Isabel «la Coca» Sarli, de 83 años, murió este tras permanecer internada desde el domingo 26 de mayo. La reconocida actriz había ingresado al Hospital de San Isidro por una fractura de cadera izquierda, a lo que se le sumó un cuadro de sepsis (infección) urinaria, que evolucionó con cuadro de shock séptico. Sarli estaba con asistencia respiratoria, lo que impidió que reiteradas veces pudiera ser operada de su cadera.
En las últimas semanas además se le diagnosticó una fuerte neumonía y su estado fue irreversible.
Hilda Isabel Gorrindo Sarli había nacido en Concordia, Entre Ríos, el 9 de julio de 1935. Fue descubierta en 1956 por Armando Bó, de quien se convirtió en protagonista de varias de sus películas.
Fue protagonista de filmes como «Carne», «La leona» y «La diosa impura», que la convirtieron en un símbolo sexual de su generación y su recordada frase “¡Canalla! ¿Qué pretende usted de mí?”.
Hilda Isabel «La Coca» Gorrindo Sarli había nacido en la ciudad entrerriana de Concordia el 9 de julio de 1929 y hacia finales de la década del 50 se encaminó a convertirse en emblema del cine dirigido por Armando Bó, con 30 de sus 34 largometrajes.
Desde entonces se convirtió no solamente el icono sexual masculino sino también, por sus marcadas curvas, en estereotipo provocador perseguido por la censura.
El tiempo la habría de convertir en figura de análisis sociológico a consecuencia de las situaciones que vivía en cada ficción de acuerdo a los guiones del mismo Bó, resultaban naive o kitsch y ahora observadas con el tiempo lindantes a la ridiculez.
Comenzó a trabajar como secretaria y luego como modelo, hasta que fuer elegida Miss Argentina en 1955, cuando además fue semifinalista del concurso de Miss universo.
Los periodistas Jorge Abel Martín, en su libro «Los films de Armando Bó con Isabel Sarli», y Néstor Romano en «Isabel Sarli al desnudo», en 1956 conoció al director cinematográfico que la dirigiría en 30 largometrajes que la llevaron a la fama.
Bo, con quien además mantuvo una muy cercana relación durante toda su vida, era productor y coprotagonista de esas películas que convirtieron a la dupla en sinónimo de cine erótico.
Dentro de ese género que el director y productor de cine Rodolfo Kuhn (1934-1987) definiría como de «pornografía ingenua», Sarli comenzó su raid con «El trueno entre las hojas» (1958) basado en un relato del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos.
La película cuya acción discurre en Paraguay, se convirtió en la primera argentina en incluir un desnudo femenino total, con lo que marcó un hito en la historia de la producción cinematográfica nacional.
Con temática emparentada siguió «Sabaleros» (1959) y luego «India» (1960), la iniciadora de las versiones «cortadas» para la Argentina y con mayor «temperatura sexual» en el exterior.
También de 1960 es «Y el demonio creó a los hombres», que como al igual que «India» fue perseguida por los guardianes de la moral pública, cuyas observaciones fueron creciendo hasta que una década más tarde desembocaron en la prohibición de una decena de sus filmes.
Estas películas se convirtieron en éxitos tanto en Argentina como en Paraguay, pero también en Panamá, Rusia, Japón, y Estados Unidos, plazas que nunca antes habían sido alcanzadas por el cine rioplatense.
En 1962, a propuesta de Bó, luego de los éxitos de «Favela» y «La burrerita de Ypacaraí», Sarli se puso a las órdenes de Leopoldo Torre Nilsson como figura de «Setenta veces siete», con guión de Ricardo Becher y Beatriz Guido coprotagonizada por el actor español Francisco Rabal.
Luego de esa primera incursión en el cine considerado «serio», Sarli volvió con Bó, con quien hizo otros 24 largometrajes hasta la muerte del director, en 1981.
La actriz reapareció luego en dos películas de Jorge Polaco, «La dama regresa» (1996) y «Arroz con leche» (2009).
Su carrera con Bo fue marcada a fuego por las disputas con el Ente de Calificación Cinematográfica creado en 1966, que alcanzó su punto de conflicto más duro durante la gestión del crítico Miguel Paulino Tato, época en la que sobresalieron títulos como «Los días calientes», «Carne», «Desnuda en la arena», «Fuego» y «Fiebre».
Finalmente, ya con 81 años y a las órdenes de Juan José Jusid protagonizó, con Luis Luque y Nicolás Repetto, la que sería su última aparición en cine, el policial «Mis días con Gloria» (2010), en la que hizo su hola y adiós como actriz su hija adoptiva Isabelita Sarli.
En 1998, a los 69 años, había tenido su primera y única participación teatral, como una de las protagonistas de la revista «Tetanic» junto a Moria Casán Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti que resultó un éxito de boletería en el teatro Atlas de Mar del Plata.
En 2004, había hecho una participación especial en la telenovela juvenil «Floricienta», respaldada por Cris Morena, donde interpretó el personaje de Tota, la madre de Malala (Graciela Stefani).
Los problemas comenzaron el 18 de marzo pasado, cuando se cayó al piso al intentar levantarse de la cama. La Coca se golpeó la cadera izquierda y debió ser trasladada de urgencia al Hospital de San Isidro, donde la operaron el 22 de ese mes.
Si bien la recuperación de la cirugía transcurrió con normalidad, los médicos decidieron dejarla internada en observación unos días más, ya que previo al accidente doméstico había padecido neumonía y continuaba con antibióticos. Finalmente le dieron el alta el 3 de abril, y le indicaron que debía empezar a hacer trabajos de kinesiología para tener una correcta recuperación de la fractura.
Sin embargo, el 26 de mayo debió ser internada nuevamente. Según el primer parte médico, la actriz presentaba «un cuadro de sepsis (infección) urinaria, que evolucionó con cuadro de shock séptico, requiriendo asistencia respiratoria y soporte hemodinámico». La situación se complicó, y el 28 de ese mes la pasaron a terapia intensiva.
Después de una nueva operación de cadera, el 4 de junio el centro médico emitió un nuevo parte médico en el que se indicó que se trataba de una «paciente crítica, con pronóstico reservado». El escrito reza: «Evoluciona el día de la fecha con mejoría de los parámetros clínicos y hemodinámicos, sin soporte de drogas inotrópicas. Mejoría de los parámetros ventilatorios con disminución del soporte ventilatorio».
Con el correr de los días, el cuadro fue bastante cambiante. Isabelita Sarli le contó a Teleshowque costó mucho, pero finalmente con la medicación lograron controlar la neumonía. «Pasó por miles de cosas, las cuales todas superó, gracias a Dios», contó. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de los profesionales y del apoyo incondicional de su hija, la actriz no pudo seguir luchando contra sus problemas de salud.
Tiempo atrás la Coca ya se había enfrentado a situaciones delicadas en lo que se refiere a su salud. En 1992 fue derivada a la Clínica Bazterrica luego de desmayarse en su casa. Los estudios clínicos detectaron un tumor cerebral, obligando a una cirugía de urgencia. La intervención -de máximo riesgo- fue un éxito. Y la protagonista de inolvidables películas dirigidas por Armando Bo (como Carne, La leona y La diosa impura, entre otras, siendo además la primera en desnudarse en la pantalla grande), se recuperó favorablemente.
En junio de 2011, Isabel también debió ser internada por un edema de pulmón que asomó como muy delicado pero con el correr de las horas pudo ser sorteado sin mayores complicaciones.