Imanol Arias a su salida de la Audiencia Nacional. (Foto: Europa Press)
Imanol Arias tomó un vuelo a Buenos Aires, solo horas después de haber reconocido en la Audiencia Nacional la comisión de cinco delitos fiscales al haber defraudado dos millones de euros entre 2010 y 2014 que ingresó por su trabajo en Cuéntame cómo pasó, aceptando una pena de dos años y dos meses de prisión -que no cumplirá- y una multa que rondará entre el 50% y el 60% de la cantidad no declarada. La acusación pedía 27 años de cárcel. “Quiero dejar de estar en la cabecera de este reparto”, declaró el actor tras su pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Arias no está de vacaciones, sino trabajando. Es más, viviendo. Lleva unos meses instalado y de hecho tuvo que interrumpirlos para tratar de cerrar el caso que ha amenazado su libertad y salpicado a su imagen pública. El veterano intérprete coprotagoniza -junto a la argentina Mercedes Morán– la obra Mejor no decirlo, que termina sus funciones en el teatro Paseo La Plaza el 28 de julio. Se trata de una comedia en la que un matrimonio ya de largos años decide por una vez hablar sin tapujos, probar a no tener filtros, a no esconder un solo pensamiento.
Algo así hizo Arias cuando afirmó: “Si tuviera que hacerle algún reproche a los políticos de aquí, a todos los que ha habido desde entonces, es que nunca han considerado darme la doble nacionalidad, así puedo ser argentino de una vez por todas. Pero sigo peleando por ello”. Estaban dándole un homenaje, a él y a Susú Pecorano, por los 40 años de la película Camila.
Lo dijo en un tono de broma, pero las palabras alcanzaron repercusión y quiso explicarse: “No existe un reproche. Yo nunca lo he pedido formalmente, pero me encantaría porque quiero ser ciudadano argentino. Lo que no puedo es quedarme aquí durante cinco años para obtenerla”, matizó a La Nación. Explica el actor que “en España existe una fórmula para que algunos actores extranjeros pasen también a ser españoles y tributen en el país”, casos, apunta, como los de Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia. “Lo mío no se trata de una queja, lo mío es un deseo ferviente, nada más”, zanja.
“No era consciente, pero soy responsable”
En una entrevista con Infobae, confesó marcharse de España “a sabiendas de que el proceso judicial se arreglaría muy pronto”. Era marzo. “Hacía tiempo que me había propuesto pasar una temporada en Buenos Aires y se me hacía ideal, (…) muy lejos de aquel trajín laboral de dos décadas y de aquella constante presión mediática que tanto he padecido”.
En esta conversación con el periodista Sebastián Soldano, anticipaba ya cómo terminaría su camino en los tribunales: “No era consciente de lo sucedido, pero soy responsable. Devolveré hasta el último centavo”. Asegura no haber temido acabar preso, pero sí “la idea de enfermar”.
Entretanto, este viernes estrenaban los cines La bandera, una comedia familiar en la que Arias interpreta a un padre septuagenario.
Su compañera de reparto en Cuéntame Ana Duato sigue en el banquillo por siete supuestos delitos. Anticorrupción reclama 32 años de cárcel y 1,9 millones de euros de sanción. Infobae pudo hablar con ella hace unos meses: “Me han coaccionado y se han inventado capítulos; me siento indefensa”.
Fuente: Infobae