En un reciente podcast, la actriz contó que se sintió presionada a salir sin ropas, no solo durante el programa, sino también en los proyectos que ha emprendido desde su aparición en la serie.
«Tuve peleas en el set por ese tema. Yo decía: ‘¡No! La sábana se mantiene arriba», y ellos me respondían: ‘No querrás decepcionar a tus fanáticos de GOT‘, recordó Clarke y finalizó: «Yo los miraba como diciendo ‘jódete’».
La confesión de Clarke, de la que da cuenta Vanity Fair, se produjo durante un podcast de Dax Shepard. «Mi vida adulta transcurrió en el mundo del espectáculo. Han pasado 10 años desde el estreno de la serie, y esa es toda mi carrera hasta ahora», explicó la actriz. El anfitrión, entonces, le preguntó si en el momento en el que se grabó el piloto su situación, la del colectivo de mujeres y la del mundo del espectáculo, eran muy diferentes a las actuales. «Sí. Era una situación diferente. Ahora las cosas son muy, muy distintas y soy mucho más consecuente con lo que siento, sé con qué cosas me siento cómoda y con qué no estoy de acuerdo», respondió Clarke.
La actriz reveló, además, cuál fue su reacción al recibir los guiones de esa primera temporada, cuando ya había firmado su contrato y se enteró de que debía desnudarse en varias escenas. «Ah, ahí está el truco», se dio cuenta en aquel momento. Clarke, que recién había salido de la escuela de teatro, intentaba convencerse de que «esas escenas estaban en el guion por una razón», por eso intentó «darles sentido y seguir adelante».
A su vez, explicó que mientras grababan la primera temporada se sentía como «flotando». «No tenía idea de lo que estaba haciendo. No tenía idea de qué era todo eso… Había estado en un set de cine dos veces antes, y ahora estaba en un plató de cine, completamente desnuda, con toda esa gente, y no sabía lo que se suponía que debía hacer. Y no sabía qué se esperaba de mí, no sabía lo que querían y no sabía lo que quería yo», afirmó. «Independientemente de si habría desnudez o no, habría pasado esa primera temporada pensando, ‘No soy digna de exigir nada. No soy digna de necesitar nada en absoluto», finalizó.
Por eso, justificó sus primeras reacciones frente a situaciones que le resultaban injustas o difíciles de atravesar. «Lo que fuera que sintiera que estaba mal, yo sentía que debía irme a llorar al baño para luego regresar y hacer la escena. Pero definitivamente fue difícil», indicó.
Si bien en pasadas entrevistas Clarke defendió el uso de la desnudez en Game of Thrones, también se mostró molesta porque muchas veces la discusión de su trabajo en las serie giraba más en las escenas de desnudos que en su interpretación. A principios de este año, de hecho, reveló que esa fue la razón por la que decidió rechazar el protagónico de Cincuenta sombras de Grey. «La última vez que estuve desnuda ante la cámara en GOT fue hace mucho tiempo, y sin embargo es la única pregunta que me hacen porque soy mujer», aseguró en mayo. «Es muy molesto y estoy harta de eso. Lo hice por el personaje, no lo hice para que un chico pudiera ver mis senos, por el amor de Dios», explicó ofuscada.
Sin embargo, en medio de tanto revisionismo, hubo una persona que se llevó todo su reconocimiento: Jason Momoa. El actor que personificó a su marido, Khal Drogo, fue el compañero con el que tuvo que compartir más escenas subidas de tono.«Él me cuidó. Realmente, fue quien se ocupó de mí en un entorno donde no sabía que necesitaba ser cuidada», reconoció.
«Solo ahora me doy cuenta de lo afortunada que fui al tenerlo ahí conmigo. Jason tenía experiencia, había hecho un montón de cosas antes de llegar a ponerse en la piel de este personaje. Él me decía: ‘Así es como debe ser, y así es como no debe ser. Y me aseguraré de que ese así se haga’». Para graficar el cuidado de su colega, explicó que era él quien se encargaba, por ejemplo, de decir: «¿Podemos conseguirle una túnica? ¿Podemos conseguirle una maldita túnica? ¡Está temblando!». «Era muy amable y considerado y se preocupaba por mí como ser humano», explicó.
Luego de hacerse públicas estas declaraciones, los representantes de HBO decidieron no hacer comentarios.
Fuente: Clarín