“Sé cosas que no puedo decir porque serían spoilers. Pero supongo que Varys quisiera que fuera Jon Snow”, dice Conlet Hill, el actor irlandés que encarna al lobbista eunuco de la corona en Game of Thrones. Y con conocimiento -claro- de la respuesta a la pregunta del millón: ¿quién se sentará finalmente en el Trono de Hierro? A su lado está Carice van Houten, holandesa, quien compone a Melisandre, consejera fiel del entonces aspirante a rey, Stannis Baratheon. “Yo quisiera a alguien que es imposible, porque no tiene linaje: Samwell Tarly. Pero un mundo con él como rey sería bueno”, opina.
A días del estreno de la última temporada de la serie de HBO (el próximo domingo, a las 22), ambos se animan a dar el nombre de quién les gustaría que se siente en el codiciado trono cuando todo termine. La charla se realiza en un hotel de Londres.
Antes de esa apuesta, reflexionaron con Clarín acerca de dos de los personajes más complejos de Game of Thrones, y de cómo les cambió la vida haber trabajado en una de las producciones más vistas y comentadas en la historia de la televisión.
A diferencia de su personaje, Hill aparece más flaco y con cabellera blanca. “Éste es mi poder para mantenerme en el anonimato”, bromea. Sin la peluca roja de la temible sacerdotisa, Van Houten se muestra bastante más agradable que en pantalla. -¿Qué pueden decir del hecho de que estén juntos en esta nota? Carice van Houten: Tendrás que descubrirlo vos.
Conlet Hill: Porque es sexy. O porque los dos somos europeos.
Van Houten: Sí, y nos encanta James Brown.
Hill: Quizá por la escena de la temporada pasada, donde nos chicaneamos en el acantilado.
Van Houten: Memorable escena. -Como en toda serie hay personajes más queridos y más odiados. Ustedes dos encarnan roles complejos… Hill: Creo que ambos son outsiders.
-Y eso los hace más queribles.
Hill: Es que ellos pueden observar desde afuera; están menos involucrados y tienen menos ambiciones. -Como actores, ¿pensaban en si eran o no queridos por los fans? Hill: Es que estás contando la historia de otro, no la tuya.
Van Houten: Tal cual, eso no nos afecta. Fue divertido cuando la gente empezó a mandarme mensajes de odio: “Morite, perra”’; “¡Morite yaaaa!”. Hill: Ésa es la mayor bendición: que Varys y Melisandre son mucho más famosos que nosotros. Quizás Kit ( Harrington/Jon Snow), Peter (Dinklage/Tyrion Lannister) y Emilia (Clarke/Daenerys Targaryen) son más famosos; nosotros somos afortunados: Varys siempre va a ser más famoso que yo. Ya llegará el día en que alguien se pregunte: “¿Quién es tu
Varys favorito?”. Como Batman. -¿Decís que va a haber una remake de “Game of Thrones”? Hill: En algún lugar, dentro de 30, 40 años. No veo por qué no. Si hicieron remakes de casi todo.
-Fue una larga experiencia de diez años con una serie de éxito global. ¿Cómo afectó su vida y su cotidianidad un fenómeno como “GoT”? Hill: Bueno, la plata ayuda, sin duda.
Van Houten: Sí, yo me compré una casa mucho más linda.
Hill: La vida es una sola. No es que la podés comparar con otra. Pero la plata ayudó… No hay tanta vuelta: me permitió cuidar de mi madre durante diez años, cosa que no hubiera podido hacer. Fui un afortunado, porque yo soy de Irlanda de Norte y gran parte de la serie fue filmada ahí.
Van Houten: Nos abrió muchas puertas. Yo me suelo poner ansiosa en los eventos sociales. No siempre es lindo que te detecten. Como dijo Conlet sobre su pelo, a mí me encanta el hecho de que la gente no me reconozca porque usaba peluca. Pero ahora es genial que haya músicos que conozcan Game of Thrones y gracias a eso pueda hablar de música con ellos. Digamos que es una entrada más fácil a todos lados. -¿Cómo explicar todo este culto mundial que se armó alrededor de la serie?
Hill: Ni idea. Creo que si lo supiéramos seríamos productores.
Van Houten: Me parece que tiene que ver con que hay algo para todos. Te podés identificar con al menos un personaje.
Hill: Y es un gran estudio de la condición humana.
Van Houten: Tal cual. Siempre adoré el comienzo, donde se ve que el Rey de ese momento en realidad no quiere ser Rey. Odia su maldito trabajo, y durante toda la serie ves a todo el resto persiguiendo ese trono. -Varys es un hombre castrado. ¿Cómo se interpreta a un eunuco?
Hill: Bueno, siento que todos somos iguales, incluyendo a las mujeres. Yo sólo actúo. Todo el mundo, tenga o no testículos, tiene las mismas emociones, el mismo corazón, los mismos miedos, el mismo odio. No tener testículos es como tener ojos azules, o ser mujer, o ser gay, negro. Es otra definición que hacen otros. -Si nos vamos a la última temporada, ¿pensás que Melisandre va a intentar redimirse de todo lo que hizo y pretende llevar al trono a la persona correcta?
Van Houten: (Duda) Es difícil hablar de algo que todavía no vieron. Creo que ella siente que todavía hay algo que puede hacer, que es juntar a la gente apropiada. Hay algo que no tiene que ver con su ego personal. Como casi siempre, su mensaje no fue el mejor, pero ella siempre tuvo la visión de lo que se venía, más que nadie. Los sacrificios que debían hacerse fueron muy crueles, pero los llevó a cabo en pos de un bien superior, no por cuestiones personales.
Hill: Creo que por eso estamos acá juntos en esta nota: ambos saben que no se trata de ellos dos, sino de quienes los rodean, del mundo. De alguna manera son altruistas. -Debe haber sido un alivio para los dos saber que llegaban vivos a la última temporada. Hill: Nunca fui fatalista en ese sentido. Nunca les pregunté (a los creadores) si moría o no. Fui uno de los pocos actores que no preguntó. Nicolaj (Coster-Waldau/Jaime Lannister) solía joderme: “No vas a tener que ir al médico cuando seas viejo”. A mí no me importaba. “No tenía trabajo, ahora lo tengo, y ojalá dure”, pensaba. Estaré siempre agradecido. -¿Preguntaban muchos actores?
Hill: Un par. Pero sólo por curiosos. ■
Hill: “Fui uno de los pocos actores del elenco que no les preguntó a los guionistas si moría o no”.
Fuente: Juan Tomás, Clarín