Se estima que Di Natale se contagió de modo intrahospitalario tras acompañar a su propia madre en un establecimiento de la ciudad de Avellaneda, donde había sido internada por fracturas de cadera.
Nacido el 19 de junio de 1959, el técnico era conocido por su cuidado del material fílmico, su apuesta por el trabajo tanto en la Capital Federal –donde estuvo a cargo de las proyecciones en los cines Rivera Indarte y Atlas Lavalle- como durante varias ediciones del Festival de Mar del Plata y de las salas, ya desaparecidas, Pinamar y Oasis, donde durante muchos años se celebró el certamen Pantalla Pinamar.
El “Tano” se inició en su profesión a los 14 años, cuando los antiguos proyectores de 35 mm se iluminaban con luces de arco de carbono, aunque también trabajó con los aparatos digitales que se usan en la actualidad en la mayoría de los cines del mundo.
“Hay un sentimiento romántico hacia el trabajo tradicional –decía-; el digital es más frío, es solo apretar un botón, mientras que con el 35 mm tenés que preparar la película, pegarla, armarla y proyectarla. Es otra cosa: tiene su belleza, sus poros que se ven en la pantalla cuando hay una buena luz. Hay incluso directores que todavía prefieren trabajar en 35 mm, así que por el momento no va a desaparecer del todo.»