doce temporadas que gozaron de gran popularidad. Su rol de la doctora Temperance Bones Brennan está entre los más recordados de la historia de la televisión. Esa antropóloga forense que investigaba casos junto a un agente del FBI fue el personaje que le dio a Deschanel una fama que aún perdura, aunque ella siga adelante con su carrera. Aquí es una atormentada psiquiatra que ha podido rearmarse luego de haber crecido en un hogar violento, con un padre abusivo y una madre que era una víctima que no encontraba la forma de escapar.
La miniserie se construye sobre todo en la relación que Suzanne tiene con Mae. El afán de la psiquiatra de rescatar a la joven de la violencia la lleva a pasar por alto las señales oscuras que se ciernen sobre la joven que ha escapado de la secta. Ahí, sin duda, está el núcleo dramático que engancha al espectador. Por otro lado, la vida de Mae con las hijas de Suzanne y el coqueteo con la idea de ir hacia el camino de la película Carrie le da un suspenso extra que lleva, poco a poco, hacia el terror, un género al que no se sabe al comienzo si la miniserie pertenece o no.
Está basada en la novela de Daria Polatin. (Netflix)
La miniserie se mueve de forma inteligente por varias subtramas aunque ninguna de ellas está ajena al conflicto principal. Busca mantenerse ambigua y consigue que el espectador no tenga en claro nada hasta el episodio final. Aunque se trata de una miniserie, queda claro que de ser necesario podría tener una segunda parte, porque el guion se coloca en un punto que cierra muchas cosas pero al mismo tiempo permanece abierto. No hay duda de que el éxito los llevará más allá. Las sectas siguen siendo inquietantes y esta en particular, logra escaparse de lo ya visto y se mete en historias más personales. Las sectas siguen atrayendo espectadores y que El diablo en Ohio esté primera en Netflix es una nueva prueba de ello.
Fuente: Santiago García, Infobae.