Por estos días se cumplen 80 años del lanzamiento de uno de los dibujos animados más famosos de todos los tiempos: Tom y Jerry.
¿Cómo nació esta historia? El argumento es sencillo: harto del ratón que se pasea por su casa, un gato arma un plan para echarlo con una trampa cargada de queso.
Pero el ratón, vivísimo, logra sacar sin problemas su alimento favorito y, entonces, sigue paseando por los pasillos -y las habitaciones, y etcétera- muy contento. El gato insiste en atraparlo pero siempre fracasa.
El simpático dúo de animales fue creado, como se dice, en un momento de desesperación.
Tom y Jerry, muy queridos por varias generaciones.
El departamento de animación del estudio Metro Goldwyn Mayer (MGM), donde trabajaban los creadores William Hanna y Joseph Barbera, se había esforzado sin éxito por imitar a otros estudios que habían creado personajes exitosos como Mickey Mouse y el Chanchito Porky.
Los animadores, ambos menores de 30 años, empezaron a pensar sus propias ideas.
Barbera planteó que le gustaba mucho el concepto sencillo de una caricatura de un gato y un ratón, con conflicto y persecución, pese a que ya se había hecho otras veces.
Puss Gets the Boot (traducido al español como «El gato se gana el zapatazo») fue el primer cortometraje animado que lanzaron en febrero de 1940.
El debut fue muy bueno y le valió al estudio una nominación al Oscar al mejor corto animado.
Y el éxito se profundizó cuando llegó desde Texas una carta de una influyente figura de la industria del espectáculo que preguntaba cuándo iba a ver otra de esas «caricaturas maravillosas del gato y el ratón».
William Hanna y Joseph Barbera, con sus creaciones.
Jasper y Jinx, como se llamaban en un principio, se convirtieron entonces en Tom y Jerry.
Según Barbera, nunca estuvo en discusión el tema de que los personajes no iban a hablar.
Después de haber crecido con películas mudas protagonizadas por Carlitos Chaplín, los creadores sabían que el gato y el ratón podían ser divertidos sin que hubiera diálogos.
La música, compuesta por Scott Bradley, resaltó la acción de la trama, y el grito “humano” de Tom fue interpretado por el propio Hanna.
Tom y Jerry.
Durante la mayor parte de las dos décadas siguientes,Hanna y Barbera supervisaron la producción de más de 100 de estos cortos.
Cada uno tardaba semanas en producirse y costaba hasta 50.000 dólares, por lo que sólo se podían hacer “un puñado” cada año.
En el mundo, estas películas de Tom y Jerry son consideradas las mejores, por su excelente animación dibujada a mano.
A mediados de los años ’50, cuando el productor Fred Quimby se retiró, Hanna y Barbera se hicieron cargo del departamento de dibujos animados de MGM. Eran tiempos de recortes presupuestarios.
Tom y Jerry, un infaltable de las meriendas de los niños.
Los jefes de los estudios, amenazados por la creciente popularidad de la televisión,se dieron cuenta de que podían ganar un dinero similar si emitían los cortos viejos en lugar de hacer nuevos episodios.
Cuando se cerró el departamento en 1957, Hanna y Barbera crearon su propia compañía de producción.
Años más tarde, MGM decidió revivir a Tom y Jerry sin sus creadores originales. Es más, en 1961, se subcontrató a un estudio en Praga, capital de la entonces Checoslovaquia, para ahorrar costos.
A Gene Deitch, un animador nacido en Chicago, se le encargó la tarea de encabezar la nueva versión, pero tuvo problemas porque el presupuesto era ajustado y el personal no conocía los dibujos originales.
Los nombres checos se americanizaron en los créditos para evitar que los espectadores asociaran los programas con el comunismo.
Tom y Jerry
«Por la Cortina de Hierro, los animadores en el estudio en Praga nunca habían visto una caricatura de Tom y Jerry», le dijo Deitch más tarde a radio Cz.
Pero Deitch sabía que estaría «en la línea de fuego» de los fanáticos, y sus 13 dibujos animados son regularmente etiquetados como los peores.
En varias entrevistas, él reconoció su mala fama y reveló que incluso recibió una amenaza de muerte por ellos.
Después de Deitch, la tarea recayó en Chuck Jones, mejor conocido por su trabajo en Looney Tunes en Warner Brothers.
Con él, las cejas del gato Tom se volvieron más gruesas y su cara más torcida.
En MGM la televisión se veía como una «mala palabra», pero después de independizarse, Hanna y Barbera lograron meterse en ese nuevo mundo.
Con episodios más largos y presupuestos más reducidos, adaptaron su estilo de animación y utilizaron trucos para ahorrar tiempo y dinero. Sus dibujos animados dominaron la televisión infantil durante décadas.
Primero tuvieron éxito a principios de la década de 1960 con personajes como Huckleberry Hound y Yogi Bear (El oso Yogi) y luego llegaron The Flintstones (Los picapiedra), Top Cat ( Don Gato y su pandilla) y Scooby Doo.
En la década de 1970, el exitoso dúo creativo regresó a Tom y Jerry. Para entonces, muchos de los primeros episodios se consideraban «demasiado violentos» según las nuevas normas emitidas para las televisoras.
Los nuevos episodios, con el dúo como amigos, nunca estuvieron a la altura del éxito de los originales.
Tom y Jerry.
Tom y Jerry sigue siendo muy popular en todo el mundo. Se puede encontrar en la televisión infantil en todas partes, desde Japón hasta Pakistán, y un nuevo juego sobre ellos para teléfonos celulares tiene más de 100 millones de usuarios en China.
En 2016, un alto funcionario egipcio intentó culpar a la viñeta del aumento de la violencia en Medio Oriente, y el Líder Supremo de Irán comparó las relaciones de su país con los Estados Unidos con Tom y Jerry al menos dos veces.
Como un dibujo animado habitual en la programación de la BBC durante décadas, el programa se hizo muy popular en Gran Bretaña y una encuesta de 2015 nombró a Tom y Jerry como el dibujito más querido entre los adultos del país.
A 80 años desde su creación, el gato y el ratón han aparecido en todas partes, desde una versión «para niños» hasta una película musical de 1992 donde cantaban y hablaban.
Hanna murió en 2001, y Barbera, en 2006. Un año antes de su muerte, Barbera apareció en los créditos por última vez en un corto de Tom y Jerry, que también fue el primero sin su colega.
«Nos entendimos perfectamente, cada uno tenía un profundo respeto por el trabajo del otro», dijo sobre su relación laboral.
Fuente: Clarín