Los organizadores subrayan que se trata de una versión restaurada digitalmente en 4K por la Filmoteca de Praga (Národní Filmonvý) que ha requerido una reconstrucción del original en lengua checa, del que no se había conservado ninguna copia.
La Filmoteca, junto a otros entes internacionales, quería obtener «una versión del filme que fuese lo más fiel posible al original en lengua checa», como el presentado en 1934, y para ello ha utilizado las imágenes de las cintas dobladas a otras lenguas.
Todo para recuperar el último trabajo de Machatý, una cinta con la que triunfó en la II Mostra, conquistando tanto a la crítica como a un público extasiado de curiosidad por ver en la gran pantalla, por primera vez, a una mujer desnuda, recordó un despacho de EFE.
La historia del filme es la de Adán y Eva: ella, interpretada por una veinteañera Hedy Kiesler, es esposada con un anciano
terrateniente que la somete al más absoluto desdén. Es entonces cuando conoce a su joven amante, con el que acaba fugándose.
En una de las secuencias, Eva se baña completamente desnuda en un lago, y en otra se ve a los jóvenes haciendo el amor, con primeros planos de sus rostros que culminan con el orgasmo de ella.
En aquella Italia exaltada y fascista, un lustro antes de asomarse al abismo de la II Guerra Mundial, la película supuso un gigantesco escándalo. Todo el mundo comentaba y quería ver la cinta en la azotea del majestuoso hotel Excelsior del Lido veneciano.
Entre los asistentes a la II edición del festival se encontraba Michelangelo Antonioni, que dejó escrito en su crítica con apenas 20 años: «Aquella tarde se oía la respiración de los espectadores atentísimos, se sentía un escalofrío recorriendo la platea».